La derecha en Venezuela ya estuvo en el poder y demostró que el pueblo no es su prioridad y que para ellos el Estado significa un botín el cual desde su corrupta perspectiva se debe saquear a más no poder. Tal es el caso del tristemente célebre Carlos Andrés Pérez, quien para desgracia de los venezolanos se mantuvo por dos períodos en la Presidencia y bastó solo el primero para empobrecer a un país que es el mayor en reservas de petróleo en el mundo y si no fuese suficiente su Gobierno se caracterizó por ser uno o el más corrupto de todos los que han ocupado la primera magistratura de Venezuela.

En 1992 el periodista José Vicente Rangel hizo un destape que estremeció a la clase política de ese país y denunció que el entonces Presidente  Carlos Andrés Pérez, había utilizado 250 millones de bolívares pertenecientes al presupuesto del Ministerio de Relaciones Interiores para financiar las elecciones en Nicaragua y apoyar al Gobierno de la recién electa y su compinche Presidenta, Violeta Barrios de Chamorro.

Para marzo de 1993, el Fiscal General de la República en ese momento, Ramón Escobar Salom, introdujo una acusación en contra de Carlos Andrés Pérez por malversación de fondos. En mayo de 1993, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) determinó que había méritos suficientes para la apertura de un juicio en contra del corrupto e inepto mandatario.

El Congreso de Venezuela decidió destituirlo del cargo para que enfrentara el proceso judicial. En mayo de 1994, Pérez fue arrestado. Por su edad, que le permitía robar al pueblo venezolano, pero para los ojos de la justicia, no se le debía encarcelar como cualquier delincuente común, solo que este de cuello blanco. Fue por eso que permaneció bajo arresto domiciliario.

En 1996 la CSJ determinó la culpabilidad del expresidente corrupto Andrés Pérez y lo sentenció a dos años y cuatro meses de prisión. Meses después de esta decisión fue liberado porque su sentencia empezó a contarse desde que fue detenido en 1994, en otras palabras su defensa hizo uso de una artimaña jurídica.

Pero la corrupción de este político de la derecha, era como aquellos granos que al apretarlo sale abundante pus, por lo que en 1998 fue acusado, una vez más, de malversación de fondos públicos. Se le señaló de tener cuentas en bancos estadounidenses junto a su mujer sentimental y ex secretaria privada, Cecilia Matos. Se le impuso arresto domiciliario, pero salió otra vez en libertad ese mismos años tras ser elegido senador e invocar inmunidad absoluta.

Pero la justicia y Carlos Andrés Pérez, parecía que habían nacido el uno para el otro, pues en 2001 se anunció el inicio de otro juicio en su contra, en ese momento estaba prófugo en República Dominicana y como no tenía un pelo de tonto decidió no regresar a Venezuela y desde entonces vivía en el exilio dorado, dándose la vida de "Jeque Petrolero" con todo lo que le robó al iluso pueblo venezolano que le creyó sus cantos de sirena.

De República Dominicana, Pérez salió hacia EE.UU. Donde vivió con su amante y los hijos que procreó con esta, dejando a su mujer oficial y a los hijos de ambos en Venezuela. El 26 de diciembre de 2010 muere de un infarto al corazón de Carlos Andrés Pérez a los 88 años; sin embargo, su cuerpo permaneció embalsamado y congelado en una morgue de Miami, porque fue su amante de EE.UU. Y su esposa oficial de Venezuela, se disputaban dónde enterrar el cuerpo, si en Estados Unidos o en Caracas, 10 meses después ganó el juicio la esposa oficial y los restos de Pérez, fueron repatriados a Caracas para darle cristiana sepultura.

El entonces Presidente Chávez, en esa época estando en el poder, calificó el velorio de Carlos Andrés Pérez de "parque jurásico de políticos de la Cuarta República, como denominaba el chavismo a los gobiernos entre 1959 y 1998.

El presidente consideró que estaban "utilizando el cadáver de un hombre que por fin gracias a Dios le iban a dar cristiana sepultura".

Chávez aprovechó una cadena nacional de radio y televisión, que se transmitió al mismo tiempo que se producía una caravana que transportaba el ataúd con los restos de Pérez desde la iglesia, donde se ofició una misa al cementerio.

"Según ellos... la Venezuela de los años setenta y los años ochenta fue algo así como un paraíso, según ellos aquí no hubo represión, aquí no hubo explotación de la clase obrera, de los trabajadores, aquí no hubo miseria, aquí no hubo masacres según ellos y solo ahora vine yo a dividir al país y a llenarlo de odio", aseguró.
"Venezuela era un infierno en verdad", agregó, Chávez.

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