En el marco de las fiestas patronales de Masaya en honor a San Jerónimo, el Torovenado de Monimbó recorrió las principales calles de la cuna del folclore con su diversidad de expresiones culturales y artísticas.
Con un derroche cultural y en medio de algarabía que le da ritmo la música filarmónica y sus bailes folclóricos, más de 50 cuadros artísticos salieron de Plaza Magdalena para hacer el tradicional recorrido.
Jorge Espinosa, vicecoordinador de la Cofradía de Agüizotes y Torovenado de Monimbó, indicó que hablar de Torovenado es hablar de teatro callejero y de historia, de 1890 cuando surge el primer Torovenado que se llamó El Rama.
"Actualmente el Torovenado ha venido evolucionando y refleja una cultura de teatro, de burla, pues nace como una burla hacia los españoles", afirmó.
Este tradicional Torovenado tiene como Mayordomos principales al Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo que siempre han brindado el apoyo y respaldo cultural a Monimbó.
La compañera Guiomar Irías, secretaria política departamental de Masaya, expresó que el Frente Sandinista y el Gobierno siempre acompaña al pueblo de Monimbó y Masaya en la identidad, cultura y tradición.
"El Comandante Daniel ha venido acompañando el Torovenado desde los años ochentas, la Compañera Rosario también, y lógicamente contribuyendo desde nuestro Buen Gobierno a este municipio creativo con toda la cultura, arte y recreación", aseveró.
Asimismo, Irías destacó que durante toda la semana han realizado actividades como degustación gastronómica y el turismo nacional y extranjero se ha incrementado.
De igual manera, la compañera alcaldesa de Masaya, Janina Noguera, mencionó que Masaya se desborda en Torovenado que rescata las tradiciones y transmitida por los ancestros a las nuevas generaciones.
"Nosotros como Alcaldía siempre en el rescate de nuestras costumbres da el acompañamiento porque esto es parte del relevo generacional...la gente está muy contenta en todas las calles", refirió Noguera.
Uno de los protagonistas del Torovenado fue Douglas Soza, quien tiene aproximadamente 30 de participar en esta tradición.
"Lo que traemos es una estampa de los que vendían agua en Monimbó en cántaros que llenaban en los lugares de San Miguel y Magdalena para salir a revender. Un centavo nos costaba el cántaro de agua a cada monimboseño y gracias a eso ellos hicieron crecer a Monimbó, grande y luchador", afirmó Soza.
Al final del recorrido que termina en el mismo punto de partida se premia a los primeros lugares de los mejores cuadros representativos de la cultura y tradición de Monimbó.