En el segundo Domingo de Pascua o Domingo de la Misericordia, en la parroquia Nuestra Señora de la Merced se celebró una misa de misericordia por los diez meses del secuestro y desaparición del compañero Bismarck Martínez.
En el acto eucarístico oficiado por el padre Antonio Castro, cariñosamente llamado “Padre Toñito”, estuvo presente la familia y amigos del compañero Bismarck.
El padre Castro expresó que Jesús manda a proclamar perdón, reconciliación, la búsqueda de la paz, la estabilidad, la unidad y el amor entre todos.
A sus discípulos “no les dice vayan a buscar a los que me crucificaron y pásenles la cuenta. No. Padre, dijo él en la cruz, perdónalos porque no saben lo que hacen, porque él es lento a la cólera, pero es rico en misericordia”.
“Nos llama a erradicar el odio, a erradicar la envidia, a erradicar la venganza, sentimientos malos, negativos para sustituirlos con sentimientos de vida, de paz, de amor, de reconciliación, de resurrección. Para que todos podamos realmente sentir que todos hemos sido liberados por la sangre redentora de Cristo”, indicó Castro.
Por lo que instó a ser misericordiosos, perdonar y a la reconciliación porque eso es lo que quiere Jesús.
“El mundo está sediento de amor. Nuestra Nicaragua está sedienta de amor. Todos queremos ser constructores de amor y de paz, de armonía y de reconciliación”, apuntó.
Señaló que son diez meses de la desaparición de Bismarck y en su familia no ha notado odio, resentimiento o sentimiento de venganza, más bien misericordia, “perdónalos Señor no saben lo que hicieron, perdónalos, lo dejamos en tu poder, en tu justicia. Eso es lo maravilloso de ser misericordiosos con nuestros hermanos”, indicó.
La esposa de Bismarck, doña Mirlen Méndez, dijo que ellos son creyentes de Dios y el Señor y la Virgen Santísima les ha dado fortaleza, porque no pierden las esperanzas que donde se encuentre el compañero Bismarck en compañía del Señor, “pedimos a nuestro pueblo su apoyo, su solidaridad y en especial a Jesucristo, que si está con él que lo lleve a su santo Reino”.
“Bismarck es uno de los héroes de este país, como muchos compañeros y compañeras que de igual manera han aportado para que nuestro país inicie una nueva vida, una nueva reconciliación, una nueva paz, que esperamos eso va a ser un triunfo en el nombre de Dios”, afirmó Méndez.
Asimismo, su hija Mirlen Graciela Martínez expresó que son diez meses que no pueden negar ni olvidar, pero que “han sido de mucha fortaleza, de mucho amor, llevando siempre este mensaje de paz y de que queremos paz en Nicaragua”, finalizó.