El presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega, durante su intervención en el acto de 40 Aniversario de Fundación de la Policía Nacional dijo que los gobiernos neoliberales no son más que una reproducción de lo que fue el somocismo.
“Podríamos decir más bien que tuvimos gobiernos somocistas, del 25 de abril de 1990 hasta el 10 de enero del año 2007”, enfatizó.
El comandante Daniel Ortega se refirió al informe, el resumen que hizo el primer comisionado general Francisco Díaz y donde en pocas palabras se resumía la historia de la Policía Nacional, destacando el compromiso de la Policía con el pueblo, su relación estrecha con el pueblo desde su nacimiento hace 40 años.
“Nació del pueblo y ha venido trabajando con el pueblo, y eso explica cuando un gobierno con una actitud totalmente extremista, poniendo en riesgo la seguridad del pueblo nicaragüense, se empeñaron en buscar como ahogar a la Policía Nacional y también al Ejército, reduciéndoles año con año el presupuesto, no haciendo mayores gestiones para que pudiesen fortalecerse con equipamiento técnico, modernizarse, apostando a la extensión de la Policía y el Ejército, sin darse cuenta o sin querer ver que con eso ponían en riesgo la seguridad y la vida de todos los nicaragüenses, incluyendo la de los que estaban en ese momento gobernando”.
No obstante, dijo, la Policía, con esos datos dramáticos que nos recordaba el primer comisionado Díaz, reducida totalmente, igual el Ejército, como nos lo recordaba el general Avilés en el 40 aniversario del Ejército, con esas grandes limitaciones, terribles limitaciones, con gobiernos que conspiraban contra ellos y apostaban a su desintegración, lograron resistir, lograron mantener la cohesión, la unidad, lograron cumplir hasta donde lo permitían en esos momentos las condiciones materiales de estas instituciones.
“Lograron cumplir con la defensa de la soberanía nacional, el combate al delito, el combate a la delincuencia y era lógico que se hacía el esfuerzo, pero como las condiciones eran realmente muy difíciles para las instituciones, no se podían lograr los avances y alcanzar los éxitos que se han alcanzado en los últimos años”, subrayó.
El compañero presidente señaló que es responsabilidad de un gobierno, independientemente de su ideología y pensamiento político, fortalecer a las instituciones que resguardan la seguridad y la soberanía del país, pero realmente eso que llaman gobiernos neoliberales no son más que una reproducción de lo que fue el gobierno somocista.
“Podríamos decir, más bien, que tuvimos gobiernos somocistas, del 25 de abril de 1990 hasta el 10 de enero del año 2007. Tuvimos gobiernos somocistas porque mientras nosotros logramos sacar del analfabetismo a nuestro pueblo en los años 80, y el somocismo en mantener a nuestro pueblo con más del 60 por ciento de analfabetismo, y eso le llamaban, los ricos, decían los empresarios que crecían con el somocismo, decían estamos con crecimiento extraordinario, claro, crecimiento económico para ellos, pero para los campesinos, para los trabajadores, desempleo, hambre, subempleo y 60 por ciento de analfabetismo”, apuntó.
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“Nosotros logramos reducirlo a 11 por ciento ese analfabetismo en solo el inicio de los años 80. Y de abril del 90 a enero de 2007, el analfabetismo había crecido nuevamente en nuestro país, ya andaba rondando el 40 por ciento. Ese es resultado de gobiernos somocistas que les importa muy poco el pueblo, los campesinos, los trabajadores”, reiteró.
Dijo que los gobiernos neoliberales, somocistas, son los que quieren nada más la riqueza para ellos, a costa del sudor, del trabajo, del analfabetismo del pueblo, y que por eso no es casual también que, en ese período somocista del 25 de abril de 1990 hasta el 10 de enero de 2007, se privatizó la educación y se privatizó la salud.
“¡Sálvese quien pueda! ¿Y quiénes eran los que podían salvarse en esas condiciones? ¿Los pobres qué?”, cuestionó.
Dijo que se privatizaron servicios vitales, esenciales, que se habían logrado rescatar para el pueblo desde el año 1979, “entonces, todo eso le fue arrebatado a nuestro pueblo por esa práctica somocista de gobiernos somocistas”.
Recordó que también se dieron a la tarea de buscar cómo quitarles la tierra a los campesinos, la tierra que les había entregado la reforma agraria y a buscar indemnizaciones donde ya habían recibido indemnizaciones. Es decir, las prácticas somocistas del saqueo y del robo con la máscara de que eran los gobiernos demócratas, igual que Somoza, era un gobierno demócrata reconocido por la comunidad internacional, reconocido por los Estados Unidos.
