La vicepresidenta de Nicaragua, compañera Rosario Murillo, destacó la conmemoraciones del paso a la inmortalidad de varios héroes y mártires del Frente Sandinista, que con su vida eterna iluminan las luchas de hoy por la salud, la vida con trabajo y bienestar.
“Y en estos días conmemoramos a Santos Lorenzo Castro Cruz, que dio su vida por Nicaragua, por el pueblo nicaragüense en 1984, Cinco Pinos, Chinandega y Nelson Martín Hurtado, Chinandega también en el 85, Corinto ahí está sepultado, ahí habrán honores para ellos, para Santos Lorenzo en Cinco Pinos, y para Nelson Martín en Corinto. También en el 85 Ramiro González Sánchez, se visitará junto a sus familiares su tumba en Waslala Matagalpa. Y tenemos también a Antón Jesús Mendoza, cayó en el 86 en la comunidad de El Jícaro, en San Dionisio, Matagalpa. Efraín González, en el 71 en Matagalpa, en el 84 José Gabriel Olivas López en Wiwilí, Nueva Segovia. En el 85 El Jícaro, Nueva Segovia, Antonio López López”, indicó.
“Todos ellos iluminan y alientan, animan con su vida eterna los caminos de salud, de trabajo por la salud en este tiempo de luchas y victorias que vamos transitando”, valoró.
Agregó que en León, mañana domingo, se conmemora a “Cristian Emilio Cadenas y Hilton Rafael Manzanares, iluminando estos caminos de lucha por la salud, por la vida y lucha que nos fortalece a todos en esta Nicaragua cristiana, solidaria. Abrazos fuerte, oraciones por ellos y a sus familiares, a las mamás, a los hermanos, a las hermanas, a los hijos, a todos ellos gran amor, iluminando las luchas de hoy por la salud, la vida con trabajo y bienestar, la vida con alegría, con derechos para todas las familias nicaragüenses”.
El nombre de Dios es misericordia
La vicepresidenta también destacó el mensaje del papa Francisco, en ocasión de la celebración este 19 de abril de la solemnidad de la Divina Misericordia.
“Hoy sábado 18 de abril disponiéndonos a la celebración mañana domingo de la Divina Misericoria. El nombre de Dios es misericordia dice el papa Francisco, el santo padre. Cuando la gente ve prevalecer el interés, la poca misericordia, cuando ve prevalecer la cerrazón se escandaliza, dice el papa y también nos dice que entre el drama humano que estemos viviendo, agregamos nosotros como el que estamos viviendo, un pequeño paso, un pequeño cambio vale muchísimo a los ojos de Dios. Un pequeño paso en medio de los grandes límites humanos es más apreciado o puede ser más apreciado por Dios que la vida exteriormente correcta de quien pasa sus días sin enfrentarse a importantes dificultades, un pequeño paso en medio de los grandes límites humanos. ¿Qué nos está diciendo el Santo Padre? Que los gestos aparentemente pequeños son grandes a los ojos de Dios cuando son gestos de misericordia a pesar de los errores que como seres humanos podamos haber cometido. El nombre de Dios es misericordia. Hermoso texto escrito por el Santo Padre, y es nunca recurrir al ojo por ojo y al diente por diente, es aprender a vivir con misericordia, misericordia, perdón, solidaridad, capacidad de entender y perdonar para no alimentar, para no alimentar espirales de conflicto sin fin”, indicó.
“Dios perdona todo, dice el santo padre en ese librito, El Nombre de Dios es Misericordia. Ofrece una nueva posibilidad a todo el mundo, difunde su misericordia sobre todos los que la piden y nos hace conscientes de la necesidad de conocer la humildad, y agregamos la necesidad de conocer la modestia, la capacidad ilimitada de amar, la capacidad ilimitada de encontrarnos en la misericordia del Señor dispuestos a ir adelante con el corazón abierto al bien, a la paz, al cariño, el corazón abierto a la hermandad, todo desde la fe que hace milagros, que derrama milagros. Dios derrama su misericordia y derrama milagros”, agregó.
