Es el Otoño la temporada dorada de cosechas y equinoccios; es la temporada alabada, ensalzada e inmortalizada por los grandes poetas como Rubén Darío y Alexander Pushkin, y fue también la época del año preferida del poeta ruso Serguey Esenin.
Nacido humilde en el seno de una Familia religiosa, tradicional y campesina, Esenin, con su talento literario, amor fraterno y lírico al ser humano, a la Patria, a la naturaleza del país natal, alcanzó su gloria en toda Rusia, Europa y otros países.
La Embajadora y poeta nicaragüense Alba Azucena Torres en su viaje de celebración del 199 aniversario de la firma del acto de la independencia de Centroamérica, visitó el pueblo de Serguey Esenin - una pequeña aldea Konstantínovo, y transmitió a los 350 rusos que la habitan un saludo de parte del país de Rubén Darío.
En el Parque-Museo Conmemorativo, se reunieron personas de diferentes ciudades y Países ya que el poeta Esenin, 95 años después de su muerte, sigue siendo tan querido por los niños, jóvenes, personas mayores, compatriotas y visitantes.
Los funcionarios de la Embajada de Nicaragua en Rusia depositaron ofrenda floral al genio de la literatura rusa y participaron en un recital poético de las obras de autores rusos y latinoamericanos, en consolidación del intercambio cultural y lazos espirituales.
La Jefa de la Misión Diplomática nicaragüense. Depositó una ofrenda floral al Monumento del Gran Escritor ruso.
La poeta rusa Valentina Evkina ofreció lectura de su traducción del poema de Rubén Darío “A Margarita Debayle”
Serguey Esenin nació en una familia humilde, Religiosa, tradicional y campesina
El álamo sembrado por Esenin hasta hoy día crece alto buscando el cielo