Gobiernos neoliberales: Un cruzar por del desierto
“Y como les decía, en esas condiciones, que fue un cruzar por el desierto para este pueblo, para sus instituciones, para la Policía, para el Ejército, para los trabajadores de la salud, para los maestros que fueron despedidos masivamente. Recortes de personal en áreas fundamentales, simplemente para tener más dinero, para hacer sus propios negocios”, recordó.
No obstante, dijo que en esas difíciles condiciones la Policía Nacional siguió trabajando, las instituciones, los trabajadores que están en la salud, que están en la educación, que están en servicios básicos, los que quedaban, los que no habían sido corridos, también siguieron trabajando y eso es lo que demuestra la fortaleza de este pueblo, lleno de una energía infinita, gracias a Dios.
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El presidente Daniel Ortega recalcó que ahora en este 40 aniversario de la Policía Nacional el reto siempre es ir combatiendo la pobreza, la extrema pobreza.
“Hemos avanzado, es cierto, pero falta, para que nuestro país desaparezca la extrema pobreza y la pobreza. Hemos avanzado en el campo de la seguridad de manera extraordinaria, pero tenemos que avanzar aún más todavía”, afirmó.
“Igual en salud, igual en la educación, en medio de los intentos del somocismo en abril del año pasado, pensando que ya se hacían de nuevo con el poder, con toda su virulencia, con toda su práctica terrorista. Quemando policías, torturando policías, asesinado policías, amenazando a los compañeros del Ejército. Y como habíamos dado la orden de que la Policía debía de resguardarse, el Ejército cumplir con sus misiones de defender la soberanía y proteger áreas estratégicas. No eran el Ejército y la Policía una fuerza de combate contra el terrorismo, eso los hacía creer, sí, a ellos, que estaban ganando la guerra”, relató.
“Y ya decían que iban a conquistar y tomarse los cuarteles del tal ciudad y después los cuarteles de tal otra ciudad. Y destruyendo centros de salud, puestos de salud, quemándolos, destruyendo, quemando escuelas, asesinado a diestra y siniestra, trancando el país, trancando el tráfico y alentados por todos aquellos que habían acumulado las riquezas desde la época del somocismo y que luego habían desdentado el poder en ese periodo, de 1990 hasta 2007”, añadió.
“Y pensaron que era la hora de tomar nuevamente el poder cuando el país tenía condiciones excepcionales de crecimiento económico, de crecimiento en el empleo, de estabilidad, de seguridad. Se juntaron ahí todos los demonios y llegó un momento que después de múltiples esfuerzos que hicimos para que cesaran de sus actos criminales, no quedó más camino que los que establecen las leyes y que nos reclamaban aquí, incluso, los de la embajada norteamericana, que por un lado alentaban por debajo le echaban leña al fuego y por otro lado cuando estos terroristas también los asaltaban a ellos, les capturaban sus vehículos con sus placas diplomáticas, les quitaban las armas que andaban ellos en sus vehículos”, recordó.
“Entonces nos decían: ‘¿Y qué hace la Policía? ¿Para qué está la Policía?’ Ellos pidiéndonos que sacáramos a la Policía. Mientras nosotros, haciendo esfuerzos para que los que aparecían en el diálogo votando siempre a favor de los tranques. Eso no se puede olvidar”.
También recordó cuando en ese diálogo que era transmitido por radio, por televisión, en directo, en vivo y a todo color, porque ellos así lo exigieron, cuando llegaban los campesinos, los productores, la gente de los barrios, la gente de los pueblos, a decir que había que pedir que se suspendieran los tranques, y se sometía a votación, la delegación del gobierno, lógicamente con los campesinos levantaban las manos para que se suspendieran los tranques.
En este sentido, agregó que los del otro lado, los representantes del capital que se hizo sobre la sangre de Sandino, el capital que se construyó con la tiranía somocista, mancomunados con lo que Cristo llamó, sepulcros blanqueados, ellos votaban para que se mantuvieran los tranques.
“Porque decían, ‘ya esta gente va de viaje’, así lo decían, ‘ya tiene listo el avión’, decían. No entendían que estábamos agotando todos los recursos, incluyendo, recuerdo, el último intento que hicimos de esas famosas comisiones que se dicen defensoras de derechos humanos”, recordó.
