El Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega Saavedra durante el acto homenaje por el 47 aniversario del tránsito a la inmortalidad del Comandante Carlos Fonseca Amador, describió al fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional, como un ser extraordinario que amaba a su patria, a la cual quería libre y por ese sentimiento regresó de Cuba a Nicaragua a buscar la unidad de las fuerzas revolucionarias para lograr el objetivo principal de derrocar a la dictadura somocista.
“Ahí estaba la conciencia, el amor a la patria, el amor a la soberanía, el amor a la libertad, el amor al pueblo y el compromiso de luchar hasta alcanzar la libertad y con la libertad la paz para este pueblo, paz con bienestar, porque no puede haber paz sin bienestar, que es lo que estamos haciendo en estos tiempos. Le decimos a Carlos que aquí hay un pueblo, y hay una juventud que está multiplicada por todos lados”, dijo Daniel en parte de su mensaje dedicado al Comandante Carlos Fonseca Amador.
En esta noche que se conmemoró el 47 aniversario del tránsito a la inmortalidad del Padre de la Revolución Popular Sandinista, el Comandante Daniel realizó una cronología de las circunstancias que llevaron al Comandante Carlos Fonseca Amador, a regresar de su exilio en Cuba junto a otros dirigentes.
En ese resumen incluyó la lectura del compendio de las Obras Fundamentales del Comandante Carlos Fonseca Amador, recopiladas por el historiador y ex diplomático Aldo Díaz Lacayo, así como su visita a la entonces Unión Soviética en ocasión del 40 aniversario del triunfo de la Revolución de Octubre, el empeño por lograr la unidad de las tendencias revolucionarias y un relato del Comandante Francisco Rivera “El Zorro”, en donde describe cómo Carlos fue emboscado por la Guardia Somocista en Zinica.
Aldo Díaz Lacayo y las obras fundamentales del Comandante Carlos
El Presidente Daniel leyó diferentes fragmentos de este compendio, en el que el Comandante Carlos recuerda la historia de Nicaragua y la ocupación por parte del filibusterismo norteamericano que trajo al yanqui William Walker.
“Tengo aquí un compendio que hizo nuestro hermano Aldo Díaz de las obras fundamentales del Comandante Carlos y ahí qué dice Carlos en estas obras fundamentales, estaba ojeando de nuevo y Carlos nos recuerda nuevamente, porque la historia no se debe olvidar para que no se repita. Dice ahí se proclama Walker Jefe de Estado de Nicaragua, siendo, saludado por ese motivo por el representante del gobierno yanqui John Wheeler, y reconocido como tal por el presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce. Entre las medidas que toma Walker figura la promulgación de la figura de la esclavitud, ya que había sido abolida por el gobierno centroamericano en 1822, un año después de la independencia y quedó Walker siendo presidente reconocido por el gobierno yanqui. El decreto que restablece la esclavitud, al propio tiempo que demuestra cómo los norteamericanos se proponen regenerar la sociedad en Nicaragua”, destacó Daniel al releer escritos del Comandante Carlos textos recopilados por Díaz Lacayo.
Agrega Daniel, por medio del escrito de Carlos, “la política de este acto, dice Walker es conservar, consiste en señalar los Estados del Sur, en el único medio distinto de la revolución que hace posible preservar la organización social presente, o sea, la esclavitud”.
“Luego habla Carlos del heroísmo de los pueblos centroamericanos que se unieron contra Walker, fíjense aquí se logró la unidad centroamericana para derrotar a Walker. Algo nos recuerda Carlos y dice en las localidades nicaragüenses de Rivas, Masaya y San Jacinto, los poetas componían por aquellos tiempos cantos patrióticos como el que sigue del poeta Juan Iribarren Fragmentos de un Largo Canto, cuyas estrofas vibraban al compás de la Marsellesa, guerra a muerte a esos viles ingratos, guerra al yanqui de robo sedientos, que reciban severo escarmiento su perfidia, su horrible traición, así lo decía el poeta y así lo sentimos nosotros también, ante los crímenes que ha cometido el imperio yanqui en la humanidad y que siguen cometiendo en estos momentos”, dijo Daniel.
