La Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, UNAN-Managua, entregó reconocimiento a seiscientos brigadistas que dieron acompañamiento a las familias que se vieron afectadas tras el paso del huracán Eta y Iota, en el año 2020.
Docentes, trabajadores administrativos y estudiantes asumieron la misión con entrega y dedicación para atender a las familias de la Costa Caribe que lo necesitaban.
La rectora del alma mater, Ramona Rodríguez, externó que la comunidad universitaria tiene un compromiso con el pueblo nicaragüense en cada situación de desastre.
"El desempeño de ellos fue muy importante porque mostraron su solidaridad con la atención a las comunidades que habían sido afectadas. Entre las cosas que hicieron fue evaluación de daños, atención, distribución de alimentos, plan techo y atención en salud", dijo.
Las brigadas dieron acompañamiento los meses de noviembre y diciembre.
Una del brigadista fue Jessenia Téllez, docente de Farem-Chontales. Ella compartió que fue duro ver la nueva realidad de la población y eso los motivó a servir con más dedicación.
"Nosotros estuvimos en Siuna haciendo levantamiento de datos de todas las personas que sufrieron el percance del huracán. Fue impactante ver ese desastre, ver qué muchos se quedaron sin techo", dijo.
"Me siento orgullosa del trabajo que realizamos. Fue muy bueno aportar un poco de amor a esa población", agregó.
Del centro de investigación de recursos acuáticos de la universidad, salió hacia a las comunidades de la Costa Caribe el brigadista Rommel José Lacayo.
"Durante esta experiencia pudimos acercarnos a esas comunidades. Nos enriqueció porque aprendimos de esta experiencia y conocimos sus costumbres y por supuesto llevarle un poco de la ayuda que el gobierno sandinista enviaba", afirmó Rommel.