Cuando el General en Retiro, Compañero Omar Halleslevens, ingresó en las filas del Frente Estudiantil Revolucionario (FER) nunca pensó que en algún momento llegaría a ser Jefe del Ejército de Nicaragua, mucho menos Vicepresidente de Nicaragua.

Disciplinado, siempre cumplió con ahínco las tareas que le encomendaron, sin preguntar, sin cuestionar. “Uno cuando estaba en el movimiento, tenía la certeza de que íbamos a triunfar, por eso se le ponía mucho ahínco a lo que tenía uno encomendado hacer”.

En una entrevista realizada por la Revista En Vivo con Alberto Mora, de canal 4,  Halleslevens recordó este 18 de julio a los compañeros que en la historia de este país, pusieron su grano de arena, eso que el ser humano más quiere, más ama… La vida.

Nació en La Libertad, estudió en Juigalpa porque no había secundarias, ''esto que gozan los jóvenes de tener secundarias en todos los municipios, y universidades en casi todos los departamentos y tener las posibilidades de acceder. Cuando yo nací no existía, estudié primaria en mi pueblo y la secundaria estaba en Juigalpa, al 4 año me traslade a Managua a estudiar al Ramírez Goyena”.

Cuenta que se encontró con una serie de compañeros ligados al Frente Estudiantil Revolucionario, en su manos cayó una volante firmada por Oscar Turcios , donde llamaba a la lucha, y cuando leyó esa carta dijo: “esto esto es lo que necesita Nicaragua”.

Se unió al FER , la parte estudiantil del Frente Sandinista. Luego fue a estudiar en el 79 a León, Ciencias Químicas, y se organizó junto a otros compañeros como Roberto Huembes e Iván Montenegro para fortalecer el FER en León.

Ya en 1972 fue asimilado por el Frente Sandinista directamente y comenzó a trabajar combinado con el Frente y con el FER. En 1974 pasa a la clandestinidad.

Luego le dijeron que formaría parte de un comando que realizaría el asalto a la casa de Chema Castillo el 27 de diciembre de 1974, que alentó la lucha insurreccional y marcó una nueva etapa que culminó el 19 de julio de 1979, con el triunfo de la Revolución Sandinista.

“Yo estaba en Estelí. Terminé la guerra en Estelí, que se liberó el 16 y celebramos el 17 la huida del tirano”.

Relata que cuando se da el triunfo de la Revolución, “uno queda, bueno ya estamos aquí, tenía dos opciones y una de ellas era continuar lo que había dejado a medias, concluir su carrera e integrarse a la vida civil”.

No obstante él había terminado como jefe de columnas del norte, e inmediatamente se comenzó a formar las fuerzas del Ejército y lo dejan como jefe de operaciones de la estructura de mando y le toca comenzar a organizar todas las columnas, en ese momento a batallones y compañías.

En agosto de 1979 lo llaman y le dicen que va a ser trasladado a Rivas a organizar la estructura del Ejército. A principios de los 80 regresó a Managua. Pero nunca pensó ser ni general, “hubo un momento en que en el ejército se daba una situación, la política de un resorte comprimido, El General era Humberto Ortega, y el General Cuadra, de ahí para abajo eran Coroneles”.

Añade que fue con el retiro del General Humberto Ortega que comenzó a moverse. Fue Coronel 11 años, y después accedió a General. Fue General de Brigada, Contraalmirante, luego pasó a Jefe de Estado Mayor y de ahí a Mayor General, y luego pasó a la Jefatura.

Julio de muchas efemérides

Hizo referencia que julio es un mes con muchas efemérides, con fechas dolorosas por la pérdida de hermanos, pero también un mes de alegría.

“Sabemos, conocemos del 15 de julio, donde dos hermanos en fechas diferentes, uno en 1969 y uno 1978, Julio Buitrago Urroz, en el 69 lo que significó el titán, el padre de la resistencia urbana, desde muy joven integrado, dándonos una lección de valentía, hidalguía, de entereza”, comentó.

“Y José Benito Escobar en 1978, una persona especial, muy cuidadoso, extracción obrera, con una gran trayectoria en las filas de los revolucionarios”, añadió.

Dijo que estos dos hermanos son recordados en el marco de una gran cantidad de hermanos que cayeron. Hizo referencia que este mes representa la etapa final, “había combates en toda Nicaragua, el mismo 15 de julio, cuando cae Julio, también se da en Santo Domingo la caída de otros hermanos, en el 1979 eso era pan de cada día”.

Luego trajo a colación el 17 de julio, que Nicaragua lo reconoce como el día de la alegría, “eso que aspiramos todos los nicaragüenses desde que estábamos iniciándonos en la lucha revolucionaria, ver un día a Nicaragua sin Somoza, ya sea ante un tribunal, rindiendo cuenta con su quehacer, o como sucedió huyendo de este país”.

“Y ya después tenemos la fecha histórica, a pocas horas que estamos por celebrar este 19, 43 años, histórico, un cambio profundo en la historia de Nicaragua, de las pocas cosas que suceden en la historia de un país, después de tantos años, y de tantas luchas, porque las luchas de Nicaragua está con Sandino pero con actitudes patrióticas como la del General Benjamín Zeledón, que antecede a Sandino y que tuvo una posición patriótica, de fortaleza humana para decir, yo no voy a rendirme, sabiendo que iba a caer en la gesta”.

Igualmente mencionó el 20 de julio de 1979, fecha que la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional entró a Managua.

También recordó el 23 de julio una fecha, en 1959 que trajo la matanza en León: 4 muertos y alrededor de 100 heridos por la Guardia Nacional, que pedían la libertad de Carlos Fonseca, entre otras cosas.

“El 23 de julio de 1962, lo que se conocía FLN, pasó a ser el FSLN, muchos reconocen esa fecha como la fundación del frente, pero hay muchos criterios alrededor de eso”, finalizó.

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