El presidente de Nicaragua, comandante Daniel Ortega, durante su intervención en el acto de conmemoración del 39 aniversario de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua, inició saludando a los hermanos nicaragüenses, a las familias de estas tierras que dieron hijos como Diriangén, como Andrés Castro, como José Dolores Estrada, como Benjamín Zeledón, como Sandino, como Carlos Fonseca, como Tomás… “Hoy 13 de agosto, cumpleaños Fidel y cumpleaños de Tomás”, subrayó.
El presidente relató los inicios de la Fuerza Naval destacando que cuando ve a Lumberto Campbell inmediatamente recuerda “y lo comento nuevamente, a como hace tiempo lo comenté que en el mes de octubre hicimos un recorrido por las minas en el mes de octubre del año 1979, recién el triunfo de la Revolución, julio, agosto, septiembre, octubre, y fuimos allá al Triángulo Minero, y ahí a proclamar la nacionalización de las minas”.
Dijo que en ese tiempo los acompañaba ese extraordinario escritor de origen argentino y francés, Julio Cortázar.
“Íbamos ahí caminando por las calles y la altura de Cortázar destacaba, acompañaba también René Vivas, entre otros compañeros. Íbamos a ese acto, se suponía que luego regresábamos a Managua. Recién se había instalado el Gobierno Revolucionario, la junta de gobierno de Reconstrucción Nacional”, añadió.
“Ya para septiembre se había emitido el decreto de la creación del Ejército, un ejército que en ese momento era una fuerza guerrillera que estaba ahí sentando las bases sin mayores armamentos, sin medios aéreos, sin medios blindados y sin medios navales. Y dijo vamos a hacer un recorrido por la Costa”, contó el presidente de la República.
Miskitos son grandes navegantes
El comandante Daniel Ortega relató que durante ese viaje al Triángulo Minero iba acompañado de la compañera Rosario y un periodista cubano ya fallecido, Pedro Lovaina, conociendo esa otra gigantesca parte de Nicaragua que hasta entonces desconocía.
Cuenta el comandante Daniel Ortega que todavía no había nacido formalmente la Marina para ese entonces, durante ese viaje mientras se dirigían a la zona del puerto se encontraron con un guardacostas del que ya había tomado posesión el pueblo.
“Y cuando vimos el guardacostas empecé a conversar con los compañeros. Era un guardacostas de los que tenía el Ejercito de Somoza, que como sabemos había sido formado, entrenado, dirigido, antes de ser constituida la Guardia Nacional, fue dirigida por los oficiales del Ejército Norteamericano que tenían intervenida Nicaragua y habían gestionado a través de Israel, guardacostas, también tenían unos aviones push-and-pull y los Arava”.
“Con los push-and-pull fue que nos vimos la cara allá en octubre (de 1978), primer combate que teníamos nosotros con una ametralladora calibre 30, y el avioncito disparando cohetes. Nos parecía que nos estaba apuntando, esa es la sensación que da al tirador cuando el avión viene descendiendo y se detiene cuando va a salir el cohete, y salía el cohete y nosotros tirándole”, apuntó.
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— El 19 Digital (@el19digital) August 14, 2019
La actividad de conmemoración del 39 Aniversario de la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua fue presidida por el Comandante Daniel Ortega Saavedra, Presidente de Nicaragua y el General de Ejército Julio César Avilés,en el Olof Palme. pic.twitter.com/c3MkjPlsoP
Siguió su relato destacando que no conocían un guardacostas. “Era un hierro, muy sólido de construcción, muy sólida. Yo diría que no sé cuántos guardacostas encontramos de fabricación israelí, no sé si encontramos uno más, pero de lo que estoy seguro de que ahí encontramos un guardacostas. Y nosotros recorriendo el guardacostas y los compañeros explicándonos. ¿Y quienes eran los que nos explicaban? Los compañeros misquitos. Y les pregunté: ¿Y ustedes pueden manejar este guardacostas? Claro que sí, nos dicen. Habían entrado al guardacostas en julio de 1979. Había pasado, agosto, septiembre, ya para octubre tenían dominio del guardacostas”.