Resaltó que Carlos siempre leía al poeta Rubén Darío y en sus escritos se refirió al tema de la llamada doctrina Monroe. “Es obvio que la doctrina Monroe es más vital en la situación del canal de Panamá y la zona del Caribe que en cualquier otra parte”, dice Carlos en sus escritos, a lo que el Comandante Daniel destaca “o sea, la doctrina Monroe, el imperio viendo la importancia de esta zona por el canal, aquí no venían buscando oro, venían buscando otro tipo de riqueza, era el canal, el oro, porque era un recurso estratégico el canal, los dos puntos eran Panamá y Nicaragua”.
“Dice Carlos: el vuelo agresivo del águila yanqui, la amenaza sobre nuestros pueblos, hizo que Rubén Darío, poeta de Nicaragua, de América Latina clamara en sus poemarios Cantos de Vida y Esperanza con los siguientes versos insignes: seremos entregados a los bárbaros fieros, tanto millones de hombres hablaremos inglés, ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros, callaremos ahora para llorar después. Darío reaccionando frente a lo que era la política de dominación que estaba estableciendo los Estados Unidos de Norteamérica, que debía ser para los americanos o sea, para los Estados Unidos”.
Un nicaragüense en Moscú
Igualmente, el Comandante Daniel recordó que un 7 de noviembre del año 1957, el Comandante Carlos visitó la Plaza Roja de Moscú en las celebraciones en saludo al 40 aniversario del triunfo de la Revolución de Octubre.
“Él fue ahí con una delegación de jóvenes de ideas socialista, todavía no existía el Frente Sandinista lógicamente, pero sí existía la idea, el sentimiento, es que eran muy pocos los jóvenes en ese momento integrados a esta iniciativa, con solo viajar lo metieron preso a Carlos, fue a ese encuentro, lo metieron preso, ya no digamos el que protestaba lo mataban, era la época del gobierno somocista impuesto por los yanquis, a los que llamó Roosevelt, cuando le dijeron cómo era posible que estuviera apoyando a ese gobierno criminal y dijo Roosevelt, son unos hijos de puta, pero son nuestros hijos de puta, así lo dijo Roosevelt el presidente de los Estados Unidos. Carlos había sido invitado porque pertenecía a una agrupación juvenil del Partido Socialista, luego cuando el Frente se está organizando, va creciendo, el Partido Socialista también se fue integrando al Frente”.
En ese momento, Daniel resaltó un relato escrito por el Comandante Francisco Rivera “El Zorro”, a quien calificó como un revolucionario que siempre está presente en la historia de Nicaragua.
“Tres veces se tomó Estelí el Zorro, y como les caía toda la guardia, eso fue en la ofensiva final ya, tenía que replegarse y salía con medio pueblo a replegarse en las comarcas de Estelí, se agrupaban y volvían al asalto y como mandaban los tanques, los aviones, todavía las fuerzas del Frente no lograban avanzar más en otras ciudades que eran estratégicas como León, en Managua se tuvo que dar el Repliegue y en el Frente Sur también se estaba combatiendo duro, ahí también tenía una fuerza grande la Guardia, entonces a la tercera fue la vencida, a la tercera se tomaron el cuartel y luego vinieron a la celebración el 20 de julio aquí”.
Carlos y la búsqueda de la unidad
Daniel indicó que por las circunstancias de la división, “lo terrible que es la división, había división en el frente, había compañeros que trataban de desprestigiar a Carlos, porque estaba en Cuba, de donde había sido rescatado después de haber estado preso en Costa Rica. En Cuba estaba forjando compañeros, había cantidad de compañeros que se forjaron, se prepararon y el problema es que, la concepción que se tenía en ese momento de la lucha, tenía al Frente totalmente paralizado, los compañeros que estaban en la montaña estaban totalmente a la defensiva, y luego cuando empezamos con la propuesta insurreccional, donde en primer lugar hablamos de la propuesta insurreccional fue allá en Cuba con Carlos, con Germán Pomares, estuvimos hablando porque no podíamos seguir a como estábamos a la defensiva, porque todos los días eran compañeros muertos en la montaña, en la ciudades no había mayor actividad insurreccional, debes en cuando alguna actividad, pero nos estaban matando a los compañeros en la montaña”.
