Cuando el General Augusto C. Sandino rechazó el 4 de mayo de 1927 el Pacto del Espino Negro y manifiesta su digna rebeldía con la fraseyo no me vendo, ni me rindo: tienen que vencerme” lo hizo motivado por el amor a la patria y siguiendo sin lugar a dudas el valiente y patriótico ejemplo del General Benjamín Zeledón, el militar y abogado que con otro puñado de nacionalistas se enfrentó al intervencionismo norteamericano en 1912.

Este 4 de octubre se cumple el 107 aniversario de su tránsito a la inmortalidad y también 140 años de su natalicio. Zeledón cruzó el umbral de los inmortales el propio día de su cumpleaños, cuando fue perseguido y emboscado por las tropas norteamericanas que en contubernio con lacayos locales lo asesinaron en Masaya.

Benjamín Zeledón Rodríguez (1879-1912), hijo de Marcelino Zeledón Ugarte y de María Salomé Rodríguez, nació un 4 de octubre, en la Concordia, Jinotega.

El General Zeledón fue declarado Héroe Nacional el primero de octubre de 1980, por la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de Nicaragua que lideró el Comandante Daniel Ortega en representación del FSLN. En esa primera etapa de la Revolución Popular Sandinista a Zeledón se le reconoce su gesta en defensa de la soberanía.

benjamin-zeledon

Sin embargo desde 1991 hasta el 2006 los gobiernos neosomocistas pronorteamericanos sepultan a Zeledón nuevamente en el anonimato. A partir del 2007 con la Revolución Sandinista en el poder se reinicia ese reconocimiento a su lucha para que sea conocida por las nuevas generaciones.

Zeledón Vida y Legado

El historiador, abogado y diputado Wilfredo Navarro recoge la memoria de Zeledón, cuyo legado patriótico dejó huellas imborrables en la historia de Nicaragua. Navarro honra el legado del patriota escribiendo el libroZeledón Vida y Legado”.

Zeledón además de patriota y defensor de nuestra soberanía nacional, fue un hombre muy cultivado intelectualmente, abogado, diplomático, jurista de la Corte Centroamericana de Justicia y militar.

La prioridad de Zeledón fue su nacionalismo contra toda acción intervencionista contra Nicaragua y su lucha la refrendó con su muerte. El General Benjamín Zeledón lucha contra la intervención norteamericana en 1912 y se hace memorable la batalla en Masaya donde las tropas norteamericanas, más de 800 norteamericanos y dos mil conservadores en los cerros la salida a Masaya en Coyotepe y la Barranca se atrinchera y enfrenta a los enemigos de Nicaragua”, relata Navarro en su libro.

Esa acción ejemplar para defender a Nicaragua solamente es comparable a criterio de Navarro con la lucha de “Leónidas espartano” que con su ejército de 300 soldados enfrentó a los persas.

wilfredo-navarro

“Y precisamente Zeledón con 300 soldados patriotas se enfrenta contra las hordas yanquis”, resume Navarro al describir la entereza del patriota que a pesar de tener desventaja, su amor por la patria lo empuja a defenderla a costa de su propia muerte.

En el libro Zeledón Vida y Legado, Navarro describe que las fuerzas norteamericanas al tomarse El Coyotepe y posteriormente Masaya, el General Zeledón se retira hacia Carazo, pero “en el camino hacia Jinotepe es emboscado y asesinado”.

“Muchos hablan que fue capturado vivo y que las tropas conservadoras solicitaron instrucciones a los norteamericanos y hay un famoso telegrama de los conservadores donde manifiestan ‘tenemos al caballo’ refiriéndose a Zeledón y la orden norteamericana fue que lo asesinen. Por eso Zeledón es un símbolo de nacionalismo, de anti intervencionismo y es un ejemplo para todos y hoy más que nunca el pensamiento e ideal de Zeledón cobra vida”.

No más intervención en nuestros asuntos internos

El historiador Clemente Guido resalta que Zeledón además de enfrentar a la intervención norteamericano, su anhelo era construir una nueva Nicaragua soberana en la que todos tuvieran derecho a la educación y a la salud.

“Zeledón plantea un plan no solamente para enfrentar una intervención extranjera que era la norteamericana, sino un plan para acabar con esa oligarquía. Retomar un poco los principios fundamentales del porvenir y crear un país nuevo. Ahí está el legado de Benjamín Zeledón”, destaca Guido.

Dijo que el pensamiento de Zeledón es profundo y trasciende en el tiempo, “tanto que, dada las circunstancias en la historia de Nicaragua, uno lo lee y dice Benjamín Zeledón está vigente hoy en día aquí entre nosotros”.

