Comerciantes del mercado Roberto Huembes han salido a ocupar sus tramos este miércoles para desarrollar sus labores que les permiten ganarse el día a día.
Los hombres y mujeres dueños de pequeños negocios, aseguraron que a pesar de que la pandemia mundial del coronavirus (COVID19) amenaza al mundo, deben seguir llevando el pan a su mesa.
El joven Bryan Torres se gana la vida comerciando artesanías y dulces tradicionales. Para él y su familia, un día sin abrir su tramo es un día que no genera ingresos.
“Esto es del día a día, vivir del día a día. Así se trabaja, con préstamos y hay que pagarlos. Se trabaja con esfuerzo y dedicación, diario venimos y desde las 6 de la mañana estamos abriendo y tratamos de echarle ganas porque uno no se puede quedar en casa porque la economía no se puede detener”, afirmó.
A pesar de que sus faenas son desarrolladas con normalidad, se toman las medidas de precaución necesarias para cuidar su salud y la de sus clientes.
Norman Larios, un zapatero que se ubica a diario en las cercanías de los salones de belleza, comentó que se lavan las manos con frecuencia y usa desinfectante cada vez que es necesario.
“Como es un trabajo de calzado y tenemos que adaptarnos. Usamos cloro, desinfectante, usamos alcohol, todo lo que tenemos y después de este trabajo me lavo las manos y antes de comer también, y de retiradito”, refirió.
Doña Norma López, que oferta fruta fresca de Masaya y Granada poniendo en práctica medidas de higiene para seguridad de sus clientes.
“Nosotros lavamos todo y nos lavamos las manos con jabón, este es el negocio con el que saco adelante a mi familia”, manifestó mientras despachaba.