Grandes cambios en las comunidades originarias del Caribe Sur de Nicaragua, se vienen produciendo gracias a la llegada de la universidad.
Los estudios superiores destinados a estos pueblos están diseñados de manera específica a resolver problemáticas propias de su comunidad, como por ejemplo la que les impedía tener cultivos de primer nivel.
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En la Comunidad de Tiktik Kaanu convergen con el fin de apropiarse de saberes, hombres, mujeres y adolescentes de sitios como Orinoco, La Cruz del Río Grande, entre otros, en la Universidad en el Campo (UNICAM), que ha sido posible desde hace dos años por mandato del Gobierno Sandinista y el respaldo de la Universidad Nacional Agraria (UNA).
Lucrecia Aguilar, una madre misquita con una vida entera trabajando la tierra, tiene un año estudiando en la universidad.
En este tiempo han podido conocer formas eficientes de administrar su tierra.
“Hemos aprendido de todo un poquito, por lo menos que estas lombrices, se van adaptando en las heces de vaca, ya cuando está procesado así ya queda, como está esto. Y ya lo estamos aplicando a los cultivos de tomate, zanahoria, todo esto se le echa para que se ponga frondoso”, dice, sintiéndose orgullosa de la composta que ha logrado elaborar.
Para Aguilar, es un "cambio gigante", tomando en cuenta que antes sus plantíos no florecían como lo hacen hoy.
“Se mira el cambio del siembro, se pone frondoso, se pone cargadísimo, por ejemplo el chile carga una barbaridad, si es tomate también, se da el tomate grande, se mira cómo se crece, frondoso. Hay un cambio grande”, asegura la mujer que ya está trabajando para llevar los frutos de su trabajo al mercado de Bluefields.
El objetivo
El profesor Orlando Pineda, a quien se le ha encomendado la misión de alfabetizar, no solo en las letras y los números, sino en el empoderamiento y orgullo que debe tener esta población, resalta el objetivo con el que se ha llevado la universidad.
“Lograr una cosa muy importante que hay solo aquí. ¿Qué te quiero decir? Cuando estudiás en cualquier universidad de Centroamérica o América Latina, estudiás fitotecnia, zootecnia, solo estudiás agricultura para podernos entender bien. Aquí no. Aquí se estudia, aquí va a salir un compañero, hijo de los pueblos originarios, ingeniero en agricultura, ingeniero en ganadería. ¿Por qué? Porque sencillamente en este territorio hay 45 mil manzanas de tierra que tenemos que producirla”, asegura.
Pineda detalla que ya se puede ver cómo las familias ocupan la leche de sus vacas para producir queso de primera calidad, e incluso bloques nutricionales de alimento para el ganado, cosas impensables para ellos en el pasado.
En tal sentido, comenta que se pretende que todo lo que salga de estas tierras se pueda comercializar no solo en Bluefields, sino que vaya expandiéndose hasta llegar a Nueva Guinea, a Juigalpa y la misma capital Managua.
“Para disminuir la pobreza aquí a través de la venta, y disminuir la pobreza en estos territorios que he mencionado la universidad va avanzando, en este año que viene vamos a tercer año. Dentro de dos años que viene estamos sacando ingenieros. Pero eso es gracias a los técnicos y a la voluntad política”, asegura.
Ejemplo a seguir
El impacto que se está dando, de acuerdo a Pineda, en materia económica y ambiental, debe considerarse como un ejemplo.
“La escuela campesina y la universidad, son un ejemplo. Un ejemplo que la Revolución está demostrando en este momento es cómo podemos salir de la pobreza”, menciona, resaltando la prioridad con la que el sandinismo atiende a los pueblos originarios.
“Pero eso gracias a la voluntad política de nuestro Gobierno, porque estamos clarito que la lucha en contra de la dictadura tenía un fin muy importante: la salud y la educación, y yo me atrevería hoy a decir; la prioridad a los pueblos originarios”, añade.
Con estos conocimientos César Cuba, también ha podido crear sus propios fertilizantes e insecticidas, a base de insumos de fácil acceso como la cal.
“Antes comprábamos químicos, ahora es otra historia porque esto nos ayuda a controlar la acidez de la tierra y en la Costa aquí llueve mucho y la tierra se descompone bastante. Esto nos ayuda para las plantas, también controla los insectos que atrapan a las plantas”, comenta con sus botellitas de plástico llenas del líquido que aplica a sus árboles.
“Para nosotros es algo importante lo que está haciendo el Gobierno”, añade.
En estos últimos años la producción local ha venido teniendo importantes mejoras, que dibujan sonrisas en todos los pobladores de esta región, y gracias a lo que a punta de esfuerzo, pretenden seguir avanzando en bienestar y porvenir.