Como el reencuentro más esperado, con emoción y lágrimas de felicidad, el abrazo más deseado por meses o años, así se vivió el acto donde 2500 presos y presas recibieron del Buen Gobierno el beneficio legal de convivencia familiar en el Centro Penitenciario “Jorge Navarro" del municipio de Tipitapa.
La ministra de Gobernación, compañera María Amelia Coronel, agradeció al Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional por continuar reunificando a las familias, ya que se está favoreciendo a 1670 presos y presas con el beneficio legal de convivencia familiar en los diferentes Centros Penitenciarios a nivel nacional y más de 830 presos y presas del Centro Penitenciario "Jorge Navarro".
En su mensaje, recordó que los nuevos desafíos que vienen serán muchos y no serán fáciles, pero todo se podrá lograr con ganas, valentía, disciplina y con un buen comportamiento.
“Podrán lograr lo que se propongan, este es el momento donde deciden tomar las riendas de su vida y no volver a cometer los mismos u otros errores que los trajeron aquí. No se olviden de sus obligaciones y compromisos, tendrán momentos de debilidad y desesperanza, pero siempre recuerden que se pueden tomar las decisiones correctas, Dios guiará su camino si se lo permiten. Deben ser responsables de su libertad, espero que cambien y tomen el rumbo de su vida”, agregó.
Recordó que los conocimientos y destrezas aprendidos en el Sistema Penitenciario les servirá para el resto de su vida.
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“No olviden todo lo que aprendieron aquí y sobre todo para los que aprovecharon en trabajar, estudiar y capacitarse, se darán cuenta de que todo lo que hicieron les va a servir para más adelante”, apuntó la titular del Migob.
En su mensaje les deseó una vida próspera, con mucha felicidad y bendecidos por Dios.
La alcaldesa de Managua, Reyna Rueda, expresó que este es un momento muy especial para las familias, “pero sobre todo para los hermanos y hermanas, que el día de hoy se les está haciendo realidad su sueño que es salir de aquí”.
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“Para este momento especial, entre mis palabras les puedo decir lo especial y la prioridad que tiene nuestro Buen Gobierno para las familias nicaragüenses, porque este es un momento de bendición, de desafío, de prosperidad, de que se propongan cada uno ser mejor cada día y si tenemos a Dios en nuestros corazones todo se nos hace más fácil, él nos da la luz y camino y este es el momento para cambiar, prometernos a nosotros mismos, caminar de la mano de Dios y de las oportunidades que da nuestro Buen Gobierno”.
Invitó a aprovechar cada momento y oportunidad de vida.
“Es por eso que tienen que tener la fortaleza, el desafío de proponerse, que saliendo de aquí, ustedes van a continuar con todos esos sueños y compromisos que adquirieron con la familia. Este es un momento de celebración, pero sobre todo pidamos fortaleza y entendimiento, para en esta semana donde se acerca la Semana Mayor, tenemos que reflexionar y comprometernos”.
Un reencuentro emotivo
Cada testimonio tiene una historia diferente y están claros que además de la decisión del Buen Gobierno, Dios, el único que pudo juzgar sus acciones, es quién les da hoy una nueva oportunidad para cambiar el rumbo de su vida y ser mejores personas al lado de sus seres queridos.
Doña Irina Ramírez por fin pudo abrazar e irse a casa junto a su hijo Ricardo López Alvarado.
“Mi hijo estuvo 4 años y ha sido muy difícil, más que él era el pilar de mi hogar y hoy tenerlo es una gran alegría y le doy gracias a nuestro Buen Gobierno y a mi padre celestial, al sistema penitenciario, les agradecemos y los bendecimos”.
Ricardo expresó que este es un día que marca el inicio para recuperar todo lo que hace años perdió por un error.
“Me siento muy alegre y agradecido con Dios y con el gobierno del Presidente Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, porque hoy volvemos a nuestro hogar, a integrarnos a la sociedad con un nuevo sentir, nuevas metas y podemos reunirnos con nuestros padres, nuestros hermanos y sobre todo cumpliéndole la promesa que le hicimos a Dios”, expresó.
William, otro beneficiario, estuvo 3 años en el sistema penitenciario, tiempo que aprovechó para estudiar inglés y cursar el tercer año de secundaria.
“Mi meta es seguir adelante, cuando me dieron la noticia me sentí súper alegre y bendecido. Yo estuve 3 años y en mi caso aquí estudié un curso básico de inglés y mi tercer año escolar y ahora voy a buscar un trabajito”.
Al finalizar la firma de la entrega de cartas de libertad, que autoriza que los presos y presas pueden integrarse a la sociedad, el grito ¡Soy libre!, resonó en el Sistema Penitenciario, mientras entre la multitud poco a poco se daba el tan esperado reencuentro con la familia.