El comandante Edén Pastora Gómez aseguró este jueves que el asalto al Palacio Nacional era una acción necesaria para derrotar al dictador Anastasio Somoza Debayle, porque en 1978 este había superado todas las crisis y los golpes ejecutados por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

Pastora relató en la revista En Vivo de Canal 4, vivencias y anécdotas ligadas a esa gesta heroica que permitió la liberación de los guerrilleros del Frente Sandinista, una importante recuperación económica y la publicación simultánea de varios comunicados sandinistas en los medios de comunicación del país y de la propia dictadura.

Explicó que la operación que conmovió al mundo durante tres días, "fue un operativo mandado a hacer por nuestra dirección tercerista, era el comandante Daniel Ortega, hoy nuestro presidente, Humberto Ortega, y Tirado López".

"Un operativo que era necesario hacerlo. Era una obligación cumplir esa orden de la Dirección Nacional. Porque Somoza, el dictador, el jefe de una dictadura cruel, espantosa, que no hay palabras en el castellano cómo explicarlo, era tanta crueldad, tanta brutalidad, tanta destrucción y muerte, tanta explotación del hombre por el hombre, tanta corrupción que era necesario hacerlo", añadió.

"Definitivamente Somoza, en ese momento estaba más fuerte que nunca, había superado la crisis que le había generado la toma de San Carlos, había superado la crisis de los combates en Piedra Quemada, los combates en Masaya. Había superado la crisis del asesinato de Pedro Joaquín Chamorro, ya lo había superado", comentó.

Señaló que el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter le había escrito una carta a Somoza, de puño y letra, felicitando por sus avances en los derechos humanos. Vean qué barbaridad!

"Y ofreciéndole un préstamo de 70 millones de dólares, en aquel entonces 70 millones era hablar de 200, 300 millones de dólares, estaba fuerte Somoza. Entonces se vio la necesidad y vino la orden de la Dirección Nacional y la cumplimos, bien cumplida", indicó.

"¿Qué sentí cuando entramos al Palacio?", se preguntó. Y respondió: "Yo era una maquinaria fría, llevaba un programa en la computadora, en el disco duro y obedecía ese programa".

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"¿Cuál era el programa? Todo lo que ustedes vieron ese 22 de agosto, el miedo, el pánico, lo sentía, cuando iba en el camino, en la calle, yo veía las calles de Managua y me preguntaba será la última vez que veo Managua", confesó.

"Y se vino al recuerdo a mi mujer que la había dejado panzona con cinco, seis meses, de embarazo y mis hijos, niños, y sentía una corriente en todo el cuerpo que se me ubicaba en el pubis y sentía ganas de orinar y cuando sentía todo eso y quería sobreponerme, daban ganas de salir en carrera y llegar a la puerta de mi casa y gritar: Mamá!", expresó.

"La Tunga, que la llevo al lado, que lleva un garand, un negrito chaparrito, que lleva un fusil que le llega hasta aquí, es chaparro, es negrito, pero con unos huevos de oro. Se voltea adonde mí y me dice, comandante dígame algo que llevo miedo, Le digo: Miedo, no joda ¿y eso que lleva en la mano? Si morís es matando a estos asesinos que nos matan", refirió.

"Entonces soltó el garand y dijo: Jueputa eso es lo que quería oír y se convirtió en un monstruo, por supuesto, yo también", comentó Pastora.

Luego habló de su vivencia íntima: "Y de ahí en adelante ya no siento nada y estoy con el disco duro, llego a las puertas del Palacio y digo: Tonga, frente al guardia que está armado que nos está viendo. Adentro, adentro ya, obedeciendo el programa, ya convertido en una maquinaria fría", dijo.

eden pastora

"El guardia al ver a la Tunga parado frente a él y verme a mí el oficial, que íbamos disfrazados de EEBI, me dice el guardia. Oficial ¿Qué pasa? Viene el Jefe, que era Somoza, entregue el arma. Sí Señor, me dice. Yo voy a quitársela y él me entrega el arma", relató.

"Andate largo si no te querés morir le dije, y así seguimos al piso de arriba y así entramos y operamos y se dio lo que el pueblo de Nicaragua vio y celebra hoy con alegría y celebra hoy como que fue ayer", continuó.

Pastora refirió el objetivo de la misión: “Pretendíamos sacar, liberar a nuestros compañeros presos, importantísimo en la dirigencia del Frente, que nosotros no veíamos tendencias, veíamos una forma de luchar, que nosotros creíamos que era la única forma que nosotros creíamos que podíamos derrotar a Somoza”.

El comandante Edén Pastora destacó que este operativo "se recuerda como que fue ayer, que el pueblo lo recuerda como que fue ayer, que nosotros los del comando, yo en lo personal siento que fue ayer".

Porque fue tan grande, tan grande, tan importante, tan histórico, que el pueblo en general lo recuerda como que fue ayer”, añadió.

Recordó igualmente una anécdota con Luis Manuel Debayle, primo hermano de Somoza: “Después del operativo practicamos una amistad con él, porque a él le impactó mucho la forma cómo lo tratamos, con respeto, no como ellos nos trataban a nosotros”, dijo.

Le impactó y practicó una amistad conmigo, en esa amistad me contó, que un día viajando con su primo hermano Anastasio Somoza Debayle, tocaron el tema de Sandino y que Somoza le dijo: Sandino, un gran patriota, un héroe, de las cosas más grandes de este pueblo”, relató.

Sandino inmortal, y que le habló bellezas de Sandino. Y que entonces él sorprendido le dije: ‘General, diga eso en público, quítémosle la bandera al Frente’. ‘No me jodás ¿no te acordás que mi papa lo mandó a matar?”

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