Son mujeres valientes y profesionales que han logrado combinar el rol de ser madre y lo laboral, unas lo hacen a la par de sus hijos a diario, otras a la distancia, pero todas realizan su mayor esfuerzo con amor y algo en común, darles lo mejor para su futuro.
Se trata de tres jóvenes madres que se desempeñan en el Ejército de Nicaragua y cumplen con su deber de servirle a la Patria y a la vez de cumplirle a sus hijos.
Cristel Espinoza Calero, Teniente Primero, de 30 años y Jefe de Despacho de la Dirección Logística en el Ejército de Nicaragua, señaló que es una jornada dura en el sentido de la rutina diaria y un reto bastante grande, pero no imposible.
“Pero como madre es algo muy especial, es un sentimiento que no tiene expresión, sin embargo, yo día a día trato de darle a mis hijas todo el cariño, el amor de madre”, dijo la Teniente.
Espinoza es madre de 2 niñas, de 14 y 4 años, respectivamente; con apoyo de su madre ha encontrado ese equilibrio para darles lo mejor y que sus hijas sientan que no les falta nada.
“Diario nos tenemos que levantar a las 4 de la mañana para poder salir y cumplir con las jornadas diarias de llevar a las niñas al colegio, a la hora de su salida, irlas a traer y retornarlas a casa, luego ya me incorporo a mi área laboral”, indicó la Teniente.
“El tiempo que me toca convivir con ellas es solo en la mañana, la parte que estoy alistándolas, preparándoles el desayuno, porque ya durante la tarde no puedo hacerlo, porque tengo que trabajar, porque tengo que ver por ellas, por todo”, añadió.
La joven madre señaló que el día domingo es dedicado a sus hijas, ya que los sábados tiene que ir a la universidad para llevar sus estudios de la maestría en Administración con Especialidad en Finanzas Avanzadas.
“Ha sido una experiencia bonita, pero cansada. Vamos luchando día a día, no darme por vencida”, puntualizó.
Espinoza es graduada de la Licenciatura en Contaduría Pública y Auditoría; tiene 12 años de laborar en el Ejército de Nicaragua, comenzó en la Quinta Región (Juigalpa) como Auxiliar Contable.
La joven reconoce el apoyo brindado por la institución para atender diferentes circunstancias relacionadas con la salud de las niñas y el colegio.
Otra protagonista es la Teniente de la Fuerza Aérea, Yorlenis Iveth Soto González, quien tiene un niño de 3 años y labora en el área de Servicios de Información de Vuelos de Aeródromo en Managua.
Actualmente, su niño lo cuidan sus padres en Jalapa, Nueva Segovia, a donde viaja cada 21 días, por lo que dijo que se siente tranquila por esa parte, pero es complicado porque como madre hay momentos difíciles que tiene la necesidad de estar con él, sentirlo, abrazarlo y está lejos.
“Es un poco complicado porque no lo tengo cerca conmigo, pero cuento también con el apoyo de mis jefes de la Fuerza Aérea que son bastante comprensivos en este caso. En cada momento de la salida que me dan, lo primero que yo hago es ir a mi casa”, indicó.
Para esta madre su pequeño es la fortaleza para seguir adelante y luchar cada día, “es mi fuerza fundamental, de seguir luchando por mis sueños, seguir preparándome para darle un mejor futuro”, aseveró.
Asimismo, Dora Cristina López, Teniente de Fragata, en la Fuerza Naval, manifestó que es madre de una niña de 2 años, quien le vino a dar sentido a su vida, pues marcó un antes y un después.
“Ya me había formado profesionalmente, ya había cumplido la mayoría de mis metas, el camino que había trazado para mi vida”, refirió.
López, señaló que saber organizarse le ha ayudado a separar lo laboral de lo que es la familia y poder seguir sirviéndole a la Patria. Y en esto ha recibido el apoyo fundamental de su mamá y hermana, quienes están al cuido de su hija, cuando ella no está presente en casa por estar en misión.
“Es un camino muy duro, que no cualquiera está dispuesto a pasar, porque por lo general las madres, tenemos un apego increíble hacia nuestros hijos”, aseguró.