Como ya es una tradición cada 4 de agosto Santo Domingo de Guzmán recorre los barrios orientales de Managua, en una jornada que inició desde las seis de la mañana con una misa en la iglesia que lleva su nombre en el barrio 19 de Julio y concluye aproximadamente a las cinco cuando retorne a su morada en la capital.

El 4 de agosto es el día de onomástico del santo patrono de los capitalinos, que es acompañado por miles de feligreses y devotos que le bailan, le brindan oraciones y le cargan en pago por los milagros concedidos.

Tras la misa los devotos y promesantes le bailan en el centro de la iglesia y a eso de las 7 de mañana sale para recorrer los barrios Los Ángeles, Ciudad Jardín, Miguel Larreynaga, Paraisito, San José Oriental, Rigoberto López Pérez (Campo Bruce) Gancho de Caminos y retorna nuevamente a su iglesia en el barrio 19 de Julio.

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En esta nueva jornada de fe y amor cristiano en el sector de la iglesia El Calvario es recibido por Jesús El Nazareno donde se celebra otra eucaristía y posteriormente sale otra vez a la calle del barrio Los Ángeles.

Como es tradición en este recorrido el estruendo de cohetes y morteros artesanales se combina con la música filarmónica para brindar ese toque de festividades patronales. Durante el recorrido por cada uno de los barrios la Policía Nacional con sus agentes brinda la seguridad para que cada promesante pueda cumplir al santo milagroso.

"Vamos marcando otro año de tradición, otro año que vemos a niños crecer con estas tradiciones que nosotros promovemos y que la juventud vaya creciendo y dándose cuenta que esta no es una tradición de alcoholismo o de cosas indebidas, sino que es una procesión religiosa y por eso debemos dar el ejemplo", dijo el tradicionalista Chepe Largo que ya lleva 48 años pagando promesa de cargar el santo.

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Este 4 de agosto se vive con devoción y religiosidad el recorrido porque se ve muchas personas pagando promesas, mujeres vestidas de huipil, niños y jóvenes cargando una réplica de Santo Domingo, hombres vestidos de indios flecheros, y un sinfín de nicaragüenses que de una u otra forma pagan los milagros concedidos por la diminuta imagen.

"Este es el día del pueblo, es el día que lo carga el pueblo, los cargadores tradicionales lo que hacemos es custodiar la imagen y dejar que el pueblo la cargue, eso si no permitimos que una persona ebria lo haga. A Santo Domingo hay que regarle flores, hay que venerarlo con mucha tradición", agregó Chepe Largo.

"Tengo 45 años de bailarle a Santo Domingo por el milagro que me hizo de curarme de una poliomielitis. Doy gracias a Dios y a Santo Domingo que me curó a los 4 años y pude caminar un 4 de agosto, por eso hasta el día que me muera le dejaré de pagar la promesa", mencionó doña Johanna Jarquín López que bailaba al son de los filarmónicos.

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José Martín Chaine que vestía de indio pintado de rojo, lleva 27 años cumpliendo promesas y lo hace porque su hija fue sanada de unas graves lesiones de la cuales asegura Santo Domingo pudo curarla con la intersección de Dios.

"Yo le pedí a Minguito que me la salvara, mi hija cayó de un segundo piso, estuvo grave y Dios me la salvó junto con el santo patrono. Le baile el primero, el 4 y 10 de agosto, este es el santo domingo del pueblo", dijo Chaine.

Y así como cada promesante tiene una historia que contar, Santo Domingo sigue haciendo milagros a aquellos que le tienen fe y por eso cada agosto el pueblo creyente le celebra a como sucede en estos momentos en los barrios capitalinos.

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