Líderes indígenas de diversas partes del mundo ganadores del Premio Ecuatorial 2017 de la ONU manifestaron hoy su compromiso con la conservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Representantes originarios de Guatemala, Honduras, Belice, Brasil, Mali, Kenya, Indonesia, Tailandia, Kazajstán, India y Pakistán recibirán mañana en Nueva York el premio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual consideraron un estímulo para seguir en la lucha por la construcción de un planeta en armonía con el medioambiente.
En declaraciones a Prensa Latina, el activista de Mali Nomba Ganamé brindó detalles de un programa de protección de los elefantes, especie bajo amenaza por la caza indiscriminada.
Nuestra meta es garantizar la supervivencia de este patrimonio nacional e internacional, para que las futuras generaciones lo conozcan y disfruten de su valor cultural y ecológico, dijo el coordinador del proyecto, quien destacó la importancia del trabajo con las comunidades para el éxito de cualquier esfuerzo conservacionista.
De acuerdo con Ganamé, gracias a la iniciativa, alrededor de 350 elefantes reciben protección sistemática.
También alcanzaron el Premio Ecuatorial 2017 la Federación de Tribus Pech de Honduras (Fetriph) y la Alianza Internacional de Reforestación (Aires) de Guatemala por sus programas de defensa de los bosques.
Nuestro proyecto se fundamenta en la conservación de los bosques y ejercer la gobernanza en los territorios en los cuales están asentadas 10 comunidades originarias del noreste hondureño, explicó el presidente de la Fetriph, Adalid Tomé.
Tomé y la secretaria de la organización, Gladis Hernández, afirmaron a Prensa Latina que el premio del PNUD representa un reconocimiento a las prácticas ancestrales indígenas de convivencia armónica con la naturaleza, en particular los bosques.
Por su parte, Cecilia Ramírez señaló que Aires ha sembrado en Guatemala más de cinco millones de árboles, como parte de sus gestiones de reforestación y para salvar las montañas.
Tenemos el objetivo de avanzar hacia un uso sostenible de los bosques, que son clave para la vida de los originarios, quienes constituyen la mayoría de la población guatemalteca y sufren la pobreza, expuso.
Según Ramírez, el premio de la ONU da fuerzas para seguir adelante, conscientes de que no hay otro camino para el desarrollo sostenible que la armonía con el medioambiente.
De igual manera, nos ha brindado a activistas de diversas partes del mundo la oportunidad de compartir experiencias y de conocer trabajos de conservación marina, reforestación y protección de pastizales y especies, subrayó.
También de Guatemala, la representante indígena Gilberta López celebró la obtención del Premio Ecuatorial 2017, e insistió en la necesidad de prevenir la tala indiscriminada de árboles.
El premio del PNUD tiene carácter bianual y busca reconocer la labor de las comunidades en materia de conservación, uso sostenible de la biodiversidad y combate a la pobreza.