El periodista italiano Fabrizio Casari, quien participó en los actos conmemorativos del 43/19 aniversario de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, reflexionó sobre el discurso del Presidente Daniel Ortega y coincidió en que "la dificultad de las relaciones entre EE.UU. y Nicaragua jamás han sido culpa de Nicaragua".

Durante una entrevista en el programa Revista En Vivo, Casari también destacó la fortaleza del Frente Sandinista de Liberación  Nacional (FSLN) que ejerce el poder en Nicaragua y se refirió al episodio de odio protagonizado por los vendepatrias en el año 2018, el cual fue derrotado por las mayorías nicaragüenses.

"La Plaza me emociona... Es emocionante porque reafirma y confirma la adhesión de un pueblo a un proyecto y sobre todo el amor infinito que le tiene a su líder.  Eso es la identificación de un pueblo con lo que es más que ser un presidente parece ser un padre de la patria", valoró Fabrizio al ser consultado sobre su participación en las conmemoraciones.

"La manera que tienen los nicaragüenses de celebrar su acto político definitivamente es mucho más alegre que otros que son muy serios. Eso es pura idiosincrasia nica", agregó, mencionando que el ambiente que se vivía desde cada familia en los barrios es resultado de un buen trabajo político y organizacional.

"Eso hace de un proceso revolucionario, de un proceso político en general, un proceso popular", aseguró.

Sobre el discurso del Presidente Daniel Ortega, con motivo del 43 aniversario del triunfo de la Revolución, Casari opinó que "lo que hizo el Comandante, independientemente de sus valoraciones, fue un recuento de lo que pasó exactamente. No le estuvo dando interpretaciones, estuvo dando el reconocimiento de los hechos que se habían dado. A quien no lo tenía fue una buena lección magistral de historia, y claro me vino en la mente Aldo Díaz, primer aniversario que no está y la importancia que ha tenido él también en contar la historia. Y por otro lado el Comandante lo que hizo fue recordar a todos que la dificultad de relaciones entre Estados Unidos y Nicaragua, jamás han sido culpa de Nicaragua".

"Nicaragua jamás se ha negado a un diálogo. Pero cuando el diálogo es que yo te escucho y tú me impones, eso se llama monólogo. El diálogo es cuando los dos hablamos, decimos nuestro punto de vista y encontramos una síntesis. A esto Nicaragua y personalmente el Comandante Ortega, por como lo conozco, jamás se ha rechazado. El problema es que la actitud de los gringos, sean republicanos, sean demócratas cambia poco... pero vienen a Nicaragua con una postura como que fuera el comienzo del año 900. Y no es así. No tienen ninguna posibilidad ellos, como nadie más, de venir a Nicaragua a decir lo que se tiene que hacer en Nicaragua. Hasta que no entiendan eso resulta muy difícil", explicó Casari.

"Es una postura que tienen con todo el mundo. Ellos están acostumbrados a sentarse en las respectivas cancillerías y decir lo que deben hacer. Hay quien se dobla con mucho gusto, hay quien se arrodilla con inspiración malinchista y hay quien le dice: ve hombre a mi no me vengas a reordenar mi casa, eso lo hago yo, decime qué quieres, quédate en la puerta entonces. Y el Comandante lo que hizo fue recordar como la actitud de Estados Unidos hacia Nicaragua nunca fue conciliante, nunca fue dialogante, siempre fue amenazante y siempre fue agresiva", añadió.

Fabrizio también habló sobre el fortalecimiento del FSLN a lo largo de la historia, y de cómo el partido garantiza al gobierno una relación constante con su pueblo.

"Considero al Frente Sandinista junto al Partido Comunista de Cuba, el partido mejor organizado no solo de todo este continente, sino que uno de los mejores del mundo", valoró.

Y remarcó que la "decisión de no desmantelar el partido una vez que se llega al gobierno, cosa que ha pasado en otras experiencias, ha sido una decisión cuanto más sabia y de larga mirada".

"A veces el imperio pierde y el halcón se queda en su cueva viendo qué pasa, esperando que tu baja la guardia, esperando que tu desmoralices o esperando que tu te relajas, cuando te ve relajado otra vez sale para golpearte", advirtió.

En ese sentido, dijo que "tener un partido que pone en comunicación las instituciones con la ciudadanía y tiene el pulso constante del humor del país, de la espera, de los desencantos incluso, de los problemas, es una manera correcta tanto de hacer política como partido como de gobernar".

"Como escribí, normalmente se hacen revoluciones que llevan al gobierno. En este caso se hizo, pero se hizo también al revés, es el gobierno que está haciendo revolución, es un caso que pocas veces se ha visto. Se ha visto en Venezuela con el Comandante Chávez y obviamente se ha visto en Cuba con Fidel, pero en ningun otro caso el gobierno ha sido una maquinaria revolucionaria. Es decir, ha ido en su gobernar con cambios trascendentes, definitivos, épicos, históricos a cambiar un país... Eso se hace cuando hay un partido de masa fuerte que está en las venas del país, que está dentro del sentir más hondo de tu pueblo y te dice: mira aquí está la cosa, eso es lo que se vive y así se impide que la parte más alta de la sociedad pierda el contacto con la más baja, en este sentido ese lema del Pueblo Presidente encuentra su aplicación precisamente con eso, con un partido de masas que garantiza al gobierno una relación constante con su pueblo", expuso.

Casari mencionó que después de la primera etapa de la revolución, el segundo momento se dio durante la resistencia que hubo en los 16 años de liberalismo, y la tercera es ese gobierno que se vuelve parte activa del proceso de transformación total de Nicaragua.

Acontecimientos del 2018, cálculo errado de la derecha

El reconocido periodista también se refirió al fracasado intento de golpe de Estado, protagonizado por sectores de la derecha vendepatria.

"En el 2018 se pensó que el sandinismo ya estaba dormido, que ya era un proceso electorero, el frente sandinista no era más que una organización al servicio de la campaña electoral y poco más", comentó.

Pero en lugar de desaparecerlo "le hicieron una inyección de multivitamínico a las venas al sandinismo. Al salir a cuestionar la legitimidad del Frente Sandinista y de la presidencia del Comandante, hicieron el peor error que podían hacer".

"En el 2018 piensan que el Frente ya ha terminado por ser un partido, que solo está un gobierno y entonces que derrocado el gobierno, siguiendo el mismo ejemplo que se había dado en Europa del este, en Oriente medio, derrocado el gobierno está hecha la cosa. Ya solo falta que se sentaban a la mesa con la lista de los ministros que querían  ellos", señaló.

Sin embargo, "el Frente Sandinista demostró una cosa fundamentalmente, tiene el monopolio de la fuerza en este país y tiene el monopolio del proyecto político y de transformación social del país y cuando un partido y un gobierno tienen un proyecto, la idea de desarrollo y la fuerza, ahí déjalo, no lo vas a cambiar, no lo vas a quitar", dijo Casari.

"Nicaragua tiene una historia que si uno la quiere leer, no hace errores de valoraciones de la historia. Ellos se olvidaron de la historia y ahora están ahí muriéndose de rabia", sentenció el periodista.

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