El Parque Nacional de Ferias sigue siendo un espacio donde emprendedores nicaragüenses dan a conocer sus productos, en su mayoría artesanales.

Uno de ellos es el señor José Silvio Téllez, de 70 años, quien aprendió el oficio de artesano en la adolescencia.

Sus padres, al igual que muchas familias de Monimbó, se dedicaban al arte de realizar sombreros, canastas, fajas, mecates, cestas y bolsos con cuerdas de burío, también conocido como tuza de maíz.

Hoy, fue Silvio el encargado de enseñar a niños y adolescentes que visitaron el parque nacional de ferias cómo se elabora un sombrero con estas cuerdas que se entretejen para armar un sombrero.

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“La gente que celebra mucho las purísimas los utilizan y por eso se nos vino la idea de hacer canastitas y sombreros”, dijo Silvio.

El burío no es más que la cáscara del plátano, lo que da el tallo. Nosotros lo sacamos y lo tiramos al sol, a los seis o siete días ya está bueno para empezar a elaborar los productos”, detalló.

Este artesano comentó que este material solo se puede sacar en verano.

“Tiene que estar blanco después de siete días y lo guardamos para ir poco a poco haciendo los sombreros, las cuerdas para los calabazos”, señaló el protagonista. 

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Los precios dependen del tamaño del producto. Los sombreros de palma tienen un costo de 100 córdobas y los de burío un precio de 150 córdobas. La docena de canastitas las puede comprar a 150 córdobas.

“He venido tres veces al parque de ferias y puedo decir que el acompañamiento del Mefcca ha sido bueno porque también he ido a Matagalpa, Chinandega y Estelí para dar a conocer mis productos”, señaló.

Finalmente, este artesano, resaltó que es importante mantener estas tradiciones.

Es muy bueno porque esto es una herencia de más de ochenta años y es una tradición de Nicaragua, que en la actualidad se ve muy poco y los jóvenes no conocen sobre esto que se utiliza mucho en el campo”, culminó Silvio, quien habita de la Iglesia Magdalena en Masaya, 1 cuadra y media al sur.

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