El cantautor revolucionario Pedro Pablo Martínez Téllez, "El Guadalupano", fiel militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional, recibió póstumamente la Orden Augusto C. Sandino, en su máximo grado, Batalla de San Jacinto.
La medalla fue entregada por el Presidente de la Asamblea Nacional, doctor Gustavo Porras, de parte del Presidente de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega Saavedra este viernes en León, su tierra natal. Esto reconoce "sus servicios excepcionales prestados a la patria y todo lo que representa para la lucha que continúa y las victorias que son ciertas así como también para la música y el arte. Siempre comprometido revolucionario, evolucionario, nos deja un testimonio de vida heroica de vida y de esperanza", leyó Porras, del Decreto Presidencial.
Una marea de artistas, músicos, bailarines, gigangantoneros y copleros acompañaron el féretro desde la que fuera su casa de habitación hasta el Paraninfo de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua UNAN-León, donde se realizó la ceremonia.
A su entrada al histórico edificio fue recibido con una serie de vivas y las canciones que entregó al pueblo y a la Revolución.
Los leoneses despidieron físicamente al cantor del pueblo durante una larga jornada de tres días, demostrando que queda siempre vivo en sus corazones y las gargantas que corean su música, mayores herencia de dignidad y Revolución.
Pedro Pablo Martínez, hijo de El Guadalupano, aseguró que una de las mayores enseñanzas que deja es la conciencia revolucionaria.
"Él muere fiel, fiel a su rojinegro, fiel a su cultura, a su identidad. Fiel a su pueblo. Mi padre nos enseñó a todos a que los principios se deben de llevar en el alma y se deben de demostrar en las acciones. Un buen revolucionario decía mi padre, da el ejemplo", mencionó.
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Martínez aseguró que las canciones de su padre fueron hechas para su pueblo. "Y agradecido con el enorme reconocimiento. Agradecido con nuestro Comandante Daniel, nuestra Compañera Rosario, a él siempre estaba pendiente de hacerle una cancioncita", aseguró.
Tras la ceremonia, el féretro fue trasladado y acompañado hasta el cementerio de El Guasimal, donde también se hizo reconocimiento de la grandeza y aportes que entregó a Nicaragua.
El compañero Evertz Delgadillo, secretario político departamental del Frente Sandinista de Liberación Nacional en León, resaltó que este hombre nunca comprometió su dignidad.
"Nunca perdió la dignidad, nunca perdió la alegría, nunca perdió la fe, nunca desmayó. En todo momento estaba su jocosidad, su picardía", afirmó.
Su música, además de acompañar al pueblo nicaragüense durante sus luchas, también sirvieron para despedir a este hombre que seguirá siendo ejemplo para las nuevas generaciones.