En el mensaje brindado a las familias nicaragüenses por el Comandante Daniel Ortega en ocasión del 41 aniversario de la Cruzada Nacional de Alfabetización, el Presidente de Nicaragua expresó que "yo conocí cuando yo era muchacho a esos señores obispos, aunque, incluso un tío abuelo, Marco Antonio Ortega, fue el primer Obispo de Nicaragua. ¿Y cuál es la hazaña de Marco Antonio, del Obispo? Fue el primer Obispo de Nicaragua que, ¿cuál fue la primera hazaña? Bueno, hacerse cómplice del sistema, del régimen".
"No se promovían, no se podían promover iniciativas como ésta, sencillamente porque, no habían, no habían, no habían condiciones, ni valores, ni principios que pudiesen partir de quienes tenían el poder y que tenían en el Estado, en el Gobierno, el poder de las armas, el poder religioso", afirmó el mandatario.
“No lo tenían, y recordando bien lo del tío abuelo, y el extremo, estaban las tropas yanquis aquí en Nicaragua y José Antonio Lezcano y Ortega, hermano de Marco Antonio, ahí están las fotos, quedaron las fotos de la vergüenza, el señor Obispo bendiciendo a las tropas yanquis con todos los fusiles tendidos”, dijo el Comandante Ortega.
Y prosiguió: “No había amor al prójimo, no estaba Cristo en sus prácticas y con el triunfo de la Revolución se establecieron los valores, los valores que siendo Nicaragua un país con grandes limitaciones en el orden económico, con mucha pobreza, extrema pobreza, logró reducir el analfabetismo y aquí, el analfabetismo andaba por el rondando el 60 por ciento ya, cuando triunfa la Revolución”.
“Es decir que, de cada 100 nicaragüenses, solo 40 podía leer y escribir, y se preguntó, ¿cuántos lograban llegar a la primaria y cuántos lograban aprobar el sexto grado, si todo era pagado y cuántos lograban bachillerarse, eran mucho menos, y cuántos lograban convertirse en profesionales?”
Señaló que eso "Y por eso hemos dicho y lo decimos y aseguramos que aquí, nuestra práctica es cristiana, socialista, solidaria".
Neoliberalismo privatizó los derechos del pueblo
El Presidente de Nicaragua recordó que se les dejó el gobierno en los años noventa que estaba sometido a la fuerza y los intereses de los que habían dominado Nicaragua, de los que habían llevado a Somoza durante más de 40 años, retomaron el gobierno. "Y alegre los yanquis, no el pueblo norteamericano, el gobierno yanqui contento porque se sentía que se adueñaba de nuevo de Nicaragua. ¿Y qué hicieron? Bueno, simplemente establecer en Nicaragua las nuevas forma de explotación, de esclavizar a la humanidad, que está en boga en esa época, eso es el capitalismo más bárbaro, que se restableció, que se estableció desde Europa y recorrió todo el mundo capitalista y se impuso en nuestros países, que significaba partida del principio de la ley de la selva, es decir, aquí estamos todos y todos somos libres de hacer dinero, y todos somos libres de hacernos ricos y de estudiar, y de ser ingeniero, de ser médico, pero predicando esa gran mentira, la política era otra, era privatizar y precisamente, el principio de la privatización tiene que ver con alimentar en el ser humano el egoísmo, la guerra sin cuartel del uno contra el otro para que sobreviva el más fuerte".
“¿Y quiénes son los más fuertes? Los que tienen el capital, los que imponen leyes, porque entonces se establecieron leyes aquí con la llegada del neoliberalismo. Decían ellos, llegó la democracia, bueno se autorizó una ley donde se privatizaba la salud, la educación, se privatizaban los derechos del pueblo, lo que no se privatizaba era el derecho de los latifundistas que habían sido expropiados y cuyas tierras estaban en mano de los campesinos y se lanzaron a tratar de robarle la tierra a los campesinos”, mencionó el Presidente Ortega.
“La tierra que se habían ganado con justicia, con la revolución, a desalojar de sus casas, de sus viviendas, a miles de familias que habían recibido viviendas con la revolución, a desalojar de las empresas a los trabajadores, que eran dueños de esas empresas. O sea se puso en práctica durante tres gobiernos alimentados, mantenidos, alentados por el imperio yanqui, alentados, mantenidos y bendecidos por las cúpulas religiosas y otras personas que visten, visten el hábito, y como bien se ha dicho el hábito no se hace al monje”, indicó.
Y agregó que "todos alegremente celebrando el crecimiento de la riqueza para los más ricos, el crecimiento de la pobreza para el pueblo pobre y trabajador y el crecimiento del analfabetismo. No les preocupó. Simplemente dejar hacer, dejar pasar que son las leyes fundamentales del capitalismo salvaje y eso hizo que del año 1990 que se empiezan a desmantelar los programas sociales en beneficio de los pobres al año 2007 que el pueblo retoma el gobierno. Aquí se incrementó el analfabetismo con un 23% y, iba disparado, más para allá. Imaginense, 23 %, en tres periodos y en tres periodos más hubiéramos llegado al 50% que había en la época de Somoza".
“Pero gracias a Dios, el pueblo es el pueblo, el que retomó el gobierno. Es el pueblo, los trabajadores, los campesinos, la juventud, las familias pobres, con deseos de superarse, son los que realmente tomaron el poder en el año 2007. Y por eso vemos los resultados. Y les irrita porque piensan que las familias que viven en las zonas más humildes y más empobrecidas, o que se encuentran aquí mismo en las ciudades, en zona pobre, que esa familias no tienen derecho a mejorar sus condiciones, a tener una vivienda digna, a tener fuentes de trabajos dignos, hasta el extremo de llegar, de llegar a cuestionar, a condenar, programas elementales que tienen que ver con la salud de la familia, si una familia que está en la pobreza y que apenas sí se cubre con trozos de zinc, totalmente, totalmente dañados, agujereados y pedazos de plástico que eso abundaba aquí en Nicaragua, y aquí mismo en Managua abundaba, negarle a esa familia atacar el plan techo porque todos somos testigos aquí como atacaban el plan techo, ahh ellos no tienen problema con el techo, si llueve no se mojan, ellos están bien protegidos”, puntualizó.
“Pero como el Plan Techo va en beneficio de los pobres, entonces ellos lo desprecian el plan, les importa poco la vida de los seres humanos que están en la pobreza y el programa Hambre Cero, y cuantos se irritan y se molestan y gritan, cuando ven a una familia campesina que con el programa Hambre Cero está logrando resolver en primer lugar y garantizar la alimentación de su familia, si con las chanchitas, si con las vaquitas si, y seguiremos entregando vaquitas y chanchitas, claro que sí”, afirmó el Comandante Daniel.