Esta es la memoria de un hombre encendido por la naturaleza y el amor, profundamente humilde e inmensamente valioso. Su presencia es Nicaragua, en sus canciones resaltan los paisajes, nos embebemos de costumbres y admiramos sus personajes ficticios y verdaderos. Camilo Zapata es la identidad hecha canto, arteria musical de la nación, el Clarinero Mayor del pentagrama nacional.
Nace el 25 de septiembre de 1917, en Managua, Capital de Nicaragua, a media cuadra de la Escuela de Bellas Artes, fue vecino del lago de Managua. Su progenitora fue Doña Amelia Zúñiga Urtecho, originaria de Jinotepe, Carazo, quien lo inicia en las primeras letras, su padre fue Don Benjamín Zapata Mestaller de Chinandega.
Al nacer lo bautizaron con el nombre de Ramón Arnoldo Zapata Zúñiga, sin embargo su abuela materna lo llamó Camilo desde sus primeros meses de vida, nombre con el cual se conocería definitivamente. Camilo era su abuelo materno.
Doña Amelia, madre del pequeño Camilo, le instruyó a tocar el piano de los Hermanos de la religión Bautista, su mamá era profesora de piano y miembro de la Convención Bautista, motivo por el cual le permitió al niño Camilito ejecutar el piano como aprendiz y asistir a los cultos amenizados por guitarristas y mandolinistas. Este hecho imprimió musicalmente para siempre al niño Camilo quien más adelante se definiría como compositor y Pionero del Son nica.
Al notar su devoción por la música a temprana edad, su mamá le compra su primera guitarra sin saberla ejecutar, la familia vivía en ese entonces el barrio San Pedro, a unas cuantas cuadras se localizaba el cementerio histórico del mismo nombre, por esas cosas de la vida, en esos días llegó a la casa de la familia Zapata, Doña Isabel Montealegre, una artista que cantaba y ejecutaba la guitarra y a petición de Doña Amelia, le enseña a Camilo los primeros acordes del instrumento cordófono.
A los doce años, siempre residiendo en el barrio San Pedro, empieza a componer sus primeras canciones, basándose en los ritmos de moda, pero sin lograr satisfacer su espíritu artístico, Camilo ya buscaba algo más en la música y no sabía que era, pasarían dos años, al cumplir los 14, en 1931, es cuando Camilo Zapata irrumpe con su primera canción, calcada en la métrica de su son, esa composición inicial fue el caballito Chontaleño, letra y música que modificó varias veces, hasta lograr presentarla en vivo en un programa de la emisora Rubén Darío, obteniendo la aceptación inmediata del pueblo, el jovencito Camilo hizo nacer su son con el nombre de nicaraguano, más tarde su amigo y compositor Erwin Kruger, director del trío Monimbó, le sugiere que le cambie el nombre y le ponga Son nica, Camilo accede con mucho gusto y así se quedó definitivamente: Son Nica.
El son nica se basa en el compás 6X8 , hoy ese son nos baila adentro, el nicaragüense lo baila en el subconsciente, en las festividades patronales, en fiestas populares, allí está presente el son nica y nos repica en los pies.
Camilo Zapata, una voz con tono de seda y fina, hizo aproximadamente 600 composiciones, logró grabar 70 composiciones en siete discos, preparó y finalizó 45 sones nicas, las otras composiciones las hizo en ritmo boleros, val s, corrido, fox trot, baladas, pasillos, jazz bolero, etc.
Interpretado por artistas nacionales y extranjeros como los 4 hermanos Silva de Chile, Julio Jaramillo de Ecuador, los Zorzales Guaranies del Paraguay, los Hermanos Cárcamo de El Salvador, Los Brillanticos de Costa Rica, Carla Kjerbi de Perú, y de Nicaragua, Los Nícaros, Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, Norma Helena Gadea Camerata Bach, entre otros.
Camilo Zapata es el pilar de identidad de la cultura musical nicaragüense, orgullo de nuestro país, así como Rubén Darío lo es para la literatura y el movimiento del Modernismo, el Maestro Rodrigo Peñalba para la pintura Contemporánea y el Coreógrafo Alejando Cuadra para la danza Folclórica y de proyección, Camilo lo es para nuestra música.
