El gran Roberto Clemente ya no está solo en el cielo.
Hoy se unió a él, como lo hiciera aquel 14 de noviembre de 1964, su amada esposa Vera Cristina Zabala de Clemente (q.e.p.d.).
Por esos designios de la vida, Doña Vera viajó a unirse con su amado, 2 día después de cumplir 55 años de contraer matrimonio con el amor de su vida.
Doña Vera, embajadora de buena voluntad de las Grandes Ligas, tenía 81 años de edad y falleció en Puerto Rico, en el Hospital Auxilio Mutuo, rodeada de su familia.
Zabala y Clemente tuvieron 3 hijos: Roberto Jr., Luis Roberto y Roberto Enrique.
Tras el fallecimiento del pelotero, su esposa se encargó de manejar la fundación Roberto Clemente.
Nicaragua guarda un profundo cariño, admiración y respeto al pelotero que ganó 2 Series Mundiales, pegó 3 mil hits, ganó 4 títulos de bateo y fue exaltado póstumamente al Salón de la Fama.
Clemente inició su viaje a la inmortalidad el 31 de diciembre de 1972 cuando el avión en el cual viajaba rumbo a Nicaragua, para entregar suministros tras la devastación del terremoto, se estrelló al norte de la costa de Puerto Rico minutos después de despegar.