Ovidio Reyes
Presidente del Banco Central de Nicaragua
19 de diciembre de 2023
Buenos días. Compañero Gustavo Porras, Presidente de la honorable Asamblea Nacional, miembros de la junta directiva, diputados y todos los presentes. Muchas gracias por invitarme a esta sesión parlamentaria para explicar la evolución económica reciente de nuestro país y las perspectivas que visualizamos para 2024, desde el Banco Central de Nicaragua.
Durante 2023, la economía nicaragüense ha logrado consolidarse y se encuentra en este momento en una etapa de expansión económica. La economía ha logrado recuperar la senda de crecimiento económico sostenido en el que la mayoría de los sectores económicos muestran una evolución positiva, a tal punto que el año finalizará mejor que lo previsto. Al tercer trimestre de 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) creció 6.2 por ciento interanual mientras que el crecimiento promedio de 2023 alcanza una tasa de 4.5 por ciento, impulsado principalmente por las actividades de hoteles y restaurantes, explotación de minas y canteras, electricidad, transporte y comunicaciones, intermediación financiera, comercio y construcción. El impulso al crecimiento económico estuvo determinado por la demanda interna, con crecimiento del consumo y la inversión, lo que se vio atenuado por la disminución de la demanda externa neta.
Correspondientemente, la tasa de desempleo permanece baja y estable. La tasa de desempleo en octubre de 2023 fue de 3.8%, acompañada de estabilidad en el empleo formal y reducción en el empleo informal. Así, se viene observando una recuperación del empleo formal del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, que a noviembre presentó una afiliación de 795,924 asegurados, principalmente por aumentos en los sectores de servicios y la construcción.
La inflación doméstica se está desacelerando y las expectativas se están anclando a un nivel más bajo. Esto último se asocia con el descenso gradual de los precios internacionales y a una política monetaria y fiscal nacional equilibradas que han permitido mantener sólidos los principales balances financieros. La inflación interanual a noviembre de 2023 fue de 5.65 por ciento, cuando finalizó en 11.58 por ciento en 2022, es decir, se ha desacelerado en la mitad, mientras que la inflación acumulada del año alcanza una tasa más baja, de 3.98 por ciento.
El desempeño positivo de las variables monetarias ha seguido generando espacio para favorecer el crecimiento económico. En este sentido, a noviembre de 2023 todos los agregados monetarios crecieron a tasas de dos dígitos en términos interanuales. El mercado cambiario se encuentra muy estable y hay flujo de divisas, lo que se refleja en una brecha cambiaria baja que se ha mantenido en alrededor del 0.3 por ciento durante los últimos dos años. El Banco Central no ha tenido demanda de divisas por parte del mercado, sino, más bien, todo lo contrario, las entidades financieras han llegado a vender al Banco Central hasta 1,215.3 millones de dólares para satisfacer su mayor demanda por córdobas. Este resultado indica que la economía está señalizando no un mayor, sino un menor tipo de cambio, razón que motivó a nuestra institución anunciar una reducción adicional del deslizamiento cambiario llevándolo a cero por ciento a partir del primero de enero de 2024, cuando el tipo de cambio se ubicará en 36.6243 córdobas por Dólar de los Estados Unidos de América y permanecerá así durante el próximo año.
La intermediación financiera muestra una evolución positiva, consolidándose el crecimiento del crédito. El dinamismo de la actividad económica sigue incidiendo positivamente sobre las expectativas de los agentes económicos y la capacidad de pago de los hogares y de las empresas. El sistema financiero nicaragüense continúa mostrando una posición sólida y de resiliencia, con aumento de su rentabilidad, así como con niveles de capital y liquidez superiores a los mínimos regulatorios. También se observa una reducción sostenida de la cartera en riesgo y de la mora. En este año, se ha destacado una recuperación importante del crédito reflejada en aumentos de la cartera, apalancados principalmente por los mayores depósitos del público. Así, a noviembre de 2023, el crédito creció 17.5 por ciento y los depósitos crecieron 16.5 por ciento, en términos interanuales.
Los balances del sector público se mantienen equilibrados, con crecimiento de los ingresos tributarios y una política prudente de gasto público que ha permitido una consolidación fiscal. Por consiguiente, el resultado del Sector Público No Financiero (SPNF) refleja superávit (después de donaciones) en el acumulado enero-septiembre de 2023, al igual que en el acumulado de los últimos doce meses. Así mismo, se ha mantenido un financiamiento apropiado, tanto de fuentes externas como internas, al tiempo que la deuda pública ha disminuido en términos del PIB y se ubica en un nivel sostenible de 60.2 por ciento en octubre de 2023.