Camilo zapata, a cien años de su nacimiento es una gloria nacional, un héroe cultural, precursor del Son Nica, siempre esquivó ese detalle de grandes títulos, su sencillez lo delataba. Sin proponérselo fue galardonado en la primera entrega de la Orden Independencia Cultural Rubén Darío en 1980, a pocos meses del triunfo de la Revolución Sandinista, también fue el primero en recibir el Premio Nacional Humanidades.
Hijo Dilecto en Managua y Chontales, Doctor Honoris Causa de la UNAN Managua y personaje del Siglo XX.
Humildad y grandeza, con sus canciones, no hizo dinero, no se quejó nunca de su suerte, la mayor paga lo recibió del pueblo con su cariño, aprecio y reconocimiento.
Desde el año 2009 reposa bajo la tierra, tenía al morir 92 años de edad, un 23 de junio, Día del Padre, cerró sus ojos para siempre, Nicaragua lo recuerda con su sonrisa a flor de labio, su amistad precisa y atemporal, un caballero con guitarra, de pie en la primera fila de los hombres del Siglo XX.
Hoy el Gobierno de la Republica a través del Ministerio de Educación, haciendo Patria presentará este 14 de septiembre, la pieza musical El Solar de Monimbó, original de Camilo Zapata, con cien parejas de estudiantes en homenaje a su centenario en el gran desfile Patriótico.
Camilo con Camilo
Conocí a Don Camilo Zapata oyendo sus canciones en 1971; cursaba mis estudios de secundaria en el Instituto Nacional Ramírez Goyena, en el centro del viejo Managua, cuando oí una vez en una emisora, Radio Difusora Nacional, la canción El sopapo y me llamó la atención la letra y su música tan nicaragüense, la interpretaba los Zorzales Guaraníes, en un cuarteto del Paraguay que en 1968 habían pasado por Nicaragua rumbo a México, conocieron al compositor Camilo Zapata y grabaron discos Long Play con doce de sus canciones.
Así fue mi aproximación con Camilo Zapata, creció mi admiración y me convertí en un oyente más del programa Retablo Folclórico Nacional del locutor Gustavo Latino, allí se escuchaban canciones típicas nicaragüenses.
En 1972, año del terremoto, pude comprar el disco fiesta folclórica Nica, doce canciones de Camilo Zapata con una portada ilustrada con fotos del Ballet folclórico Camilo Zapata, long play que guardé como un tesoro, pude darme cuenta que los Zorzales Guaraníes eran cuatro integrantes del Paraguay: Chinita Yaluff , la cantante Raudelio Irineo Ojeda, director guitarra, Rolando Ojeda, cantantey Celso Duarte era el arpista. La producción la había realizado Sidar Cisneros Leiva, Director de dicha emisora, la grabación se llevó a efecto en los estudios de la Radio Difusora, en 1968.
Las canciones eran las más conocidas del compositor en su género musical del Son Nica, El caballito chontaleño, El Solar de Moninbo, El sopapo, El marimbero, Flor de mi colina, Juana la chinandegana, El cacao, Teustepe, Campesina Zalamera, El nandaimeño, El ganado Colorado y El arriero, es una canción de protesta con estampas costumbristas, es la voz del campesino que pide ser libre aunque tenga mucho que trabajar.
En la contraportada de ese viejo Long Play, Sidar Cisneros escribió: “Estimados amigos! Al fin lo logramos! Tienen ustedes en su mano Nuestra más notable producción con hondas raíces y sentimiento nacional. El presente Álbun - modestia aparte- representa el esfuerzo mejor logrado hasta la fecha en favor de nuestra música típica regional, representada por quien, sin lugar a dudas, sustancia en su inspiración la genuina expresión de Nicaragua y de los Nicaragüenses ; sobre todos aquellos que tierra adentro labran con primorosa devoción, el generoso suelo que es, a la vez, cuna y sustento del sueño de sus hijos”.