Se dormía en el regazo de su tía abuela escuchando pláticas sobre poesía y literatura en las tertulias, esta es una de las tantas anécdotas que vivió Rubén Darío en su etapa de niñez, en la casa que hoy es el Museo-Archivo, ubicado en la ciudad de León en Nicaragua.
Al entrar al Museo-Archivo Rubén Darío, el patio con un hermoso corredor y jardín te dan la bienvenida y poco a poco te traslada a la época, invitándote a recorrer la casa que conserva el diseño colonial, construida de taquezal y adobe, que acunó al Padre del Modernismo, un lugar realmente lleno de historia, literatura y poesía, testigo de la inspiración que tuvo Darío para escribir sus primeros poemas.
Miguel Martínez, director administrador del Museo-Archivo Rubén Darío es el encargado de guiarnos en este recorrido, “aquí se han podido rescatar objetos personales de Rubén, de su familia e incluso de otros escritores y poetas nicaragüenses, donde se conserva el crucifijo que le obsequió el poeta y amigo Amado Nervo, la cama donde falleció Rubén el 6 de febrero de 1916, la máscara mortuoria que se le hicieron posterior a su muerte”.
El Museo-Archivo Rubén Darío, fue fundado en febrero 1964 por Edgardo Buitrago, cumpliendo 59 años este próximo mes de febrero.
En este sitio se conserva un buen patrimonio de archivo y documentos con poemas, cartas, fotos originales y una biblioteca disponible a los estudiantes y los investigadores que quieran conocer sobre la vida y obra de Rubén Darío y otros insignes poetas nicaragüenses.
El recorrido inicia por el aposento a como eran en el siglo XIX a finales de 1869, la época en la que Rubén vivió en esta casa, donde se aprecia la cama, ropero, muebles preciosos de cofres; luego pasamos a otro escenario, la sala de tertulia, “donde Rubén describe en su autobiografía que cuando era un un niño entre 4 a 5 años recordaba que en la esquina de la casa se reunían amigos de sus tíos abuelos a hablar de literatura, poesía, política, religión, mientras él se dormía en los regazos de su tía abuela escuchando la conversación de la famosa tertulia, parte de la formación que recibe en sus primeros pasos de la poesía, por lo que fue llamado y reconocido en toda Centroamérica como el poeta niño, porque a los 7 y 8 años hacía poesía”.
Otro de los lugares que debe visitar en este Museo es la sala de archivo con documentos de primeras, segundas y terceras edición, como es el caso de “Azul” con la primera y segunda edición, “Cantos de Vida y Esperanza”, “entre otros libros, resguardamos el primer libro de Rubén que está totalmente en manuscrito que es poesía y articulo en prosa, lo resguardamos con el álbum de Margarita Debayle, la Revista Mundial que publicó en París, entre otros documentos”.
También puede visitar la sala donde se muestra el traje junto a los accesorios, (guantes, sombrero y espada) que usó Rubén Darío cuando fue Embajador de Nicaragua en España de la Corte del Rey Alfonso XIII.
Al finalizar puede visitar la biblioteca de literatura nicaragüense e hispanoamericana, la que cuenta con un aproximado de 2 mil 800 libros y se encuentran entre ellos 70 manuscritos, 40 fotos originales y periódicos originales.
Darío sigue aquí y hay que seguir aprendiendo de él
El turista Nicolay Jirón, mientras recorre este Museo- Archivo se mostró muy nostálgico al recordar que sus raíces son de León y estar en la tierra de los poetas, es muy interesante y enriquecedor.
“Venir a este centro donde se forja Darío es emocionante, porque creo cada persona tenemos algo de Rubén y me parece muy bueno que se conserve este Museo, porque tenemos las herramientas necesarias para apreciar la historia desde una forma personal, disfrutando de algo que muchos extranjeros y poetas deben viajar para conocer este sitio”, expresó.
Compartió que, el legado que se debe seguir de Darío es llevar la patria donde uno vaya, conocer y admirarlo, porque “Si la patria es pequeña, uno gran la sueña”.
"Rubén para mí es un personaje que inspira y demuestra que no importa de dónde seas, si sos del país más pequeño o más grande, siempre podés brillar y llegar a ser una gran persona si te lo propones”, dijo.
Nicolay también recordó que de Darío lo que siempre ha admirado es su constancia, su determinación, disciplina y dedicación, “y Rubén siempre va estar acá, en este sitio y hay que seguir aprendiendo de él”.
Actualmente, el Museo-Archivo Rubén Darío recibe una visita mensual de entre 500 y 600 personas. El horario es de martes a sábado de 8:00am a 12:00pm de 2:00pm a 5:00pm y domingo de 8:00am a 12:00pm y lunes cerrado, el costo es una contribución voluntaria a los nacionales, estudiantes no pagan y extranjeros pagan 1 dólar.