A 22 kilómetros de la capital, Managua, se sitúa el volcán Masaya, un coloso que se encuentra activo, siendo su mayor atracción el lago de lava que se asoma en unos de sus cinco cráteres.

Además en este parque nacional Volcán Masaya los visitantes pueden hacer senderismo a pie, en caballo, en bicicletas y hasta en patineta.

El parque cuenta con un pequeño museo vulcanólogo donde puede conocer un poco más de los orígenes de este poderoso volcán, que en alguna literatura ha sido llamado “boca del infierno”. Ahí también se realizan presentaciones culturales y emprendedores ofrecen ricos productos como vinos de frutas nacionales.

“Gracias al Señor Jesucristo y a nuestro presidente Daniel Ortega nos han dado la oportunidad de exponer nuestros productos en las ferias. Hoy estamos en el parque nacional volcán Masaya para ofrecer nuestros vinos orgánicos llamado Vino Los Abuelos, son productos con año y medio de fermentación”, comentó José Gregorio Nicaragua.

Coyolito, pitahaya, jamaica, mandarina, jocote verde-dulce, jocote guaturco, mamón y nancite, son algunas de las variedades de vinos que produce en su hogar desde hace seis años.

Para poder ver el lago de lava se sube en vehículos pequeños y grandes. Ahí la gente se toma fotos, camina por los senderos y admira el paisaje.

También pueden aprovechar para comprar algunos recuerdos de su visita en la feria que se instala en las cercanías al museo.

Aunque visitar un volcán parezca algo extremo, este volcán tiene una mística que hace que los visitantes se relajen e incluso se enamoren. Conocimos una pareja que contó que su primera cita fue en este volcán y desde entonces lo visitan.

“Cuando estábamos iniciando a conocernos venimos acá y el lugar nos encantó. Nos pareció hermoso y único. Caminamos por los senderos, respiramos aire puro y desde ese día venimos cuando podemos y siempre nos vamos más enamorados”, afirmó.