Navarro comparte esa misma idea al afirmar que el pensamiento de Zeledón cobra vida cuando se ve en la actualidad a algunos nicaragüenses pidiendo sanciones y demandan intervención de gobiernos extranjeros.

“Zeledón es un ejemplo para todos y hoy más que nunca ese pensamiento y esos ideales cobran vida ahora en Nicaragua, en donde se requiere de esa valentía, de ese nacionalismo de enfrentar a los mismos enemigos, porque es el gobierno norteamericano interviniendo en las cosas y lo que es más triste, son los mismos chamorros, los mismos que al igual cuando Zeledón, cuando Sandino clamaban a Washington les diera el poder que no se lo podía dar el pueblo de Nicaragua, igualmente se repite y son los mismos apellidos que están cometiendo la misma barbaridad de traicionar a la patria”.

Guido califica la lucha de Zeledón como una profecía porque su visión de una Nicaragua libre sin intervención extranjera es retomada por el General Sandino que enciende la luz del nacionalismo.

“Era una especie como de profecía, él está profetizando un tiempo nuevo y no va a llegar inmediatamente, porque viene la restauración conservadora, tiene que surgir un Augusto C. Sandino después de él, Sandino retoma a Zeledón, no solo lo vio muerto sino retoma su pensamiento y lo menciona Sandino”.

Y tanto Navarro en su libro como Guido en diversos ensayos refieren ese momento cuando Sandino siendo un adolescente ve pasar el cuerpo de Zeledón frente a la antigua estación del tren de Catarina, siendo llevado por los marines norteamericanos.

“Una vez es asesinado Zeledón, su cuerpo fue montado en una carreta y lo anduvieron exhibiendo como un trofeo de guerra para atemorizar a los patriotas que luchaban contra los norteamericanos, pero en la estación del tren de Catarina pasa su cadáver y en ese preciso momento estaba un adolescente que ve pasar el cuerpo. Ese joven era Sandino que se impregna de ese espíritu de lucha revolucionario de Zeledón. Hombres como Sandino, como Zeledón son la representación más viva del nacionalismo en Nicaragua”.

Esa lucha de Zeledón la retoma y la profundiza el General Augusto C. Sandino, la materializa y sale victorioso porque no solo derrota a las fuerzas norteamericanas, también logra expulsarlas.

“Posteriormente esa lucha es retomada por el Frente Sandinista, los líderes sandinistas retoman esa bandera, retoman a Zeledón, a Sandino y construye una revolución que triunfa y se consolida”.

Guido resalta que la historia de Nicaragua no es casualidad porque se va hilvanando en cada patriota y alcanza su madurez cuando Zeledón dice no mas intervención en nuestros asuntos y la refrenda Sandino, posteriormente Carlos Fonseca Amador y tantos héroes y mártires que nacen impregnados de ese espíritu nacionalista.

Un patriota de verdad

El periodista e historiador cultural Wilmor López sostiene que Zeledón era un patriota de verdad porque cada palabra la llevó a la acción y eso le costó la vida.

“Benjamín Zeledón nos heredó un legado enorme de patriotismo y de amor a la Patria. Le debemos bastante a este héroe. Fue el enlace indirecto con Sandino. Sandino tenía 17 años cuando vio pasar su cadáver en una carreta y preguntó quién era, porque lo llevaban a Catarina. Zeledón es para nosotros coraje, dignidad, valentía, patriotismo y soberanía”, dice López.

Hoy que se cumplen 107 años de su paso a la inmortalidad, Wilmor destaca que a Zeledón le sobreviven centenares de miles de hijos patriotas que junto al FSLN defienden a Nicaragua de cualquier intervención extranjera.

benjamin-zeledon-2

“Esos canallas andan por ahí convertidos ahora en puchos y puchitos. Ahí andan solicitando sinvergüenzamente la intervención contra Nicaragua, pero están los hijos de Sandino, los nietos de Sandino, los sandinistas, siempre al frente, blandiendo la espada de la libertad para defender la soberanía”.

Tanto Navarro, Guido y López coinciden en calificar a los nuevos lacayos vende patrias como los herederos de Adolfo Díaz y Moncada.

“Todo el que anda haciendo ese tipo de campaña de vení marines, es un Adolfo Díaz, es un Moncada, son la misma gente que ya conocemos y que al final terminan borrados de la historia desde el punto de vista que no son capaces de asumir la identidad nacional”, sostiene Guido.

Es importante subrayar que solo con la Revolución Sandinista y el FSLN se ha rescatado la memoria de nuestros héroes y próceres nacionales a como lo es el General Benjamín Zeledón. De 14 héroes y próceres nacionales, 13 fueron declarados por la Asamblea Nacional estando al frente el FSLN.

 

Comparte
Síguenos