“Sean cuales sean las diferencias entre los nicaragüenses, cada uno tiene lugar en las filas del Frente Sandinista. Tal característica es compatible con la posición de vanguardia del sector que se identifica con la clase obrera y la clase campesina, y que se guía en la acción con la filosofía del socialismo científico”.
Eso lo dijo el Comandante Carlos Fonseca Amador como parte de sus conceptos sobre este símbolo de las revoluciones a nivel mundial, a lo cual debemos darle nuestra propia interpretación.
Y es que ser Sandinista es darlo todo por la Patria; y con un enunciado tan corto encontramos el significado de tantos días y tantas noches que Nicaragua ha salido de la penumbra para creer que el Sol nunca dejará de brillar.
Ser Sandinista es entregar el don de la vida a manos de tiranos; como sucedió en 1970, cuando caía en combate contra la guardia somocista el poeta Leonel Rugama.
Ser Sandinista es ser “La Chinita de Jinotepe”; que no soportaba ver a sus amigos, compatriotas; a su familia, todos oprimidos por una dictadura títere del capitalismo que la dio muerte en 1975. Ella era Arlen Siu.
Ser Sandinista es tener alma de héroe, de corceles que recorren poblado tras poblado buscando gente dispuesta a liberar y ser libres. Haya o no haya guerra el propósito es el mismo; desde hace décadas y para adelante, ahora cuando las luchas son económicas pero siguen cayendo bombas sobre ciudadanos inocentes.
CAMBIOS RAZONABLES DE PENSAMIENTO POR EVOLUCIÓN DE LA NACIÓN
El General Augusto C. Sandino fue liberal; pero como verdaderamente era ser liberal. Era un general (de José María Moncada) que se negó a entregar sus armas a los norteamericanos a cambio de diez dólares por fusil. Sandino así inició a ser ejemplo más allá de las ideologías porque tenía profundas inspiraciones en la revolución francesa.
Sandino era doctrinario; a diferencia de los “liberales” de hoy que solo lo son porque sus abuelos o sus padres lo fueron. De esos hay una cantidad enorme que se reduce o cambia de bandos en la misma acera cuando las elecciones se acercan. Algunos ni siquiera son políticos hasta que aparecen en una papeleta. Esos derechistas de estos días no se parecen ni a la sombra del sombrero del General Sandino.
Tomemos la palabra de un liberal como ejemplo:
“Soy Sandinista porque Sandino era liberal como yo”; dice Moisés Absalón Pastora, un periodista que pertenece al PLC desde 1996 pero que combatió a Somoza en los 70. Y no nos equivoquemos ni tratemos de dudar de la palabra del colega, porque mantiene su posición política pero dice que el que reconoce los avances y beneficios de la administración Sandinista no está “oxigenando” a nadie; sino abriendo los ojos sin pretender engañarse.
Es admirable lo que dice Moisés Absalón: “Soy un nicaragüense que de la misma manera que tiene la valentía de decir las cosas que están mal, también las tiene para reconocer que hay muchas cosas que se están haciendo bien y que no es cierto que aquí todo esté mal”.
Además plantea que los “políticos” que asumen cargos a pesar que “denuncian” “fraudes” son los que los cometen. “Esta gente plantea un discurso de ‘libertadores’ en un país supuestamente esclavizado cuando el mundo, las encuestas y la realidad dicen otra cosa. Desesperadamente buscan un asidero – aunque sea equívoco- para venderse como ‘opositores’ y la única oposición que hacen es a ellos mismos”.
Y concuerdo en que son gente sin visión y sin convicciones ideológicas; todos tránsfugas del PLC hacia otros “movimientos” que solo politiquean hablando de relevos que nunca llegan porque cabildean para su propia reelección que conlleva inmunidad.
