Las familias de Diriamba continúan indignadas con los terroristas, los secuestradores y asesinos de los pobladores.

En los videos que circulan en redes sociales se pueden escuchar las denuncias e indignación que la población le compartió a los obispos de la Conferencia Episcopal.

El colmo de cinismo es que quienes dicen promover la paz llegaron ayer lunes junto con los que financian a los terroristas, Juan Chamorro y Sandra Ramos, es evidente la complicidad de  algunos obispos con los golpistas, con quienes promueven la violencia, con quienes torturan y asesinan.

Los obispos llegaron a proteger a los terroristas que sembraron la zozobra entre la población de Jinotepe, Diriamba y otras localidades del departamento de Carazo, para que salieran a buen resguardo de la Basílica Menor de San Sebastián, que habían usado como refugio seguro para evitar que las autoridades los requiriera por los delitos cometidos contra las familias.

Lo que más indigna a la población es que los obispos y los curas párrocos de diferentes localidades ofrezcan sus templos a los terroristas como bodegas de los artículos robados en diferentes dependencias gubernamentales, entre ellos material médico de reposición y que utilicen las iglesias como hospitales de guerra.

 

Los terroristas también ocultaban en los templos abundante armamento que utilizaron para realizar sus actividades criminales en contra de la población.

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