Recordó que en ese intercambio de reuniones en Cuba, se llegó a la conclusión que se tenía que pasar a la ofensiva, para eso se planea la toma de los cuarteles de la Guardia Nacional.
“Qué podemos hacer, buscar e integrarnos en los métodos insurreccionales tradicionales de la revoluciones que habían triunfado en el mundo, cada cual con sus particularidades lógicamente, pero la conclusión que sacábamos ahí que el único camino era que si queríamos tener armas teníamos que asaltar los cuarteles de la guardia, con las pocas armas que teníamos a mano e ir entrenando a compañeros del poblado para que tomándonos el cuartel de la guardia, inmediatamente armarlos, ya un destacamento armado podíamos avanzar hacia otros poblados para ir tomándonos cuarteles y así en todo el país, esa era la estrategia insurreccional”, relató Daniel.
Y agregó que cuando se comenzó a plantear esta estrategia, hubo divisiones e insultos. “Nosotros nunca nos pusimos a insultar a los compañeros que sacaban comunicados insultándonos, acusándonos de aventurero, nosotros lo que planteamos y lo planteamos ahí en Cuba ante este problema en que ya habían tres tendencias, la tendencia insurreccional que era la nueva, estaba la tendencia de la Guerra Popular Prolongada que era la antigua y estaba la tendencia proletaria, una nueva tendencia que habia surgido, la proletaria decía que primero habia que organizar el partido y después de eso habia que empezar a formar los destacamentos armados, nosotros pensamos que no habia condiciones de formar el partido porque lo barrían, lo iban a liquidar desarmado y otros compañeros apegados a la montaña y ahí recuerdo que había simplemente una actitud de espectadores de los pobladores de las ciudades, fue ahí donde decidimos llevar a cabo una reunión entre las tres partes y que nos fuésemos a reunir allá en la montaña, le dijimos a Carlos que la apoyara pero que no se viniera, las condiciones no estaban para que entrara Carlos, era poner en riesgo la vida del compañero, él tenia un problema serio en la vista y enmontañar a Carlos, moverlo por esa montaña, tenía que depender de otros compañeros, no estaba en condiciones de poder, su mente lucida, clara, pero no, él decidió venirse, entonces el viene y por otro lado nos venimos, estaba ahí Eduardo Contreras, era jefe del comando, también formaba de la dirección, entonces nos venimos los compañeros de la tendencia insurreccional, ya que estaba naciendo como propuesta, pero primero hacer la reunión y persuadirnos que era lo más correcto, si seguir con la tendencia prolongada, formar el partido o irnos a la insurrección, esa era la idea, entonces Carlos vino, nosotros entramos clandestinos por San Carlos”.
Indicó que se estaba retomando el contacto con la capital para organizar una base de cara a la insurrección de las ciudades, pero igual se preparaban para ir a la reunión de las tres tendencias y Carlos ya había salido antes rumbo a la montaña luchando por la unidad.
"Entonces la idea era retomar contacto con la montaña y luego tomar las rutas respectivas, hasta que nos reuniéramos allá, abordáramos estos temas y tomáramos una decisión que nos uniera, esa era la idea".
Muertes heroicas de hermanos que estaban luchando por la libertad, por la paz, por la patria, por la soberanía
El mandatario recordó que el Comandante Carlos Fonseca cayó durante una emboscada el día 07 de noviembre.
"Carlos cae el 07 de noviembre. No está claro si quedó con vida todavía y lo matan el 08. Porque finalmente dejaban con vida como hicieron con el Che, lo dejaban con vida y luego consultaban para ver qué decisión tomaban", explicó.
