Hay muchos antecedentes a la genocida guerra colonial del régimen sionista en marcha ahora contra el pueblo palestino. La brutal masacre sionista de más de 20,000 civiles es una reacción desesperada al poder transformativo de la audaz ofensiva militar palestina del pasado 7 de octubre contra unidades de élite del ejército de ocupación israelí. Su impacto ha sido parecido a lo de la batalla de Anoual de 1921 en la región Rif de lo que ahora es Marruecos. En la batalla de Annual, que duró varias semanas, las fuerzas rebeldes contra el dominio colonial español, liderado por Abd el-Krim el-Khattabi, destruyen un ejército de más de doce mil tropas españolas.
El historiador Youssef Girard ha observado: "Para España, Annual fue una de las derrotas más graves de su historia. Las tropas españolas no solo habían sufrido una derrota, sino que habían perdido la cara ante un enemigo juzgado técnica y racialmente inferior. En un mundo marcado por prejuicios racistas y etnocéntricos, Annual era un símbolo : era el de la victoria de las personas de color sobre una nación de blancos ; era el borrado de la Cruz por la Media Luna ; era la venganza de Oriente sobre Occidente." Los paralelos con el impacto de la ofensiva de las milicias palestinas en este mes de octubre pasado contra las fuerzas de ocupación sionistas son claros.
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Aparte de su significado histórico, la batalla de Annual fue un ejemplo más de cómo una fuerza militarmente inferior puede superar a un enemigo mucho más poderoso por medio de la guerra asimétrica y la guerra de guerrillas. Al final, para vencer la fuerza guerrillera de Abd el-Krim, fue necesario desplegar en conjunto los ejércitos y fuerzas aéreas de España y de Francia con más de 250,000 efectivos. Durante su visita a Cairo en 1959, Che Guevara se reunió con Abd el-Krim el- Khattabi, ya que había aprendido de la lucha de Abd el-Krim por medio del ex-general español Alberto Bayo quien dio clases de táctica a los guerrilleros cubanos en México. Bayo consideraba al Che “su mejor alumno” y en sus clases enseñó “de cómo debe actuar una guerrilla para romper un cerco, a partir de las veces que los marroquíes de Abd el-Krim, en la guerra del Rif, rompieron los cercos españoles”.
El encuentro de Che con Abd el-Krim el Khattabi es otra de las múltiples continuidades entre las luchas anti-imperialistas de los pueblos del mundo, que siguen hoy todavía de la manera más intensa en Palestina pero también, por ejemplo, en el territorio del pueblo saharaui. La visita del Che a Cairo en 1959 fue parte de un esfuerzo de la diplomacia de la Cuba revolucionaria en ese época para establecer relaciones con las nuevas naciones independientes africanas. El Che volvió al continente varias veces entre 1963 y 1965 para reunirse con lideres de luchas anti-coloniales como Agostinho Neto de Angola y Amilcar Cabral de Guinea y para visitar, entre otros países, Ghana, Mali y, de nuevo, Egipto y Argelia. En Argelia en 1965 dio su famoso discurso en el Seminario Económico Afro-Asiático de Solidaridad llamando a una mayor integración de los países socialistas en las luchas por la independencia.
Es fácil de olvidar que la lucha por la independencia de Argelia fue marcada por una brutal política genocida de parte de las autoridades y colonos franceses. En 1945, los franceses mataron hasta 45,000 civiles argelinos entre los dos meses de mayo y junio, en represalia por ataques de la población local de Setif, Guelma y Kherrata después del asesinato por las fuerzas de seguridad coloniales de un niño por llevar una bandera argelina en una marcha. Ahora, en el episodio genocida sionista más reciente, a casi tres meses de las interminables masacres de familias palestinas, se calcula que son casí 30,000 civiles, entre niñas, niños, mujeres y hombres de todas la edades, muertos o desaparecidos debajo de los escombros dejado por los bombardeos. Así que la brutalidad de las fuerzas ocupantes sionistas en Palestina sigue el mismo sádico patrón que la brutalidad de las fuerzas ocupantes francesas en Argelia.
El inicio de lleno de la guerra de independencia de Argelia fue en noviembre de 1954, nueve años después de las masacres de Setif. La guerra duró ocho años pasando por varias etapas con un aumento progresivo en los niveles de violencia de parte del Frente de Liberación Nacional, el más grande y eficaz organización armada entre varias organizaciones que luchaban entre ellos mismos para dirigir el movimiento por la independencia. En 1956 la Asamblea Nacional francés, incluso con el apoyo del Partido Comunista francés, aprobó lo que llamaban “poderes especiales” para intensificar la represión colonial por medio del uso de la tortura (que ya había estado una práctica rutinario de largo dato) y otras medidas extremas contra la población civil de Argelia. En ese año el número de tropas regulares franceses llegó a 400,000 más 170,000 tropas argelinos, aumentado luego por alrededor de 180,000 miembros de los llamados harkis, milicias irregulares de voluntarios argelinos bajo el mando de los militares franceses.
Se calcula que en la guerra de independencia en Argelia las fuerzas francesas mataron a más de un millón de mujeres y hombres argelinos, destruyeron 8000 pueblos y comarcas y desplazaron dos millones de argelinos de zonas rurales a campamentos de concentración. A pesar de la intensidad del conflicto militar, las autoridades francesas nunca admitieron que el conflicto fue una guerra, sino una acción policial antiterrorista. La guerra provocó una profunda psicosis en la vida pública en Francia que no pudo asimilar la abierta contradicción entre su hueca retórica de democracia, libertad, igualdad y fraternidad y la realidad de la práctica de su genocida racismo en sus colonias.
