En las profundidades de la Segovia, unas ruinas convertidas hoy en un museo a cielo abierto, recuerdan el despertar de un sentimiento que encendería la llama soberana de una nación entera.

Fue en Augusto C. Sandino, que para el primer cuarto de década del siglo XX quemaría sus días como empleado minero, en quien se manifestó el sentimiento antiimperialista, tal cual si fuera un designio divino.

El lugar: el Mineral de San Albino, en el departamento de El Jícaro, en Nueva Segovia. El acontecimiento: el nacimiento de la conciencia nacional.

Wilmar López Escalante, historiador local, de pie en el sitio histórico, menciona que las ruinas son testigos del inicio de la lucha armada del general.  

"Dónde él trabajaba de obrero en la minería y comenzó él a ver las injusticias que se cometían acá en la minería y comenzó él a construir vamos a decir a organizar a todos los trabajadores en cuanto a la explotación que se daba", relata, casi como si pudiera ver al niquinohomeño en plena faena.

Aún en el lugar se encuentran vestigios de la maquinaria utilizada para las extensas, o más bien casi interminables labores diarias. Muchos de ellos se perdieron durante los gobiernos neoliberales que prestaron poco valor a la historia nacional.

"[Saqueadores] Se llevaron muchas cosas, entraban personas a llevarse objetos y lo más pesado es lo que ha quedado, lo que no han podido mover. Tenemos 50 piezas visibles, en diferentes lugares todavía existen, pero está el proceso de ir rescatando la historia", mencionó inventando en su cabeza los pedazos de metal oxidado que se reparten por la tierra.

Sin embargo, el hecho que trasciende es el manifiesto surgido allí. Fue ni más ni menos que el primero de julio de 1927, cuando Sandino exigía por escrito y por primera vez una patria libre y sin intervención.

"Y es de allí donde nosotros, se obtiene la frase célebre de Patria Libre O Morir", comentó.

La mina está ubicada a 10 kilómetros de la cabecera municipal de  El Jícaro y 285 kilómetros de Managua. Desde ese punto geográfico empezó a irradiarse la causa, que rápidamente empezó a conocerse como sandinista, aunque esa bandera sería alzada por casi dos generaciones en el futuro.

La joven Tamara Castillo, es ahora testigo de la nueva etapa de la Revolución en Nicaragua, hito alcanzado para inicios del siglo XXI. Para ella, no hubiera sido posible sin la inspiración de Sandino.

"Le damos un gran valor y seguimos dándole un gran valor porque es un sitio [la Mina San Albino] que nosotros debemos cuidar siempre para que siga siendo de los lugares más turísticos de nuestros municipios [...] Un legado muy importante para nosotros como pobladores, a los jóvenes y a la niñez que viene creciendo, porque gracias al legado de esta lucha nosotros somos un país libre y gracias a estas luchas hemos aprendido a amar primeramente este sitio histórico", comenta.

Para Tamara la figura de Sandino y su valor por todo lo que representa la soberanía.

"Para que no seamos un país donde vivamos marginados a que otros tomen decisiones por nosotros. Estamos muy orgullosos y seguiremos siendo un municipio clave en todo el departamento de Nueva Segovia y a nivel nacional”, dice, tomando un nuevo soplo de compromiso.

Para Jona Eliseo Pastrana el manifiesto sigue vigente. El muchacho miembro de Juventud Sandinista 19 de esta localidad, coincide también en que Sandino representa la máxima inspiración.

“Para la Juventud de El Jícaro, donde empieza este legado del General Sandino, nos inspira a luchar y seguir siempre adelante, viendo por el más necesitado, porque eso fue lo que nuestro General hizo, él no luchó por tierras, no luchó por un cargo político, él no luchó porque quería ser reconocido en el mundo, luchaba porque realmente él tenía una identidad propia y sabía que Nicaragua estaba siendo esclavizada”, comenta con el semblante firme y la mirada enfocada. Para Pastrana la historia demostró que su lucha era la correcta. “Los mismos centroamericanos nos tenían a nosotros los nicaragüenses como los que vendíamos a nuestra patria, que no teníamos identidad propia y él se prometió a sí mismo que si encontrara 100 hombres que pudieran liberar a la patria, que la amaran como la amara él, iba a ser liberada Nicaragua”.