"Entonces, él se encuentra en la región de Iyás. Ahí están otros compañeros, ahí estaba Carlos Aguero, que lo están esperando ahí y está una compañera Claudia Chamorro, son héroes que cayeron en la lucha, Carlos Agüero, la Claudia. Está el Zorro ahí, está Francisco Rivera y son ellos los que reciben a Carlos. Y después está el planteamiento a ver en qué momento se dirigen al campamento central para hacer ahí la reunión. Y luego, siempre en la región de Iyás y cerca del río Iyás, Carlos decide mandar a Francisco Rivera, el Zorro, por sus cualidades y por su experiencia con otros compañeros, con la misma Claudia, a hacer un trabajo ahí en una zona, político, y él se queda con dos compañeros, Crescencio Aguilar un compañero campesino originario de Kuskawás y Benito Carvajal, con los dos estaba Carlos", relató.
También rememoró que ese mismo día otros compañeros de lucha también cayeron durante una emboscada y fueron asesinados por la guardia somocista.
"El día 07 en horas de la noche, como les decía nosotros estábamos haciendo contactos con compañeros aquí en Managua, Eduardo Contreras, comandante Marcos, Comandante Cero estaba haciendo trabajo aquí en la zona. Él estaba atendiendo la zona en ese momento, buscando ahí a la zona del residencial Asososca... y él había salido, mientras yo iba en otra dirección en los barrios más orientales de Managua a hacer contacto también. Y él había salido con el compañero Rogelio Picado y con el compañero Silvio Reñazco. Silvio Reñazco era un compañero originario de Masaya creo, Silvio Reñazco, y bueno, tenían sus posibilidades económicas y tanto Eduardo como él habían estado en Alemania estudiando, ahí se habían conocido y luego Silvio se incorporó al Frente y también este Eduardo. Entonces, ellos dos, en este caso Eduardo y Silvio, era en el vehículo que transportaba a Eduardo, acompañado de Rogelio Picado, un compañero de zonas campesinas, iban a ser contacto con gente que yo conocía y ahí los emboscan y luego los asesinan", dijo.
"Es decir, prácticamente el mismo día emboscan a Carlos porque a Carlos lo emboscaron también y emboscan a Eduardo. Tenemos todas estas bajas, estas muertes heroicas de hermanos que estaban luchando por la libertad, por la paz, por la patria, por la soberanía".
Siguió relatando que "ya con eso la reunión ya no se pudo dar. Y no nos quedó a nosotros más que empezar a tomar contacto con compañeros que estaban en la montaña como Víctor Tirado que qué están haciendo ahí, los van a matar, así que no están haciendo nada. Entonces, Víctor se vino, igual Francisco Rivera, tuvimos contacto con él y se vino inmediatamente. Entonces, ya les explicamos cuál era la estrategia y ahí nace ya, nace el movimiento insurreccional en el Frente Sandinista, que plantea la insurrección y donde logramos inmediatamente agrupar una cantidad de compañeros que se entusiasmaron con la idea porque era el camino de buscar cómo el pueblo se armara, que el pueblo luchara y que no tuviéramos un pueblo que estaba viendo de largo esperando que bajaran a liberarlo, porque eso es lo que estaba pasando, el pueblo informándose por los muertos de los partes de la guardia y creyendo el pueblo que se le estaba dando duro allá y no era cierto, entonces, eso es otro elemento importantísimo que el pueblo sea sujeto de la lucha, sea sujeto de la victoria, sea sujeto combatiente y no que por un lado los combatientes y el pueblo por otro lado, no".
El Comandante Daniel Ortega dijo que "entonces, eso despertó y empezamos a entrenar por todos lados compañeros de todos los departamentos y todos los municipios y luego, fíjense bien, esto se organizó para el año 77. Fue un periodo corto, nosotros habíamos regresado de Cuba en el año 76 que venimos, luego Carlos ya había regresado como lo conté, entonces ahí nos fuimos agrupando, estuvimos haciendo contacto con cantidad de gente, aquí se reunía la gente con mucho entusiasmo, sin miedo, sin temor, allá con los campesinos en Rivas y por todos lados y se empieza la ofensiva insurreccional, pero nosotros lo hicimos con tal ímpetu, con tal decisión que decíamos vamos a triunfar. O sea lo hacíamos con esa seguridad. Y eso nos dio la fortaleza de poder aguantar y volver al ataque. Porque nos lanzamos en octubre 77, hasta un gobierno provisional teníamos ya, nos lanzamos al asalto al Cuartel, no logramos el éxito al cien por ciento, pero la gente vio ya que se podía derrotar a la guardia, lo estaban viendo ahí a la orilla de su pueblo, que la guardia se quedaba paralizada y tenía que replegarse y después de esta insurrecciòn de octubre del 77, fuimos a la insurrecciòn de septiembre del 78 y luego a la ofensiva final hasta la victoria. O sea, fíjense, logramos del 77 al 78, al 79, logramos una victoria realmente en un corto plazo, pero claro no podemos tampoco subestimar todas la fuerza que había logrado el Frente Sandinista forjar en la estrategia anterior, desde Bocay, después desde Pancasan, después en Zinica hubo un periodo. Todas estas eran estructuras que se desarrollaban en la montaña con el ánimo de formar allá el ejército que luego viniera bajando a liberar las ciudades".
