Ubicada en la comunidad El Caliguate del municipio de Santa Teresa, la Finca El Manantial, es un verdadero ejemplo de producción diversificada y sostenible.
Con un área de 10 manzanas, aquí se produce maíz, frijoles, tomate, yuca, quequisque, musáceas (plátano y guineo cuadrado) también se maneja el rubro caprino (cabra), miel de abeja, producen sus propios fertilizantes (bioinsumos) y hasta se dedica a la reproducción (en estanques artesanales) de peces exóticos como el Golfo Caperuza Cabeza de León.
Esta finca es propiedad de don Terencio Cortez Palacios, un productor que hoy tiene 64 años, y que logró inculcar el amor a la tierra a sus hijos e hijas.
Don Terencio durante los años 80 en la primera etapa de la Revolución Popular Sandinista, fue beneficiado por la Reforma Agraria, con este lote de 10 manzanas.
En la actualidad don Terencio ha disminuido sus jornadas en el campo, ahora es su hijo Johnny Antonio Cortez García, el que se dedica a tiempo completo a la finca, tanto así que recibe a universitarios que estudian carreras vinculadas al campo.
"Aquí vienen constantemente estudiantes a hacer sus prácticas agropecuarias, conocen el proceso de cada rubro y hasta han aprendido a hacer bioinsumos naturales con hojas de Nim y Zorrillo", cuenta Johnny.
Este productor agradeció al Gobierno Sandinista y a sus instituciones vinculadas al Sistema Nacional de Producción, Consumo y Comercio, que le han ayudado a adquirir conocimientos científicos y técnicos, que permiten que la finca sea agroecológica, con una producción totalmente exenta de fertilizantes químicos.
Johnny constantemente está trabajando en su parcela, tanto en invierno y verano con sus diversos rubros. Tiene estanques o reservorios que le permiten recoger agua en invierno, que luego utiliza para sembrar y cosechar en época seca. Además, estos mismos reservorios le permiten reproducir peces exóticos que luego venden a muy buen precio a negocios de acuarios.
"Con el actual ciclo productivo hay muy buenas expectativas, a pesar de que está lloviendo muy seguido, pero en mi finca hasta el momento no hemos tenido pérdidas", asegura Johnny.
En Carazo existen y son apoyados con diversos programas productivos, alrededor de 4 mil pequeños y medianos agricultores, que reciben asistencia de técnicos del Ministerio de Agricultura, Ministerio de Economía Familiar. Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (Inta).
Johnny muestra con orgullo botellas que contienen el bioinsumo natural, que su principal elemento son las hojas de Nim y Zorrillo.
"Esto lo aplicamos de manera semanal, las plagas llegan a la planta, comen y no les gusta el sabor, eso las aleja y la cosecha tiene buen rendimiento", cuenta Johnny.
Las bondades de este fertilizante ha llegado a oído de otros productores, que también se están animando a aplicar a sus siembras, dejando buen resultado en sus plantaciones.
“Tenemos una finca con una diversidad de cultivo, tenemos plátanos, guineos cuadrados, todas las variedades criollas, bananos manzano, filipino y granos básicos como frijoles, maíz, arroz, todas son variedades criollas. En frijol tenemos el Inta Fuerte Sequía, que ya lo hemos sembrado porque es más resistente al cambio climático, y el frijol 2 Revolución, que es un frijol que queda rico en nuestro gallopinto. Con esas dos variedades nos hemos quedado”, cuenta Johnny.
Este agricultor se levanta desde las cuatro de la mañana, su primera actividad es ordeñar sus cabras “nubian acriolladas”, produce leche todos los días, la cual vende a sus vecinos y con la otra porción elabora cajetas o cuajadas.
La agricultura es lo que le da sentido a la vida de Johnny, que no duda en participar cuando las entidades públicas vinculadas al agro, lo invitan a un seminario, diplomado o charla que le ayude a adquirir conocimientos para mejorar la productividad de su finca.
“He logrado mucho conocimiento a través de la Escuela Técnica en el Campo, he aprendido sobre cómo luchar contra las plagas y hongos que dañan las cosechas, he conocido nuevas variedades de semillas resistentes a las sequías, a las plagas”.
“Esta finca que todavía es propiedad de mi papá, tiene 40 años y es propietario desde la Reforma Agraria, es una finca que mi papá la obtuvo a través de las cooperativas, aquí nací yo y ahora trabajamos en la finca yo y mis hermanos. Desde el 2009 comenzamos a trabajar con el Inta en las Escuelas Técnicas en el Campo y haciendo trabajos de investigación y eso me gustó porque me permite mejorar la productividad en el campo”, compartió.
Lograr que la finca El Manantial tenga una producción libre de pesticidas y esté calificada como un modelo a seguir, es de gran orgullo para Johnny, pues esto lo ha logrado gracias al apoyo que ha recibido de las autoridades públicas.
“Esto lo hemos ganado a través del Inta, Ipsa, Ministerio de Economía Familiar, he logrado mucho conocimiento y mucha asistencia técnica. Y esto no ha sido solo para mí, ha sido para muchos productores de Carazo, he conocido de otras experiencias y la hemos aprendido y esto lo tenemos que ir a compartir con otros productores de nuestras comunidades”.
El Manantial ha servido de ejemplo a otros productores, que están pasando de utilizar fertilizantes químicos a bioinsumos naturales, permitiendo fortalecer la seguridad alimentaria de las familias nicaragüenses.
En el departamento de Carazo se produce una gran variedad de alimentos, como frutas, café, hortalizas, raíces y tubérculos, granos básicos, caña de azúcar, entre otros, gracias a que esta región cuenta con un buen clima, suelos fértiles y excelente topografía.