El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, declaró que la deuda pública puertorriqueña, que asciende a US$72,000 millones, no puede ser pagada.

El anunció vino a caer como agua fría en territorio estadounidense y en el sistema financiero mundial, que ya enfrenta una situación similar en Grecia.

García Padilla espera lograr aplazar los pagos que están por vencer, mientras su gobierno continúa negociando con los acreedores.

El portavoz de la administración puertorriqueña, Jesús Manuel Ortiz confirmó los comentarios de Padilla que aparecieron publicados el domingo en el diario The New York Times, menos de un día antes de que García se reuniera con los legisladores.

"No hay otra opción. Me encantaría tener una opción más fácil. Esto no es política, esto es matemáticas", dijo García, citado por el Times.

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