"Ahí se formó Francisco Rivera, ahí se formaron todos los cuadros que luego estuvieron al frente de las insurrecciones, ahí se fueron formando. Es decir, fue una gran escuela esa de la guerrilla en términos tradicionales hasta que pasamos a lo que era la batalla popular, el pueblo a liberarse. Y por eso decimos ahora: el pueblo presidente, a trabajar para sostener la liberación y sostener la paz", afirmó el Presidente Daniel Ortega.
Relato del Comandante Francisco Rivera "El Zorro"
El Comandante Daniel, también leyó el relato del Comandante Francisco Rivera "El Zorro", quien compartió las últimas horas con el Comandante Carlos Fonseca."Estuvo con Carlos allá en la Habana, luego estuvo con Carlos aquí, entonces, el relato de Francisco Rivera, él habla aquí cuando se están organizando ya para garantizar el traslado de Carlos, cómo se vienen juntando los compañeros, Crescencio Aguilar, Fidel Aguilar, Jacinto Hernández, en San Antonio de Kuskawás, Munguía, Edgard Munguía, 'La Gata' Munguía, ahí estaba, Facundo Picado, Pedrito y ahí están ellos viendo cómo se organizan para acompañar a Carlos, tomando todas las medidas de seguridad. Entonces, ellos están con Carlos y el 5 de noviembre despedimos en El Varillal a dos compañeros que iban hacia el río Par Par y a los tres que se dirigían al Voto y los otros seis permanecimos con él, o sea, con Carlos en Cusolí, esperando el momento de la salida".
"El 7 de noviembre a las 7 de la noche, mientras caía un gran aguacero, inició Carlos su marcha postrera en ese momento Carlos le había dicho al Comandante Francisco Rivera que con Claudia y con otro compañero se dirigieran a otro punto, y entonces, Francisco dice de que trató de convencerlo de que había otro compañero que tenía más dominio de la zona y que era mejor que se quedara con ellos y quedarse con él, pero que Carlos dijo que no. Y el 7 de noviembre, a las 7 de la noche mientras caía un gran aguacero inició Carlos su marcha postrera, acompañado por los dos muchachos que él se había obstinado en elegir. El Zorro quería protegerlo y se sentía que tenía más dominio con los compañeros, pero Carlos decidió ir con los otros compañeros, dejándome a mí con los otros tres compañeros", agregó.
Dijo que "antes de partir me ordenó entregarle a Danilo, un campesino, los papeles que me había confiado cuando nos encontramos la primera vez en junio y que yo anduve en ese tiempo debajo de la camisa, metidos en un envoltorio plástico y así mismo, le acomodé al chavalo el envoltorio debajo de la camisa, porque ahí está el problema de la lluvia siempre en la montaña, me abrazó, se está despidiendo de Carlos ya, me abrazó y fue un abrazo para siempre y ahora que reflexiono en mis recuerdos sobre aquel momento tan cargado de tristeza, encuentro que era extraño, siete compañeros que se despiden, a las 7 de la noche, de un 7 de noviembre, y la lluvia que caía sin clemencia, o sea, están todos juntos y a las 7 de la noche ya Carlos le dijo ustedes van para allá, yo voy a seguir por aquí, a las 7 de la noche, siete compañeros, que se están despidiendo y es el 7 de noviembre, la despedida, tres veces 7".
