Implacable en el combate y generoso en la victoria. Es la descripción que el Comandante Tomás Borge Martínez daría sobre lo que significa ser un verdadero miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Este 30 de abril, a 8 años de que iniciara su tránsito a la inmortalidad, esa misma descripción construye de él una imagen clara de lo que significó su paso por este plano terrenal.
El diputado José Figueroa, con un vistazo amplio a los 8 años de inmortalidad de Tomás, y observa una luz que se posa radiante sobre la inmensa militancia sandinista y del pueblo en general.
Tomás Borge, multifacético y luchador revolucionario, militante ejemplar de la causa revolucionaria, como lo recuerda Figueroa, está presente de manera fresca en la memoria de los nicaragüenses por haber sido encarcelado durante años, forzado a la clandestinidad cuando los calabozos del somocismo no lo retenían.
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Además, por ser un hombre sensible, orador de fuerte elocuencia, que durante su vida también mostraría ser un extraordinario, un Comandante guerrillero, que luego sería diplomático, ministro del Interior, fundador de la Policía Nacional y legislador.
“Es un legado de compromiso, de lucha por la causa revolucionaria, de convicción, de lealtad al pueblo y lealtad al Frente Sandinista”, resume.
El imprescindible
Citando a Bertolt Brecht, con su definición de hombre imprescindible, el diputado Edwin Castro, se refiere a Tomás Borge como un ser que desde su niñez en Matagalpa, se mostró consciente de la lucha por la reivindicación social de su pueblo.
“Ya venía él en esa lucha constante. Estuvo preso después del ajusticiamiento de Somoza con mi padre más de dos años y medio en la cárcel de la aviación.
Tomás fundador del Frente Sandinista que rescata la historia y rescata a Sandino junto con Carlos (Fonseca) en ese accionar”.
Recuerda cómo el mismo Tomás decía que el que amaba realmente a los pobres y a la revolución, era temido y odiado.
Fue víctima asegura Castro de esas mismas situaciones, y que sufrió mientras se enfrentaba a una de las dictaduras más sangrientas de Latinoamérica.
“Pero era aquel hombre de un corazón inmenso y el ejemplo lo podés tener en el poema “Mi venganza personal” que se lo dedica a su torturador”.
Tomás Borge, generoso en la victoria
La amenaza de reivindicar los derechos de su propio agresor fue cumplida, y es esa misma la que hoy los jóvenes de su patria recuerdan con admiración.
Con proyectos sociales que han transformado la vida de millones de nicaragüenses, también ha florecido un nuevo compromiso en la juventud.
Uno de estos jóvenes es Mario Medrano, que en cada acción que realiza con la Juventud Sandinista, afirma sentirse más comprometido con los ideales de Tomás.
Para este miembro de una nueva generación avocada en acompañar los esfuerzos de restituir derechos a la población tan esenciales como la educación, se trata de una guía, pero la inspiración que los motiva a continuar avanzando en progreso, sin distingo de signos de ningún tipo.
“Tomás es vida para nosotros. Nos dejó un legado de verdad y justicia para el pueblo nicaragüense. Hoy con Tomás celebramos ese legado que Tomás nos dejó, la educación gratuita, él dijo a sus torturadores: Mi venganza personal contra vos va a ser la educación gratuita para tus hijos”, afirma.
Ocho años del paso a la inmortalidad del fundador del FSLN, significan también 8 años de valentía, de entrega y esfuerzos, y también un período que le regala conocimientos a la joven Daniela Porras.
“Porque el Comandante Tomás era un hombre con visión, con actitud visionaria. Él podía ver más allá porque él con su paciencia, su valentía podía afrontar cada uno de los problemas que nosotros pudiéramos tener hoy en día.
Por ejemplo hoy en día tenemos lo de la Pandemia y el Comandante Tomás nos enseñó a lo que era la paciencia y no llenarnos de la malicia, de lo que nos quieren llenar hoy en día de las noticias falsas”, asegura.
Privilegio para los jóvenes
Milton Ruiz, Coordinador de Juventud Sandinista, añade que para esta nueva generación, haber conocido a Tomás representa un orgullo, pero más aún tener el privilegio de poder seguir viviendo junto a él, la construcción de una nueva Nicaragua.
Esta nueva patria que se erige sobre las bases de la solidaridad y el bien común, toma una ruta de continuar más allá, siempre demostrando lealtad al pueblo.
“Junto a Tomás nos corresponde hoy ser leales, porque el primer principio que Tomás nos enseña es la lealtad al pueblo, es la lealtad a esos valores de familia que nos unen, que nos protegen y nos permiten ir adelante”, comenta.
Con un gesto de claridad y clavado en el horizonte, Ruiz afirma dando golpes de voz serenos, que Tomás Borge para este nuevo siglo representa precisamente soñar y vivir en grande, con olor al pueblo con el que él siempre estuvo en unidad.
“Pero sobre todo dedicarnos y ganarnos el cielo con trabajo, a como lo hizo él, a como lo sigue haciendo, pero sobre todo Tomás desde lo pequeño, desde lo grande, desde lo sencillo, desde lo humilde”, asegura.