La Batalla de San Jacinto ocurrida el 14 de septiembre de 1856, forma parte de las luchas del pueblo nicaragüense por defender su soberanía y es el ejemplo claro de que a las fuerzas invasoras no son invencibles, tal como ocurrió en esa histórica fecha, cuando los patriotas encabezados por el General José Dolores Estrada, derrotaron a las tropas filibusteras.
El diputado sandinista y Presidente de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua, doctor Wilfredo Navarro, indicó que el patriotismo y el heroísmo de los nicaragüenses fueron los elementos que permitieron la unidad para vencer al filibusterismo dirigido por el invasor William Walker.
“Hay que recordar que Nicaragua estaba en una guerra civil, en la que estaban peleando legitimista contra democráticos y cuando viene William Walker y los nicaragüenses se dan cuenta de que es una amenaza para ambos, se unen y fusionan sus fuerzas y ahí se ve el patriotismo y valentía de los nicaragüenses”, valoró Navarro.
En esta lucha desigual en la que las tropas invasoras estaban mejor armadas y sobrepasaron en número de efectivos, a los nicaragüenses, estos resistieron y cobijados por su valentía y amor patrio, derrotaron al filibustero, lo que permitió elevar la moral patriótica en otros países centroamericanos.
“A pesar de la gran diferencia, yo decía y comparaba a los norteamericanos con Nicaragua, como la lucha de David y Goliat, David con una honda derrotó a los invasores y en el caso de Nicaragua, con rifles de chispa, con piedra, con machete derrotaron al mejor armamento que había en esa época, fue un ejemplo de unidad, de heroísmo, de patriotismo y voluntad de salvar a Nicaragua”.
Resaltó que el ejemplo de San Jacinto da a los nicaragüenses, a Nicaragua, la fortaleza para enfrentar las amenazas que lanzan desde el exterior fuerzas imperialistas y sus gobiernos lacayos.
“San Jacinto viendo su contexto dentro de toda la guerra, puede ser una pequeña batalla en el contexto de la guerra, pero definitivamente el triunfo de San Jacinto y eso hay que decirlo en alta y claras voces, le dio a los nicaragüenses y a Centroamérica la visión de que el yanqui no es invencible, de que al yanqui se podía derrotar y eso se demostró en la Hacienda San Jacinto y a partir de esto se dan otras batallas más grandes, por ejemplo la batalla de Managua en la que pelearon más de 1 mil soldados aliados de Centroamérica contra Walker, lo derrotaron, lo expulsan a Masaya, ahí lo vuelven a derrotar y Walker se va para Rivas, a Granada y al final la debacle de Walker en la guerra nacional, pero lo más importante y eso es para mí, evaluando la Batalla de San Jacinto, es que nos permitió a los nicaragüenses demostrar que podíamos derrotar al yanqui invasor, que podíamos enfrentarlo con menos armas, con menos fuerzas podíamos enfrentar al imperio y derrotarlo, ese es el mensaje que nos da San Jacinto y es el ejemplo que nos debe guiar en estos momentos que se requiere la unidad, el sacrificio y la fortaleza de los nicaragüenses ante las agresiones externas”, puntualizó Navarro.
La valentía de los patriotas nicaragüenses
En esa batalla que tuvo como dirigente al General Estrada, el coraje y valentía del sargento Andrés Castro que con una piedra derribó a un filibustero, la fuerza de los indios flecheros de Matagalpa, también hubo otros patriotas como Francisco "Chico" Gómez y Joaquín Artola.
"Chico era un campesino que cuando los yanquis salen en desbandada, él sale corriendo detrás de ellos y es tanto el esfuerzo que hace que se muere en el camino y hay otro como Joaquín Artola que montado a pelo en un caballo, sigue a los yanquis que se van y va con un mecate lazando y ahorcando a los yanquis, los va ajusticiando o el caso de Faustino Salmerón que es el que encuentra (decapitado) al filibustero Byron Cole, el jefe de las fuerzas mercenarias, pero además es el que hace el contrato que trajo a Walker a Nicaragua, te encontrás con esos personajes que no se presentan en la narrativa normal, pero son ejemplo de espíritu, de lucha de los nicaragüenses y también están los 60 indios flecheros que fueron fundamentales para lograr el triunfo", destacó Navarro.
En la actualidad, las políticas de saqueos y de dominación de los imperialistas se mantienen iguales a la época de la Batalla de San Jacinto, por tanto, se debe estar en lucha permanente para defender la soberanía, sobre todo hoy que el mundo apuesta al multilateralismo.
"Ya el colonialismo no tiene cabida y ya el mundo es un mundo multipolar, ya no es la imposición de un país sobre otro y definitivamente Nicaragua está inmersa en esa lucha y con el ejemplo de San Jacinto y de tantos héroes que ha dado Nicaragua estamos dando la batalla y tenemos que continuar en eso y el Presidente Daniel Ortega decía que deben tener cuidado los enemigos de Nicaragua que quieren hacerle daño al país, porque el ejemplo de nuestros héroes nos está manteniendo en la trinchera firme para enfrentar esas amenazas que no podrá derrotar el espíritu indomable del pueblo de Nicaragua", indicó Navarro.