Este 7 de diciembre la Compañera Rosario Murillo, Vicepresidenta de Nicaragua agradeció a Dios, al Dios de todas las victorias, porque vivimos otra Gritería en paz, en familia, en fe, en valores, en cultura de concordia, de encuentros, de comunidad.
"Gracias al Padre Celestial y a nuestra Madre María que hoy honramos y alabamos en toda Nicaragua. Qué hermosa fiesta la que tenemos los y las nicaragüenses, y cómo la hemos promovido destacado, alzado, como Madre de Dios y como Madre de todos que merece lo mejor", agregó la Compañera Rosario.
Dijo que los nicaragüenses nos sentimos cada 7 de diciembre, en primer lugar, agradecidos porque llegamos a la Gritería, no solo llenos de alegría, no solo agradecidos a la Madre porque nos causa tanta alegría celebrarla, sino con tanta esperanza.
"Las madres, y sobre todo la madre de Dios nos da fuerza, nos da fortaleza, nos da esperanza y sabemos que su Manto Celestial arropa a todas esta Nicaragua bendecida, mil veces bendecida, prosperada, victoriosa".
"¡Victoriosa sobre todas las mañas del demonio!
¡Victoriosa sobre todas las malignidades!
¡Victoriosa sobre los vozarrones que hemos aguantado y resistido con educación!
Y con la esperanza de que el Padre Celestial cambie el tono y dé fuerza como nos da a todos, la mayoría de nicaragüenses, a esos corazones para que vibren en otro ritmo. El corazón debe vibrar en ritmos de amor, en ritmos de cariño, en ritmos de hogares y familias, y niños, y jóvenes, y mujeres con derechos, protagonizando rutas de esperanza. De esperanza, de armonía, de trabajo, seguridad, estabilidad y paz", proclamó la Vicepresidenta de Nicaragua.
"La Madre de Dios, así decía Monseñor Bosco Vivas, decía: la Madre de Dios y me llamaba y me decía, acuérdese de mencionar a la Virgen, no se olvide de la Virgen. No, por supuesto que no nos olvidamos, cómo olvidarnos de la Madre de Dios y de todos nosotros. Los creyente, los devotos, las familias nicaragüenses que la hemos honrado y celebrado, la mayoría de nicaragüenses que honramos la paz, el amor, el sentido de familia y comunidad, cómo olvidar a María Santísima, si aquí está en cada casa, hay una imagen, aún en hogares no católicos, sabemos que María como Madre de Dios merece todos los honores y también las devociones que hemos aprendido de generación en generación y que seguimos trasladando de generación en generación".
Enfatizó que hoy 7 de diciembre queremos darnos un abrazo de hermandad cristiana, sandinista "porque los sandinistas somos cristianos, socialistas y solidarios. Un abrazo enorme en la fuerza de la esperanza, en fuerza de victoria, en fuerza de fe, familia y comunidad".
"Un abrazo, muchos abrazos:
¡Cuánto tenemos que celebrar!
¡Cuánto tenemos que honrar!
¡Cuánto tenemos que alabar y cantar!
¡Cuánto, cuánto debemos a Dios Padre, Dios hijo, Dios espíritu santo que nos bendice con todas las victorias", decretó.
"Y aquí estamos y vamos adelante, y esta tarde se encenderán las velas, los pebeteros, los altares, la pólvora, los olores, los aromas en todas partes, y sabemos que esos aromas, que esas energías, que esas vibraciones son de bendición y de futuro".
"Abrazos grandes queridos compañeros, vamos a dejar las notas cotidianas para mañana, mientras tanto duro nos abrazamos, duro, duro, cuando decimos abrazo fuerte, duro, que no quiere decir duro áspero, sino duro de fuerte. Un abrazo inmenso, abrazos inmensos, de Daniel, mío, de toda nuestra familia".
"Vamos adelante junto a las familias nicaragüenses y como familia nicaragüense en victoria de la paz, de los derechos, del bien común, de las familias y comunidades, de los jóvenes, de los niños, todos juntos somos los triunfos, todos juntos en complementariedad somos los protagonistas de todas las victorias. Abrazos grandes y ¡Qué Viva La Virgen que causa tanta alegría en tantos hogares nicaragüenses! Gran cariño, compañeros, compañeras, y Siempre más Allá. Y estamos juntos, estamos juntos y es nuestra fortaleza, la unión de todos por el bien de todos".
"¡Qué viva María!,
¡Qué viva la Virgen!
¡Y que viva nuestra Nicaragua de fe, nuestra Nicaragua bendecida, prosperada y triunfante! Abrazos grandes". concluyó.