El presidente Daniel Ortega destacó que los misquitos son grandes navegantes “y les dije, ¿y ustedes se sienten capacitados para que hagamos un recorrido en este guardacostas y nos vayamos por toda la costa del Caribe y que lleguemos a Bluefields? Pero primero les voy a preguntar, ¿Han hecho ese recorrido ustedes? No, respondieron. ¿Pero podrán llegar?, les digo. '¿No nos vamos a perder ahí quien sabe a dónde?' 'No', volvieron a responder. Llegamos, dijeron”.
Prosiguió el relato de como empezaron a navegar desde Bilwi, buscando para el Sur, recorriendo las costas de la región autónoma del Caribe Norte, deteniéndose en los puertecitos que existen ahí.
“Ahí está un puertecito que se conocía como puerto Isabel, que lo habían construido las empresas mineras para sacar la broza de la zona donde ellos tenían la concesión minera, pero en lugar de procesar, y que el país o el gobierno tuviera idea de que cantidad de oro se llevaban, lo que se llevaban era la broza, la sacaban en barcaza y la iban a procesar al norte. ¿Cuánto oro se llevaron ahí? Ni idea tenemos”.
“Y recuerdo que ahí desembarcamos en el puertecito, anduvimos recorriendo el pueblo y así las diferentes comunidades y ya acercándonos a Bluefields, nos detuvimos frente a una comunidad donde no había puerto, pero en cuanto nos detuvimos frente a la comunidad, inmediatamente salieron los comunitarios en sus botes de remos a toda velocidad a acercarse al guardacostas”.
Sentido comunitario
“No había otra forma de llegar a la comunidad. Por tierra no había acceso a la comunidad, solamente por mar o por ríos ahí adentro, el acceso era ese, y eso lo sabían los comunitarios, barco que se para a la comunidad, ahí viene gente que vendrá a dar su vuelta a comprar algunas cositas, a comer. Entonces descendimos del guardacostas, bajamos a los botecitos y ya nos transportamos a Tasbapauni”.
El presidente Daniel comentó que en Tasbapauni era un lugar totalmente envuelto cobijado con la naturaleza donde las casas no tenían cerco ni división de lotes y donde el sentido comunitario extraordinario asombraba. Durante el recorrido compartieron con los directivos y la comunidad hasta llegar al Caribe Sur donde los esperaba con un trombón, el poeta Carlos Rigby.
Dice el comandante Daniel Ortega que era realmente entrar en una comunidad que era una Laguna de Perlas, la belleza, la armonía con la naturaleza. Pero a diferencia de Tasbapauni, ahí se sentía ya la fuerza de la música afrodescendiente.
“Y luego estamos ya a un paso de Bluefields, la capital del Caribe Sur y lo lógico, era bueno, vámonos para Bluefields. De Bluefields nos vamos por el río Rama y ya después a buscar la carretera para regresar a Managua, pero sabíamos que por ahí estaba Corn Island, ya mar adentro. Y entonces le pregunto a los marineros estando en Corn Island, les pregunto: Ustedes nunca habían llegado a estos lados y han logrado llegar, pero bueno aquí se hace fácil porque venimos por el litoral y ustedes se vienen guiando por la costa, pero... ¿Podrán llegar a Corn Island? ¿Podrán llevarnos a la Isla del Maíz? Ahí está la Isla del Maíz Grande y la Isla del Maíz Chiquita. ¿Podrán llevarnos allá y no perdernos? Porque ya se trataba de ir mar a dentro y si de repente los marineros se equivocaban pasamos al lado de Corn Island y quién sabe dónde íbamos a parar”.