Carlos Alberto Poveda Ruiz es un poblador local, originario de la comunidad El Jobo, a una media hora caminando desde la mina.

Recoge no solo el aspecto que es común entre los campesinos de la zona, sino también muchos de los ideales sembrados por el General.

"Yo escuchaba que él era buen hombre, trabajador, campesino, igual a mí. Es un orgullo para mí, hacía trabajar por los pobres. Sus luchas eran defender la patria, como los que anduvimos en la guerra. Yo anduve 10 años en la guerra. Defender mi patria para que fuéramos libres. Él luchaba por su país, que estuviera liberado, para que trabajamos tranquilos, no injerencias", comenta.  

La alcaldesa Telma María Olivas, alcaldesa de El Jícaro, afirma que en este aniversario del tránsito a la inmortalidad de Sandino se ha creado este museo.

"Rescatamos el lugar, el área y empezamos a darle vida al museo. Es un legado histórico y se convierte en un sitio turístico para Nicaragua sino también internacional", comenta.

La adecuación del mismo ha contado con el respaldo de instituciones del Gobierno sandinista como Inifom e Intur, gracias al modelo de alianzas del Gobierno sandinista.

La entrada fue ambientada, la zona se ha reforestando, se han instalado mallas para preservar las piezas que todavía existen y se ha dado resguardo con el apoyo de la Policía Nacional.

"Y empezamos con el paseo de los Generales, por los sitios que se ven allí, los pasamanos, algunas banquitas para que la gente descanse y lo mejor que ya lo protegimos y le colocamos el rótulo, porque estaba sin rótulo”, detalla señalando las letras doradas que no dejan lugar a duda de en qué sitio se encuentra.

De esta manera afirma que se ratifica el compromiso con la lucha Sandinista. "Y que hoy sigue vigente en todos los nicaragüenses. El sentido siempre fue el sentido patriótico, el antiimperialismo, el latinoamericanismo y el nacionalismo. El modelo de Sandino lo seguimos y somos ejemplo de lucha, como Sandino fue ejemplo de lucha para todos los pueblos latinoamericanos".

El secretario político Octavio Álvarez menciona que las luchas de Sandino siguen completamente vigentes, demostradas recientemente cuando el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, que lideran al Frente Sandinista de Liberación Nacional y al Gobierno Sandinista, dijeron a 222 vende patrias se fueran de Nicaragua.

La acción coincide completamente con el ideario del General Sandino y su primer manifiesto.

"Por lo tanto él decía que tenían que ser desconocidos como fue reflejado también en ese mismo documento de este año, donde se dijo que esos 222 no tenían tampoco por qué decirse nicaragüenses. No querían, pedían solo la maldad, la muerte, la desaparición de la patria de Sandino, de la patria nicaragüense, de la patria revolucionaria”, explica.

El secretario asegura que el sueño de Sandino se ha venido cumpliendo en todas sus dimensiones.  

“Uno de los primeros sueños del General Sandino era la soberanía, la independencia y la paz. Eso era lo que él pedía, pidió y es lo que se ha estado cumpliendo. Y se ha ido cumpliendo también en el aspecto del bienestar de las familias, en los programas y los proyectos, los programas de infraestructura, de carreteras, de escuelas, de centros de salud y todos los proyectos sociales”, destaca.

Los ideales de Sandino fueron retomados por los guerrilleros del FSLN que en primera instancia lograron expulsar al último de los marines en Nicaragua y con él una de las dictaduras más sangrientas de latinoamérica.

Hoy en día, es el pueblo entero el que protagoniza la nueva etapa de la Revolución, que ha definido como su principal enemigo la pobreza y se batalla a diario para acabarlo, manteniendo en todo momento la dignidad heredada por Sandino.

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