La Copresidenta de Nicaragua, Compañera Rosario Murillo, tras finalizar el acto de entrega de autobuses a transportistas destacó que el pueblo nicaragüense tiene la capacidad de alma para defender la paz, la justicia y las verdades verdaderas.
"Estos recorridos intensos, conmovedores, fuertes y vencedores. Hoy estamos conmemorando al Comandante Germán Pomares Ordóñez y a los héroes de mayo, y a nuestro General Sandino", dijo la Copresidenta de Nicaragua.
Mencionó que el Comandante Daniel "nos hizo este recorrido intenso por la memoria, por la historia y en la gloria de este pueblo nuestro, porque nosotros sabemos que quisieron destruirnos en el 2018 y, como decía el Comandante, pues no estábamos preparados; de verdad pensábamos que vivíamos la paz, la paz de Cristo Jesús y la paz que nuestro pueblo merecía".
Enfatizó que "llegaron los demonios y quisieron derrotarnos y no pudieron, no podrán, gracias a la fuerza del pueblo nicaragüense. Ahí estuvimos todos pendientes, sabiendo que íbamos a vencer porque el carácter, la identidad y la fortaleza del pueblo nicaragüense son invencibles".
"Y yo creo sinceramente que esos tiempos de odio fortalecieron en nosotros la fe en el amor, en el amor y la esperanza, es que el odio, no lleva nada. Además, el odio de clase, porque eran los ricos queriendo aplastar al pueblo, a los pobres, a los trabajadores, a los luchadores. Ese odio no lleva a ninguna parte", subrayó.
Remarcó que "se equivocaron totalmente y cómo quedó Nicaragua después de ese intento de aniquilar el amor y sobre todo de aniquilar el amor cristiano, porque cuando uno veía a supuestos pastores promoviendo el odio, cuando uno veía que ahí no había espiritualidad alguna, uno sabía que el amor está en el corazón de los creyentes y en el corazón de los pobres porque ya lo dijo Cristo Jesús".
Enfatizó que "un pobre va a entrar en el reino de los cielos y el reino de los cielos también aquí en la tierra es la justicia, la verdad. Los ricos no pasan por el odio de una vez. Es así, y nosotros sabemos que nos fortaleció a todos la fe en el amor, la certeza de que es amor que se construye y que se defiende la paz, porque precisamente para nosotros los cristianos el amor es paz".
Dijo que "cuando uno recuerda todos esos días borrascosos, terribles, terribles, porque era ver el rostro desfigurado de aquellos que habían simulado ser acompañantes en los caminos hacia el bienestar de los nicaragüenses, el rostro desfigurado por el odio, descompuesto, uno sabía que no eran ellos los que iban a continuar en caminos de paz o de lucha por el bienestar. No, no eran ellos, ahí pues la historia nos demostró lo que ellos no querían mostrar porque se escondían, se escamoteaban unos y otros".
Mencionó que "los empresarios, los malvados y también algunos representantes de la iglesia católica, desgraciadamente, porque nosotros somos católicos, crecimos como católicos y era terrible ver ese rostro de quienes se proclamaban como líderes de la iglesia católica. Recuerdo que alguien preguntó: Bueno, y en esa segunda fase del diálogo, ¿tendrían cabida los señores obispos?. El Comandante les contestó con mucha sabiduría: Sí, claro, pero con la oposición, no como dirigente de un proceso que tenía que llevarnos al reencuentro y a la paz con la oposición que había causado tanto daño, tanta muerte, tanto sufrimiento, tanta destrucción, por supuesto que no".
Indicó que "ahora que sabemos valorar, porque creo yo que también todos esos acontecimientos perversos nos sirvieron para valorar la paz, para valorar nuestro proceso revolucionario, para valorarnos nosotros como pueblo valiente, heroico, el pueblo de Sandino, el pueblo de Darío, valorar lo que tenemos y defenderlo".
"Vamos adelante y el Comandante decía: Estamos mejor, estamos mejor, estamos más fuertes, estamos más claros, además de quién es quién, y estamos seguros de que tenemos capacidad de alma, porque hay que tener alma para defender la paz y la justicia, las verdades verdaderas", subrayó.
"Ya vamos hacia 46, siempre 19, y vamos a celebrarnos, un pueblo grande, heroico, victorioso y sobre todo un pueblo que ama la paz y que vive en paz y que sabe, porque sabemos que desde la paz que estamos construyendo el porvenir".
La Compañera Rosario Murillo enfatizó que "la paz que es justicia, la paz que es verdad, verdades verdaderas y la paz que es lo que nos garantiza el futuro, ese futuro de derechos. Porque la educación es un derecho, la salud es un derecho, el transporte es un derecho, las carreteras son derechos. Todo el progreso es un derecho para salir de la infame pobreza que nos impusieron".
"Un abrazo a todas las familias nicaragüenses y un abrazo sobre todo a las madres. Somos luchadoras, somos valientes, somos aguerridas, somos amor y somos paz".
"Abrazo grande, compañeros, compañeras y a todas las familias; el deseo, pero sobre todo el compromiso de trabajar todos los días para que tengamos más paz y para que vayamos progresando desde el trabajo, la seguridad, la estabilidad, progresando y prosperando como merecemos todos. Gracias, que estemos bien", finalizó la Copresidenta de Nicaragua.