Los amantes del béisbol se dieron cita la tarde de este sábado en las instalaciones del Estadio Nacional para disfrutar del segundo encuentro de la Serie Internacional Nicaragua vs Cuba, encuentro muy esperado por los amantes del deporte rey, quienes en familia protagonizaron una experiencia muy bonita.
“Venimos desde temprano porque no queremos perdernos ni un instante del juego, como siempre dejamos a última hora la compra de los boletos, pero al llegar a la ventanilla el trámite es rápido y ya vamos hacia dentro a ubicarnos y ponernos cómodos para disfrutar del juego”, expresó Roberto Bustillo.
La barra nicaragüense muy orgullosa ondeó la bandera nacional durante todo el partido, además de protagonizar las dinámicas realizadas por el personal del estadio, que arrancaron los aplausos, gritos y carcajadas de la concurrencia.
“Cada vez que venimos a apoyar a nuestra selección la pasamos alegre porque se aprecia la unidad de nuestro pueblo, somos un país amante del béisbol y aquí estamos dándonos el privilegio de ver a estas dos grandes selecciones, las que además nos une un gran amor, somos países hermanos unidos por la solidaridad”, dijo Susana Portas.
“Hoy vamos a ganarle a Cuba, vemos cómo la gente está muy alegre disfrutando de este hermoso estadio y de la paz y la tranquilidad que solo este gobierno nos da. Este es un derecho que nos permite estar unidos bajo la bandera azul, blanco y azul”, señaló Ramón Rodríguez.
Comercio activo durante el partido
Dentro y fuera del estadio fue notoria una dinámica actividad comercial, hombres y mujeres ofrecían cintillos, camisetas, vuvuzelas, alimentos y dulces, logrando así obtener ingresos económicos para sus hogares.
“Las ventas están muy buenas, he vendido alrededor de 200 cintillos, los doy a 20 córdobas y no me puedo quejar, cada vez que hay juegos de este tipo en el estadio, nos va muy bien. Esta es una buena oportunidad para que nosotros los trabajadores por cuenta propia garanticemos el alimento de nuestros hijos”, expresó Cesar Vílchez.
“Yo vendo vigorón en todos los juegos. Cada plato lo damos en 80 córdobas.Ha estado bastante buena la venta, no me puedo quejar, en menos de dos horas he recuperado lo invertido y sé que voy a terminar todo el producto porque a la gente le gusta comerse su vigoroncito mientras ve el juego”, subrayó Antonia Ríos.