El mundo está patas arriba, digo esto porque los Latinos que son el voto que inclina siempre la balanza en cualesquiera elección de Estados Unidos, esta vez han decidido suicidarse al darle el voto a un Donald Trump que no oculta su odio hacia las personas indocumentadas, las mujeres los latinos, los afroamericanos, que  además se opone al aborto por lo tanto impide que la mujer decida sobre su propio cuerpo. En fin ese Donald Trump, ganó las elecciones en Estados Unidos de una forma tan contundente que su victoria estaba confirmada ya en la madrugada de este miércoles, mucho antes de lo que se había pronosticado que sucedería cuando se esperaban resultados más cerrados en los estados claves. El repúblicano ganó el Colegio Electoral y por si fuera poco también se impuso en el voto popular, algo que que no lo conseguía un candidato republicano desde George W. Bush hace dos décadas.

La constitución de los Estados Unidos pareciera que en el pasado fue diseñada por delincuentes. Solo eso puede explicar que a otro delincuente como Donald Trump, y aclaro le digo delincuente porque la justicia estadounidense así lo afirma, es más lo tipifica de criminal, pues a Trump le han tomado la foto con la tablita de los números y solo les hizo falta que le pusieran el traje color naranja, las esposas y lo encerraran con grilletes y la bola de hierro. 

Esta constitución norteamericana ha sido como un traje a la medida del expresidente el cual enfrenta sentencia, procesos penales pendientes, acusaciones de todo tipo y aún así no le pusieron ningún obstáculo permitiéndole que se metiera la Casa Blanca a la bolsa

Y es que la Constitución establece las normas que los candidatos deben cumplir para ser presidentes. La carta magna establece solo tres condiciones para que una persona pueda ser presidente; tiene que haber nacido en Estados Unidos, tiene que haber residido en el país al menos 14 años y tiene que tener 35 años o más. "La Constitución tiene muy pocos requisitos para ejercer como presidente, como tener al menos 35 años de edad. No impide que nadie acusado, condenado, o incluso encarcelado, se postule como presidente y gane la presidencia”.

Ahora que el convicto copetudo es el vencedor de esta contienda electoral es un hecho que  retorcerá la justicia a su favor y procederá a perdonarse para desestimar los juicios.

La pregunta es si la Corte Suprema tenga que opinar”,  y si ese fuera el caso Trump ¿podría apelar una condena ante la Corte Suprema conservadora? es importante destacar que con su victoria Trump controlará el Departamento de Justicia  lo que significa que el caso por su mal manejo de documentos que está pendiente en ese momento, simplemente desestimaría el caso.

Pero debemos de pasar la hoja sobre los delitos y juicios del repúblicano y más bien enfocarnos en sus amenazas que hizo en campaña, donde enfáticamente declaró que efectuará la mayor deportación de migrantes en toda la historia. 

El expresidente prometió en campaña expulsar a millones de indocumentados. Los cálculos indican que la operación generaría un impacto devastador. De todas formas, un 54% de los votantes del país lo apoyaban,  además sin ofrecer pruebas, Trump repetía en mitines o entrevistas que, aunque la cifra oficial más reciente indica que hay, incluyendo menores, unos 11 millones de inmigrantes sin papeles en el país, él cree que el número es más cercano a los 15 o 20 millones. También dijo que la expulsión de inmigrantes empezaría el primer día de su segunda Presidencia, que ya el día de hoy podemos verlo como una realidad.

Tengamos en cuenta las propuestas que Trump hizo en campaña, por ejemplo “Sellar la frontera y detener la invasión de migrantes” y “llevar a cabo la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos”. Para Trump y los republicanos que lo siguen, la idea es aparentemente sensata porque abriría puestos de trabajo y sacaría del país a supuestos “criminales migrantes”. Las cifras demuestran que el crimen ha bajado y que los inmigrantes son menos propensos a delinquir que la población nativa, pero el copetudo repúblicano mantiene que los inmigrantes están “envenenando la sangre de la nación”, un lema que hace eco de palabras usadas por los nazis.

Que Dios nos proteja de este loco que regresa a la Casa Blanca con el cuchillo desenvainado...

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