Dijo que “sentimos que en nuestra Nicaragua bendita, nuestra Nicaragua de cariño, de fe, de comunidad, de familia, todos los días tratamos de abrir el corazón a la misericordia en la presencia que reconocemos de Dios nuestro Señor en todo lo que hacemos, en todo lo que nos proponemos hacer. Dios que nos llama a vivir la hermandad cristiana y humana desde la persona, mujer, hombre de todas las edades, la persona, la familia y la comunidad. Obras de misericordia mentales, vitales, espirituales, obras de misericordia para que la vida con toda su fuerza siga fluyendo, más aún en estos tiempos de promoción de salud, de vida y la vida sin odio, sin violencia, sin rencores, con paciencia, con prudencia, con modestia, la vida con cariño fraternal. Como hijos de Dios nuestro señor invocamos su misericordia para que se derrame sobre todo nuestro mundo, sobre nuestro país, sobre las familias, sobre los pueblos, sobre los pobres del mundo que tanto donde tanto se sufre hoy. Un mundo que con la misericordia de Dios y sabiendo reconocerla puede ser mejor, sabiendo entender las señales que el señor nos manda en su infinita benevolencia y amor. Un mundo que debemos hacer digno, seguro, solidario, pacífico, alegre, sencillo, o fraternal, un mundo de bien, un mundo sin arrogancias, un mundo sin ficticias superioridades, un mundo sin sometimiento, sin el pecado capital de la pobreza, la indignidad de la pobreza, un mundo sin egoísmos, un mundo mejor para todos con todos y por el bien de todos”.
“Mañana domingo bendecimos al señor y recibimos su misericordia con humildad, orando con fe y fortaleza espiritual para que esa divina misericordia nos haga abrir a todos el corazón y seamos conscientes y cada vez más, de que debemos la vida en este plano a Dios nuestro señor y que nos corresponde vivir con serenidad ilimitada para ubicarnos en nuestra condición frágil, vivimos una realidad de fragilidades donde nuestras intenciones, nuestras actitudes, nuestra conducta, nuestros comportamientos, deben, deberían, deben hacer la diferencia”, agregó.
La comapñera Rosario manifestó que “debemos escuchar saber escuchar, saber ver, saber creer, saber confiar y esperar en Dios, presente todo el tiempo que nunca nos falla, Dios que nunca falla y que nos está mandando a todos a cambiar para bien. En nombre de esa misericordia infinita de nuestro Dios, de su gran, de su grande e infinito amor decimos, afirmamos que estamos juntos como familias, como hermanos como comunidades en nuestra Nicaragua bendita y siempre libre y procuramos reunir nuestras bondades naturales, tomar consciencia de nuestras debilidades para trabajarlas y sobre todo reunir todos los ingredientes de nuestra valiosa cultura solidaria, cristiana, familiar, comunitaria para protegernos, para defender la salud de todos, para promover la vida en todas sus formas y para que nuestra Nicaragua bendita, amorosa y siempre libre vaya adelante en bien común, en trabajo y paz, en seguridad. Vaya adelante, vayamos adelante con Dios que nos fortalece”.
Opción preferencial por los pobres
La compañera Rosario reflexionó que “Dios nuestro señor le escuchamos, nos llama a la misericordia. Escuchamos cuando nos dice que sin misericordia no somos nada, no hacemos nada, el mundo no existiría. Hemos sido llamados y escuchamos el llamado de Jesús de servir a cada ser humano, a tocar la carne de Cristo, su carne en quien ha sido excluido, en quienes viven con hambre, sed, sin trabajo, es ahí donde hace falta trabajar y donde tocamos a nuestro Dios. Es ahí donde lo vemos, es ahí donde sabemos nosotros todos los cristianos ser misericordiosos, ser solidarios. Jesucristo nos dice que todo lo que hagamos por el más pequeño de nuestros hermanos se lo habremos hecho a él. Y tratamos con humildad de vivir cumpliendo ese mandato, opción preferencial por los pobres. Tratamos de cumplir ese mandato para que los pobres, los pobres puedan salir de la pobreza porque tienen derecho”.
“Como pueblo cristiano estamos llamados a derramar amor y justicia, que es dignidad, que es reconocimiento del derecho y los derechos de todos, que es construcción de paz, Jesucristo el rostro de la misericordia”, añadió.
Tras leer pasajes bíblicos, reflexionó que “tenemos que ser esos jardines bien regados, esas vertientes de agua, con aguas de vida, con aguas que nunca se agotan. Tenemos que ser el gesto del amor, palabras de buena voluntad, de buen corazón y compartir el pan en todo momento para saciar a todo afligido, que deje de sentir la aflicción y que se disponga a ver la luz, nos dispongamos todos a ver la luz que se alzará, nuestra luz la de todos, en las tinieblas, compartir el pan y albergar a los que no tienen techo, dar techo al que no tiene techo, mandato cristiano, vida digna, vida con respeto, vida para ser verdaderos cristianos, para ser no solo testigos sino protagonistas de los milagros de la fe”.
Finalmente expresó “nuestra solidaridad y oraciones como todos los días con todos los gobiernos y pueblos del mundo, de verdad creemos y queremos creer que el mundo puede ser mejor si todos nos disponemos a vivir como hermanos, y a cumplir con ese mandato supremo de ser misericordiosos en el nombre poderoso de Jesús que es amor”.