"Y tampoco olvido su estampa al irse, la barba de meses, poco desarrollada, sus gruesos lentes, que le eran tan necesarios por la miopía, su uniforme verde olivo, sus botas altas, su escopeta automática, calibre 12, su pistola Browning 9 milímetros de 14 tiros y una granada de fragmentación al cinto, ese es el armamento que tenía Carlos en ese momento, salía de noche, porque a pesar de que el problema de la vista le dificultaba la marcha en la oscuridad, el primer trecho había que hacerlo por un camino transitado antes de penetrar al monte por una abra, las abras son los caminos de monte, de montaña. El camino donde precisamente lo esperaba el enemigo, o sea, él tomó el camino donde estaba la emboscada, ya detrás de sus pasos, ya lo había detectado. El camino donde precisamente lo esperaba el enemigo ya detrás de sus pasos, olfateando en el aire que Carlos Fonseca al que habían dado por muerto otras veces se encontraba en la montaña, porque cuántas veces dieron por muerto a Carlos", relató.
Continuó citando que "así fue que cayó en Boca de Piedra, comarca de Zinica, esa misma noche el 7 de noviembre de 1976, sorprendido por una patrulla de guardias a pocas horas de marcha de El Varillal, en donde nos habíamos despedido sin que yo lograra oír los tiros debido al ruido del aguacero que siguió cayendo hasta el amanecer, combatió en desventaja y cayó con él otro compañero que le decían 114 y Danilo, el otro campesino pudo escaparse, pero luego fue emboscado en otro trecho de camino y lo mataron también, entre 9 y 11 de la mañana del día siguiente mientras nos alejábamos de El Varillal, escuchamos disparos por rumbo de Boca de Piedra, acompañado de explosiones, a lo mejor era esa la hora en que estaban matando al campesino, ahí es donde se piensa también que estaban matando a Carlos, no sé, nunca llegamos a averiguar, qué se hizo la documentación que yo mismo le había acomodado debajo de la camisa, si alcanzaría a esconderla mientras huía o la encontró la guardia en su cadáver".
"Fue directo a su muerte, Carlos Fonseca, obsesionado por esa idea de una reunión imposible, que no se le apartaba de la mente, medio ciego, guiado por un niño bajo la lluvia en la noche cerrada de la montaña y cercado por los peores presagios y patrullas asesinas, helicópteros de presa, las comarcas sembradas de muertos, los ranchos y las milpas quemadas de caminos, vigiladas palmo a palmo, la guardia campando en las capillas y en las ermitas y cuando todo el mundo nos denunciaba por miedo y eran pocos los que se atrevían a colaborar, y ya nunca llegó a la vega del río Iyás, ya nunca se dio la reunión que tanto lo desvelo y que le costó la vida, así lo despide el Comandante Francisco Rivera a nuestro hermano Carlos, así lo despide", expresó.
El Comandante comentó que fue una descripción bien dramática, "qué situación más dura, más terrible, pero bueno, ahí estaba la conciencia, el amor a la patria, el amor a la soberanía, el amor a la libertad, el amor al pueblo y el compromiso de luchar para alcanzar la libertad y con la libertad la paz para este pueblo, y paz con bienestar, porque no puede haber paz sin bienestar, que es lo que estamos haciendo en estos tiempos".
"Y le decimos a Carlos, que aquí hay un pueblo y hay una juventud que está multiplicada por todos lados, una juventud que está realizando jornadas de servicios, de atención, de cooperación al pueblo y sobre todo a los más humildes,a los más empobrecidos, porque Juventud Presidente, sirviéndole al pueblo también, la Juventud Presidente sirviéndole al pueblo también que tiene muchas demandas, bien todos los sabemos y que con esta juventud que se está forjando, fíjense bien este relato que les he leído en las condiciones en que ya Carlos hace el tránsito a la inmortalidad, estoy seguro que ustedes esa disposición ese valor, ese coraje lo llevan adentro, lo llevan en el alma y están dispuestos si fuesen necesarios a dar la vida misma por la patria, por la libertad, por la soberanía, por Nicaragua. Carlos Fonseca es de los muertos que nunca mueren", finalizó.