Con bailes y el compromiso firme de seguir construyendo una Nicaragua digna. Así fue recordado el compañero René Polanco, un hombre de origen salvadoreño que ante las barbaries que sufría el pueblo nicaragüense a manos de los Somoza no dudó en sumarse a la lucha insurreccional, sin embargo, días antes de la gloriosa Revolución Popular Sandinista, fue asesinado y desaparecido.
Sus vecinos, amigos, compañeros de lucha y familiares, rindieron un homenaje en el 40 aniversario de su paso a la inmortalidad en el barrio que hoy porta su nombre y que se ubica en el distrito cinco, donde su hoy se ven los frutos de esa lucha a la cual se unió Polanco.
“Muy jóvenes nos involucramos en la insurrección, en la lucha del pueblo. Polanco fue un hombre valiente, de carácter paciente pero que amaba a este pueblo que, aunque no era su país de origen lo amó como un nicaragüense más, fue miembro de las Comunidades Eclesiales de Base, fue muy entregado a la lucha revolucionaria y un día como hoy René desapareció, le tendieron una trampa, lo montaron a un vehículo y jamás lo volvimos a ver”, expresó José Martínez Poveda.
Polanco al igual que miles de nicaragüenses y extranjeros que combatieron en la insurrección, murieron con la esperanza de ver una Nicaragua mejor, digna y ese sueño hoy es una realidad gracias al comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo.
“René Polanco es nuestro referente político, organizó desde la clandestinidad células guerrilleras para defender al pueblo enfrentándose con la Guardia de Somoza. Hoy con orgullo podemos decir que nuestro hermano no murió en vano porque este barrio que hoy lleva su nombre hemos visto los logros de la Revolución, vemos nuestras calles adoquinadas, centro de salud, energía eléctrica y otros beneficios que nos permiten vivir dignamente”, subrayó Douglas Rodríguez.