El desempeño monetario y fiscal ha favorecido el fortalecimiento de las Reservas Internacionales Brutas (RIB) del BCN. De esta forma, hasta noviembre de 2023 las reservas han aumentado en 956.1 millones de dólares, alcanzando un saldo histórico de 5,360.6 millones de dólares, así como una cobertura de 3.4 veces la base monetaria y de 8 meses de importaciones de mercancías, lo que aumenta la capacidad para resguardar el régimen cambiario vigente.
La balanza de pagos al mes de septiembre continúa registrando dinamismo en los flujos externos relacionados con las exportaciones de mercancías, inversión extranjera directa, remesas familiares y turismo. No obstante, el contexto externo ha resultado en una menor demanda de exportaciones de zona franca, las que muestran una reducción. Al mismo tiempo, las importaciones han disminuido, principalmente por la menor factura petrolera y la disminución de importaciones de insumos de las empresas bajo el régimen de zonas francas. De esta manera, los ingresos por exportaciones de mercancías a octubre fueron de 3,449.6 millones de dólares, reflejando un crecimiento interanual del 3.0 por ciento. La Inversión Extranjera Directa (IED) a junio alcanzó la suma de 1,447 millones de dólares, lo que representó un crecimiento interanual del 28.9 por ciento. Las remesas familiares acumuladas a octubre se ubicaron en 3,844.4 millones de dólares, creciendo en 49.1 por ciento interanual. Mientras que los ingresos por turismo a octubre alcanzaron 422.8 millones de dólares, creciendo interanualmente en 2.8 por ciento.
Las perspectivas económicas para 2023 han mejorado y son positivas para 2024, esperando que se mantenga el dinamismo y éste se fortalezca en el mediano plazo y largo plazo. El Banco Central está ahora proyectando que el crecimiento económico del 2023 se ubique en un rango de entre 4.0 y 5.0 por ciento y que en 2024 se ubique en un rango de entre 3.5 y 4.5 por ciento. Estas estimaciones son superiores a las previstas originalmente, aún cuando
en la economía mundial se mantienen latentes los riesgos hacia la baja. La inflación se espera que finalice en 2023 en un rango de entre 4.5 y 5.5 por ciento, convergiendo posteriormente a una menor inflación de entre 3.0 y 4.0 por ciento para 2024. Mientras que el empleo se prevé que continúe estable, con una tasa de desempleo de entre 3.0 y 3.5 por ciento en 2023 y 2024. Por el lado del sector externo, se espera que la balanza de pagos presente un superávit de cuenta corriente de entre 4.5 y 5.5 por ciento del PIB para 2023 y de entre 3.0 y 4.0 por ciento del PIB para 2024.
El Banco Central de Nicaragua continuará conduciendo su política monetaria y cambiaria en correspondencia de las condiciones internacionales y las condiciones monetarias y financieras internas. De esta manera, en el corto plazo el Banco Central mantendrá invariable en 7.0 por ciento la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) mientras ésta siga contribuyendo a la estabilidad económica, del empleo y los precios, y que facilite la intermediación financiera. Aunque estaremos monitoreando para ajustarla en caso de ocurrir cambios en las condiciones globales y locales.
Si bien las perspectivas para el año 2024 son favorables, persisten riesgos que podrían afectar la evolución macroeconómica. Los principales riesgos de nuestra economía son la materialización de choques por conflictos geopolíticos que deriven en aumentos en los precios del petróleo y los alimentos, el endurecimiento de la política monetaria de las principales economías industriales que están luchando para contener una inflación más persistente, y los relacionados a los eventos climáticos.
Aún cuando los riesgos externos y climáticos están latentes, la economía nicaragüense ha desarrollado suficientes fortalezas para mitigarlos. Nuestro país hoy cuenta con un sector exportador dinámico y resilente, una mayor diversificación de la producción y el comercio, una mayor capacidad de ahorro, un sistema financiero sólido y líquido, así como políticas fiscales, monetarias y financieras equilibradas y responsables. Estas fortalezas económicas pueden contribuir a obtener un crecimiento y empleo superiores y una menor inflación que la prevista. Las fortalezas blindan al país frente a futuros acontecimientos adversos y son una condición clave para la continuidad del crecimiento económico y la estabilidad.
Para finalizar, debo reconocer que este buen resultado macroeconómico es fruto de políticas gubernamentales apropiadas que han favorecido los mercados y creado las condiciones para que se produzca una reactivación pujante. Los negocios pequeños, medianos y grandes han encontrado salidas para sus emprendimientos e inversiones, así como para el comercio, tanto nacional como internacional. Las políticas públicas han sido claves. El desarrollo de proyectos de infraestructura social y productiva han facilitado la atención y movilización de todos los sectores. Los diferentes servicios públicos y la promoción en todos los espacios, está permitiendo cosechar estos frutos que tanto están beneficiado a todas las familias nicaragüenses.
Agradezco mucho su atención y les deseo a todos que tengan una Feliz Navidad 2023 y un Próspero Año Nuevo 2024.