SER SANDINISTA ES…
Despertar cada mañana siempre atentos a lo que suceda. Como los periodistas que tienen que estar al pie del cañón cuando se trate de alguna catástrofe de la naturaleza, a cualquier hora preparados para darle cobertura a todo; sin excepción, desde cualquier ángulo y trinchera.
Socorrer a las familias cuyas casas sucumbieron ante las inundaciones por la lluvia; son decenas de jóvenes que protagonizan estas batallas a favor de la paz y la solidaridad para que esas personas no se sientan solas.
Llevar el chanchito, la vaquita, el pollo, la gallina, el grano, la lámina de cinc, el agua, la luz; eso es ser Sandinista. Hacer el bien, desde todas las perspectivas, es ser Sandinista porque ha quedado más que claro y evidenciado que ser “opositor” en la derecha solamente deja daños a la patria y es por eso que el pueblo los desterró sin dudarlo al momento de votar.
FSLN: SINÓNIMO DE RECONOCIMIENTO MUNDIAL
Son historias de superación las que un Sandinista ha vivido y eventos como la Cruzada Nacional de Alfabetización, que “convirtió la oscurana en claridad” hacen de esta lucha una marca dejada en el tiempo.
En agosto de 2014 la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) situó a Nicaragua entre las 17 naciones que han reducido en más de la mitad la cantidad de niños de 6 a 11 años sin escolarizarse en más de una década. Y el analfabetismo en Nicaragua ya es un mito y los esfuerzos continúan llevándose a todos los rincones de este trozo azul y blanco de tierra.
Se trata de un órgano de las Naciones Unidas que ha reconocido en varias ocasiones la acción de más de 60 mil educadores que salieron de sus casas el 23 de marzo de 1980 para enseñar a leer y escribir a un pueblo libre finalmente.
Es tanto el impacto del nicaragüense en el mundo que hasta nuestra creatividad ha sido exaltada; reconocida como la más vistosa de la región centroamericana; según el Índice de Creatividad Global del Martin Prosperity Institute de la Universidad de Toronto.
Richard Florida, uno de los investigadores, dijo que “cada vez más estudios demuestran la apertura a la diversidad impulsa el desarrollo económico… Los lugares que están abiertos a nuevas ideas también tienden a atraer a personas creativas de todo el mundo, lo que les da una ventaja para ser innovadores”.
Y; ¿cómo es que un Sandinista propicia esto? Sencillamente al impulsar estrategias basadas en la cultura, las tradiciones, la alegría y los valores. Todos somos parte de una campaña permanente por aflorar nuestras riquezas; lo hacemos al explotar sosteniblemente el bambú, al darle promoción a las fiestas patronales de todos los municipios, al mantener viva la música nacional y al celebrar fechas decisivas para las naciones azotadas por dolorosas dictaduras como la somocista. Y tanto más que podemos decir que nos hace creativos, esos nicaragüenses de pura cepa que siempre ríen a pesar que la actualidad mundial esté tan en nuestra contra en materia ambiental.
Incluso la banda inglesa de punk-rock The Clash reconoció lo valioso de la lucha de nuestra patria con el álbum “Sandinista!”; grabado en 1980, un año después del derrocamiento de la dictadura somocista. Es un disco triple de 36 canciones.
En la canción "Washington Bullets" se hace referencia a conflictos y controversias mundiales en las que movimientos o partidos de izquierda tuvieron participación importante como en Nicaragua. Eventos que marcaron la pluma y tinta del líder esa banda Joe Strummer.
“La lucha sandinista en definitiva demostró que nuestro pueblo puede librar victoriosas batallas contra enemigos muy poderosos materialmente”; y esto también lo dijo el Comandante Carlos Fonseca Amador.
Si hacemos el bien, de cualquier manera, para cualquier persona y en cualquier lugar; somos nicaragüenses por excelencia; y hacer el bien es practicar las costumbres del Sandinista. La historia lo respalda.
Erick Ruiz José
Periodista TN8
@Erick_Nicaragua