Quizás el incidente simbólico más grotesco de esa realidad fue la masacre en las calles de París de cientos de argelinos que salieron en una manifestación pacífica a favor de la independencia de su país en 1961. La policía de París atacó a las y los manifestantes con violencia letal. De un total de alrededor de 300 asesinados, más de 100 fueron lanzados al Río Sena. Hubo silencio mediático e impunidad total. Tomó cincuenta años antes de que el entonces Presidente Francois Hollande pudiera admitir el hecho en 2012. La guerra de independencia de Argelia terminó en 1962 cuando los Acuerdos de Evian fueron aprobados por la Asamblea Nacional francés y por un referéndum de la población de Argelia. Se estima que más de 900,000 colonos franceses que rechazaron el nuevo estado independiente se mudaron a Francia.
Los paralelos entre la guerra de independencia de Argelia y la guerra de independencia de Palestina son muchos, desde el odioso racismo hacia el pueblo nativo en sus propias tierras hasta la ilimitada brutal violencia genocida aplicada para destruir su capacidad de resistir. Las autoridades franceses tomaron décadas par admitir la realidad de la guerra en Argelia. De igual manera, las autoridades sionistas israelíes a pesar de hablar abiertamente de querer expulsar la población palestina de sus tierras ocupadas llaman su genocida guerra de limpieza étnica una operación antiterrorista. Las fuerzas armadas francesas nunca podrían derrotar la resistencia argelina igual que ahora las fuerzas armadas israelíes, las mejor equipadas de la región, no han podido derrocar las milicias palestinas.
Igual que las autoridades coloniales franceses en Argelia, las autoridades sionistas israelíes en Palestina aplican de manera rutinaria todo tipo de tortura, desparición forzada, desplazamiento de familias y detención arbitraria. De la misma manera que las noticias encubrieron estas atrocidades cometidas por las fuerzas francesas durante la guerra en Argelia, ahora los medios occidentales minimizan o omiten por completo la matanza diaria de niñas, niños y ancianos, la destrucción por las fuerzas israelíes de hospitales y ambulancias, el asesinato, detención y maltrato de personal médico, el asesinato deliberado de más de cien periodistas y la escala masiva de bombardeo que ha destruido más de 70% de las casas residenciales de la población civil en Gaza..
En una reciente conferencia internacional en Irán sobre Palestina, el Canciller de Nicaragua el compañero Denis Moncada Colindres observó:”Con la sistemática destrucción masiva de los hogares y otras infraestructuras civiles, el Gobierno de Israel intenta obligar a los hermanos Palestinos a no regresar, a no retornar a sus hogares destruidos, ocupar el territorio de Gaza y Cisjordania para impedir la materialización del Estado Palestino. El pueblo Palestino es víctima de atrocidades inimaginables que conmueven, consternan, e indignan a los pueblos de este Planeta. Las atrocidades cometidas por el Gobierno de Israel contra el pueblo Palestino en Gaza y Cisjordania, contra niños inocentes y mujeres indefensas es condenable, el Gobierno y el Pueblo de Nicaragua lo denuncia y condena enérgicamente. El Gobierno de Israel se está auto convirtiendo en un Estado incompatible con la comunidad de Estados que conforman Naciones Unidas.”
Sin embargo, se ha visto de la manera más claro posible que la Corte Internacional Penal, una entidad títere de los poderes occidentales, no ha hecho nada para defender a la población Palestina a pesar de múltiples demandas presentadas contra el gobierno sionista de Benjamin Netanyahu. Ahora el gobierno del hermano pueblo de Sudáfrica ha presentado una demanda contundente ante la Corte Internacional de Justicia en base a las provisiones de la Convención contra el Genocidio. Queda a ver si este paso importante para invocar el derecho humanitario internacional puede frenar la agresión de exterminio contra la población palestina por las autoridades israelíes.
Se espera una feroz acción de retaguardia de parte de Estados Unidos y sus estados satélites para entorpecer el proceso legal contra las autoridades israelíes y así permitir al régimen sionista completar su proyecto de limpieza étnica en Palestina. El apoyo de los gobiernos occidentales al genocidio del pueblo palestino sigue la lógica del colonialismo europeo a lo largo y ancho del mundo mayoritario durante siglos, que fue el precursor del nazismo genocida en Europa misma. Así que es natural para Estados Unidos y sus aliados europeos promover el fascismo y el racismo, como han hecho en el caso del régimen nazi de Ucrania.
Desde 2014 hasta la fecha, los gobiernos occidentales han apoyado a las autoridades de Ucrania a atacar lo que fue su propia población de etnia rusa en la región del Donbass. En el caso de Donbass, la Federación Rusa ha actuado para defender su población y reintegrar la región al territorio de Rusia En el caso de Palestina, la corriente histórica también va en contra de las autoridades israelíes y sus patrones occidentales de la misma manera que iba en contra del régimen colonial francés en Argelia. Tarde o pronto, tendrá que haber un acuerdo de paz que conduce a un estado palestino independiente, tal y como los acuerdos de Evian de 1962 hicieron posible la independencia de Argelia.
Sin duda, el proceso hacia este desenlace inevitable será marcado por más violencia, más sufrimiento, temporales reveses y avances coyunturales, prevaricaciones y decepciones. Pero la independencia palestina llegará, porque, como escribió ahora nuestro Comandante Daniel y la Compañera Rosario en estos días en su saludo a los pueblos y gobiernos, “El otro Mundo, el Nuevo, el de los Pueblos, el Libre, el Mundo libre de Imperialismos, Colonialismos y Fascismos, el Sol brillante de ese Nuevo Día, de Cooperación Solidaria, ha nacido ya, y la Sangre Santa de millones de Mártires y Héroes nos acompaña, ilumina y abona Nuevos Horizontes.”