El productor Evert Javier Moraga Corea, de la comunidad San Ignacio, ubicada entre los municipios de Ticuantepe y La Concepción, todos los días trabaja en la producción de cítricos que luego se ofertan en los mercados de Masaya y Managua.
En esta época del año, trabaja en la producción de piña, pitahaya y guayaba, productos de mucha demanda en verano por su alto contenido de vitaminas que son fundamentales para la alimentación e hidratación, sobre todo en la temporada seca.
“Trabajo en este rubro porque es importante en esta época del año, además mi familia siempre ha trabajado en la producción. Aprendí a ser productor por mi padre, por mi familia; esto es de herencia: cultivar la tierra. Mi producción la llevo a los mercados de Masaya”, destacó Moraga, mientras recogía su producción para ser llevada a los diferentes puntos de venta.
Moraga y su familia tienen producción de piña de cinco manzanas en La Concepción; en Diriamba, municipio de Carazo, tiene otras parcelas en las que produce la pitahaya, piña y guayaba. En este trabajo de producir alimentos, este joven tiene el apoyo de las entidades del Gobierno Sandinista, que permanentemente le respalda con insumos y capacitación para incentivar una mayor producción.
A sus 32 años, Evert Javier considera que el mayor potencial de Nicaragua es su producción de alimentos, además de sus paisajes, playas y carreteras, a las cuales se les debe potenciar para la mayor captación de recursos.
“Ha sido una experiencia bonita ser joven productor, en mi caso trabajo con muchas familias, son 17 personas con las que trabajan conmigo en verano y sumamos 7 personas más en el invierno. Mi vida ha cambiado, inicié con una manzana, pero ahora en día tengo 5 manzanas en La Concepción y otras 4 en Diriamba. Ahora tengo una producción sostenida y toda mi cosecha se vende, esto me ha beneficiado, nuestros productos se venden a un buen precio”, destacó Moraga.
Instó a los jóvenes a seguir produciendo porque gracias a Dios en Nicaragua hay muchas tierras productivas, pero a los que desean incursionar en otras áreas, les recomendó acceder a las carreras técnicas.
“Aquí en Nicaragua hay muchas oportunidades de trabajo, no precisamente en el campo, pero también pueden ser emprendedores en otro tipo de negocios. Aquí en Nicaragua nunca se nos ha restringido trabajar y les digo a los jóvenes que trabajar en el campo es muy bonito y nos ponemos contentos cuando vemos a nuestro producto salir de la tierra, es muy satisfactorio”.
Y así como la vida de Evert Javier ha cambiado en estos últimos años, también este desarrollo se ha visto en sus comunidades, pues proyectos como agua potable, carreteras, escuelas en el campo, han transformado la vida de muchas familias en las áreas rurales.
Este productor se emociona cuando ve la producción brotar de las tierras y es comercializada en los mercados locales. Es una prueba que el esfuerzo de levantarse temprano para producir vale la pena.
“Mi sueño como productor es salir adelante, seguir trabajando, aportar al desarrollo, seguir luchando por mi bienestar, por el de mi familia”, destacó Moraga, que demuestra con su trabajo una exitosa experiencia productiva.