Agrega que entonces, empezaron, y ellos leían cartas, claro eran marineros, la vida de la costa es de marineros, de pesca, entonces empezaron con las cartas que habían encontrado en el guardacostas y empezaron a estudiarlas, y hablaban entre ellos en miskito y luego dijeron: Si, podemos llegar. Vamos a Corn Island.
“Ahí era en unas cuantas horas para llegar a Corn Island y cuando habíamos recorrido no sé cuánto tiempo, una hora, dos horas y empieza la tormenta. Ya mar adentro, una tempestad y la lluvia, los truenos, y el guardacostas que saltaba sobre las olas enormes y volvía a caer, y nosotros bastante preocupados. Y los misquitos, más bien, con cada golpe de ola gritaban de alegría, se sentían en dominio del mar, se sentían que estaban en su propio hábitat”.
“Y seguíamos navegando, seguíamos navegando y ya en medio de la violencia del oleaje y bastante preocupado porque corría el tiempo y no mirábamos luces, porque de acuerdo con lo que habíamos hablado con ellos ya deberíamos de haber empezado a ver las luces y buscábamos las luces nosotros y no mirábamos la luces y total que se nos volvió aquella navegación, que llenaba tanto de alegría a los misquitos, nosotros dijimos quien sabe dónde vamos a parar. Ya teníamos dudas, yo creo que ya pasamos Corn Island y quién sabe dónde vamos a parar. Pero de pronto empiezan a gritar. Los misquitos son los primeros en ver las lucecitas de Corn Island. Nos aproximamos, llegamos a Corn Island y ya todos contentos respiramos, todos respiramos. Y luego fue el retorno ya con más confianza a Bluefields y luego el retorno a Managua”.
“Fíjense que ese fue, si se quiere, el primer guardacostas, que en ese momento con esa travesía estaba bautizando el primer guardacostas de la Fuerza Naval que todavía no se había constituido formalmente. Pero ahí estaba ya bullendo la Fuerza Naval".
Una Fuerza Naval que ha alcanzado capacidad operativa
“Hoy estamos en el 39 aniversario de la constitución, ya como institución y le informaba a nuestro pueblo, nos informaba el comandante en jefe del Ejército, el general Julio Cesar Avilés, cómo ahora tenemos dos corbetas, que son fabricadas en Holanda, y otro barco -para proteger nuestras costas, resguardar nuestra soberanía, combatir el narcotráfico, el crimen organizado, proteger la pesca, etcétera- que era el de mayor dimensión que teníamos, y lo teníamos en el Caribe ahora está en la zona del Pacífico, reforzando la zona del Pacífico. Y otro guardacostas que hacen que tengamos una Fuerza Naval que, digamos, ha alcanzado la capacidad operativa, tanto por los medios navales, y por la capacidad también de los marineros, para poder resguardar la soberanía nacional y participar también como bien lo explicaba el Jefe de la Fuerza Naval, el contralmirante Ángel Eugenio Fonseca Donaire, muy claro lo explicaba usted, querido hermano”.
El compañero presidente Daniel Ortega destacó las labores en los procesos electorales, ante los embates de la naturaleza y otras tantas acciones que desarrolla la Fuerza Naval con disciplina y conciencia. Para un miembro de la Fuerza Naval demanda de mucho espíritu solidario, de mucho sacrificio, porque no es el trabajo de 8 de la mañana a 5 de la tarde, o 5 de la mañana a las 10 de la noche, donde la familia sabe que, así como salió por la mañana va a retornar por la tarde.
Dejó claro que se trata de un trabajo noble, un trabajo que exige, mucha ideología. “Y cuál es la ideología que tiene que privar, la ideología de la solidaridad, ese principio cristiano que todos conocemos, de amar al prójimo como a ti mismo, es lo que le da la fortaleza a los soldados, a los policías, y le da la fortaleza a sus familiares para acompañarlos aún en la distancia, aun en largos períodos sin poder verlos, acompañarlos y sentirse cerca, unos con otros”.