El Gobierno alemán aprobó hoy la extensión de la vídeo vigilancia en los espacios públicos, de acuerdo al proyecto de ley impulsado a raíz de los atentados yihadistas del pasado julio en Baviera y cuya aprobación se produce tras el ataque contra un mercadillo navideño de Berlín.

“El ataque del pasado lunes evidencia que los autores de estos actos abominables eligen lugares públicos donde puedan hacer el mayor daño posible”, apuntó el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, en una comparecencia ante los medios.

La misma fuente hizo hincapié en que la aprobación del proyecto de ley en consejo de ministros de hoy responde “obviamente” a un calendario ya previsto, así como que se trata de una “clara contribución” al objetivo del Gobierno de reforzar la seguridad del país.

El proyecto de ley ha sido elaborado por el ministro de Interior, Thomas de Maizière”, como respuesta a las “nuevas amenazas” del terrorismo internacional, puestas en evidencia tras los atentados yihadistas de julio pasado en Ansbach y Würzburg, pero también a otras formas de violencia, como la matanza perpetrada por un joven en un centro comercial de Múnich.

El portavoz aludió así a los dos ataques cometidos en las mencionadas ciudades bávaras, en ambos casos por dos refugiados -únicas víctimas mortales en esas acciones- así como el tiroteo de un germano-iraní de 18 años sin vínculos con el yihadismo en la capital alemana, con un total de diez muertos, incluido el agresor.

La extensión de la vigilancia con cámaras de vídeo pretende abarcar áreas públicas, grandes o de dimensiones algo más reducidas, sean las inmediaciones de estadios de fútbol, centros comerciales, estaciones de transporte público, centros deportivos o mercadillos navideños, destacó Seibert.

Su objetivo es aumentar la seguridad no solo ante amenazas terroristas, sino también frente a la delincuencia común, así como prevenir situaciones como intentos de suicidio o identificación de agresores en casos de violencia de género.

Seibert insistió en que el proyecto de ley “se ciñe rigurosamente” a la normativa alemana en cuanto a protección de datos personales.

La Policía amplía asimismo sus competencias en materia de registro de llamadas telefónicas y uso de la llamadas “bodycams” -cámaras que llevan integradas los agentes en su uniforme- para poder utilizar los datos recabados en la identificación tanto de víctimas como de agresores o delincuentes.

Asimismo se emplearán nuevos sistemas para captación y lectura de matrículas de vehículos.

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