El dengue en Nicaragua ha motivado emitir una alerta epidemiológica que ha sido altamente exitosa desde el pasado 30 de julio.
Las muertes por dengue en Nicaragua han sido mínimas respecto a los países de América Latina donde se han registrado fallecidos por esta causa, de acuerdo con los registros del Ministerio de Salud (Minsa) sin embargo las acciones de prevención y atención a las familias ha sido constante.
Para saber por qué ha sido que el país centroamericano ha consolidado un verdadero muro ante el avance de esta enfermedad transmitida por el mosquito es necesario hacer un análisis del funcionamiento del sistema de salud.
Siempre alerta
En Nicaragua se activan los mecanismos, inclusive antes de que se produzcan los casos.
Esto significa de que el modelo de salud se enfoca en la prevención, para hacer que sean menos los casos que se presenten como positivos.
El secretario general del Minsa, Dr. Carlos Sáenz, explica a El 19 Digital que se cuenta con un sistema de vigilancia epidemiológica, desde que se trabaja de manera articulada con la red comunitaria en cada barrio y comunidad.
A este nivel se trabaja con brigadistas de salud pero también con parteras, miembros de los gabinetes de las familias, comunidad y vida, líderes comunitarios y otros colaboradores voluntarios.
“Ante cualquier síntoma que puedan identificar nuestros líderes (comunitarios), ellos sensibilizan a las personas para que acudan a la unidad de salud más cercana y ellos a veces acompañan a la persona a la unidad de salud”, explica.
¿Cuáles son los síntomas del dengue?
Mientras toda la cadena está en funcionamiento, el Ministerio de Salud envía de manera permanente mensajes clave para detectar síntomas como:
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Fiebre
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Dolor de cabeza
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Dolor detrás de los ojos
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Dolores musculares o articulares
Simultáneamente se ejecutan intensas jornadas de fumigación, destrucción de criaderos, visitas de sensibilización para promover la higiene, la aplicación del BTI que sustituye al abate convencional y eliminación de criaderos, principalmente en zonas donde se han detectado más casos.
Comportamiento
Las unidades de salud cuentan con una red de servicios, en la que existe una atención a febriles, en la que a su vez hay personal de salud que examina el comportamiento de personas con temperatura alta, descartando o confirmando el caso.
Sáenz recuerda que en esta instancia la fiebre también puede ser provocada por otros cuadros como faringoamigdalitis, una infección en las vías urinarias o un proceso diarreico por lo que es preciso hacer las evaluaciones pertinentes.
Sin embargo mientras exista la sospecha la persona permanece hospitalizada en la unidad de atención a febriles por al menos 24 horas o si se estima mayor el tiempo, el paciente es trasladado a la sala de febriles.
Ahí se le da un seguimiento estricto cada dos horas, tanto en la unidad de atención a febriles como en la sala de febriles y si ahí llegara a una complicación (o) si llega un paciente con complicaciones mayores se puede pasar a una Unidad de Cuidados Intensivos.
"Cuando ya llega una persona grave, en condiciones graves, entonces lo pasamos directo a la unidad de cuidados intensivos”, precisa.
Exámenes minuciosos
En este punto inician un proceso de exámenes minuciosos para cuidar el estado hemodinámico del paciente, entre ellos:
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Toman de signos vitales cada dos horas.
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Monitoreo de la frialdad en las extremidades.
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Consulta sobre dolores abdominales.
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Monitoreo de la condición de conciencia.
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Exámenes para determinar si las plaquetas están bajando.
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Otros exámenes de rutina como pruebas hepáticas.
“Lo importante es el cuidado y seguimiento estricto durante ese período que se encuentra en nuestra unidad de salud”, dice.
“Si hay un paciente que hay que trasladarlo a otra unidad de mayor nivel de resolución, tenemos una red de médicos especializados en la lucha contra el dengue, en el manejo del caso clínico, donde se hace las interconsultas por teléfono o si se requiere presencial y en ese momento se valora en qué momento hay que hacer el traslado de este paciente”, reseña.
Errores fatales
Ante el dengue se pueden cometer errores graves y el primero de ellos es subestimar la enfermedad.
La principal acción a tomar es no dudar en acudir a las unidades de salud siempre que se tenga fiebre u otros síntomas asociados.
“No es lo mismo que se complique en la casa que llegar a crearse una situación de complicación en una unidad donde están los médicos y todo el personal para atenderlo de manera oportuna”, comenta el Doctor Sáenz.
Del mismo modo es vital no auto medicarse y en especial, evitar tomar aspirina, pues sus compuestos pueden complicar el cuadro y provocar hemorragias u otras complicaciones.
Situación del perfil epidemiológico
Nicaragua es en el ámbito de las Américas el país con la más baja letalidad de personas por dengue, precisamente por el abordaje oportuno y el nivel de sensibilidad que ha cobrado la población.
“Antes la gente llegaba a la unidad de salud y a las pocas horas quería irse a su casa y ahora si es necesario permanecer un día, dos días, tres días, lo que sea necesario, ahí la familia permanece para que a su paciente se le dé el tratamiento adecuado”, comenta.
A esto se le debe sumar también las condiciones que han venido siendo creadas en los hospitales, para que la estadía sea la más cómoda posible.
¿Los niños son más propensos?
El virus del dengue tiene 4 serotipos y de combinarse dos o más de ellos se pueden presentar mayores complicaciones.
En Nicaragua circula desde hace 3 años únicamente el de tipo 2, que afecta principalmente a niños o adultos mayores.
“Por eso es que ves en los adultos, si no que lo ves en las edades extremas, en los niños o las personas mayores de 60”, explica.
“Estas dos edades extremas son las de más alto riesgo y cuando les dan pueden complicarse con mucha facilidad”, menciona el Secretario general del Minsa.
Por lo tanto los cuidados son mayores cuando se presentan casos en menores. “Porque él no tiene las palabras exactas para decir lo que está sintiendo como un adulto. Un niño por ejemplo menor de un año tiene un dolor abdominal y no te dice me duele el abdomen, solo se está quejando, está llorando. Entonces el médico tiene que tener el tacto para poder saber si en realidad tiene dolor abdominal”, comenta.
Ampliación de esfuerzos
La atención se ha ampliado en esfuerzos y coordinación.
Actualmente se han sumado las autoridades de Educación para hacer jornadas de limpieza en los centros de estudio, pero también para ejecutar acciones educativas para convertir a los jóvenes también en multiplicadores del mensaje preventivo en sus hogares.
“Todos los días hacemos visitas en las escuelas y eso para poder desarrollar las capacidades educativas y de promoción y prevención en los estudiantes”, precisa Sáenz.
Además se coordinan esfuerzos con las alcaldías, para limpiar cauces, centros públicos, predios baldíos y otros espacios donde se podrían reproducir también los mosquitos.