“Tenían aquí delegados las Naciones Unidas, la OEA, se les dijo a ellos que formaran una comisión para que esta comisión fuese tranque por tranque. Ese fue un acuerdo que se tomó, para que fuesen tranque por tranque a darle garantías a esos criminales, que desmotaban los tranques y no se les iba a detener, (que) no se les iba a juzgar por sus crímenes, y se fueron los de las comisiones acompañados de representantes de la Iglesia Católica, porque algunos representantes de la Iglesia Católica echaron leña al fuego. No mostraron amor al prójimo. Y se iban con ellos, con los de la comisión de derechos humanos de la OEA, con los de la comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas, y se iban a los tranques que se mantuvieran, eso fue lo que se fueron a hacer, a decirles que se mantuvieran, que la cosa estaba bien, que la policía no salía, que la policía estaba derrotada y que en cualquier momento caían los cuarteles de la policía y que después iban con los cuarteles del Ejército”, recordó.
“Una locura completa. No entendían lo que era tener paciencia, porque son momentos (en los) que se necesita tener la paciencia de Job, porque en cualquier otro país del mundo, la reacción no se hubiera hecho esperar de parte de las fuerzas encargadas de resguardar el orden. No se hubiera hecho esperar, porque eso no se negocia”, afirmó.
Dijo que se llegó a ese extremo y luego, ya agotados esos recursos y cumpliendo con lo que manda la constitución, la policía tenía que salir de sus cuarteles a restaurar el orden, a desmontar los tranques y darle tranquilidad al pueblo que estaba pidiendo también que la policía saliera a poner el orden.
Hizo énfasis en que en esas condiciones el país no se detuvo, se continuó con la construcción de carreteras, de hospitales, de pasos a desnivel de tal manera que, ya finalizando el año 2018 y empezando 2019, empezamos a inaugurar esas obras que ya se concluían como los pasos desnivel aquí en Managua, como cantidad de caminos y carreteras en todo el país y sobre todo esa carretera que une al Caribe Sur con el Pacífico, esa carretera que lleva a Bluefields.
“Y con todo lo que ellos dicen, porque estos somocistas siguen sembrando la cizaña, amenazando, el país sigue adelante, el pueblo sigue adelante y la Policía está obligada a seguir defendiendo a la ciudadanía, a brindarle seguridad a la ciudadanía, a brindarle acompañamiento al pueblo nicaragüense. Y así como en los Estados Unidos o en Europa no dudan un segundo en detener a un terrorista, como lo encuentran haciendo planes y más aún cuando están ya, no solamente con planes en la cabeza, o planes tirándolos en la redes sociales, sino que ya están en sus laboratorios armando los artefactos de terror, como sucedió en estos días, antier, en este país europeo, ahí no dudan en capturarlos, investigarlos quienes los están financiando, quienes los están alentando, de dónde viene el financiamiento para el terror”, afirmó.
“Es decir, la obligación de cuidar de la seguridad de las familias nicaragüenses contra todos estos delitos, desde el delito menor, hasta el delito mayor, es una obligación de la Policía Nacional”, recalcó.
Para finalizar, el comandante Daniel Ortega se refirió y saludó a los queridos hermanos, queridos compañeros de la Policía Nacional, compañeros, compañeras de la Policía Nacional que este día con las delegaciones de policías de países hermanos.
También mencionó a los hermanos embajadores que estuvieron presentes en el acto, entre ellos el embajador de la República Árabe Saharaui, Sueiliman Tieb Ahmed Salem, de China-Taiwán, de la República de Cuba, de República Dominicana, de Ecuador, de la República Islámica de Irán, del Estado Palestino, de Venezuela, de Bolivia, de El Salvador y encargados de negocios presentes.
Hizo un especial saludo a la encargada de negocios de Costa Rica, a la querida embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de los Estados Unidos Mexicanos, Carmen Moreno Toscano, que ya ha presentado cartas credenciales en la cancillería. “Nuestro saludo para la embajadora y para todos los representantes de países hermanos. El embajador de Guatemala, Jaime José Regalado Olivas, y todos los miembros del cuerpo diplomático que acompañan este día a la Policía Nacional, es decir al Pueblo Nicaragüense en el 40 Aniversario de la Policía Nacional”.
Felicitó a los compañeros y compañeras que han recibido su grado desde el grado de inspector, hasta el grado de comisionado general en todo nuestro país, “para todos ellos nuestro reconocimiento, hombres y mujeres dedicados a tiempo completo a servirle a la población, a servirle a la ciudadanía nicaragüense y sabiendo que un grado significa mayor responsabilidad. Eso lo saben ustedes perfectamente queridos hermanos, queridas hermanas, y que esto lo sabe reconocer el pueblo nicaragüense y de ahí la confianza y el cariño que la gran mayoría de los nicaragüenses tienen a la Policía Nacional, la mayoría y acompañan en sus labores a la Policía Nacional. En este 40 Aniversario reciban todo el amor, todo el cariño del pueblo nicaragüense, todo el honor y toda la gloria de la Patria de Darío y Sandino”.
Que viva la Policía Nacional en su 40 Aniversario.
¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
