Con un derroche de cultura y poesía, el Teatro Nacional Rubén Darío conmemoró sus 55 años de fundación mediante una presentación magistral titulada “Cantata a la poesía nicaragüense”. Este evento se convirtió en un verdadero homenaje al legado del insigne poeta Rubén Darío y a la rica tradición cultural de Nicaragua.

Los asistentes pudieron disfrutar de una velada llena de arte, que incluyó recitaciones de los poemas más emblemáticos de Darío, interpretaciones musicales a cargo de destacados artistas nacionales y la Schola Cantorum Rubén Darío. Además, las danzas de la Compañía Nacional de Ballet y la Escuela Nacional de Danza enriquecieron aún más el programa, convirtiendo la celebración en un ramillete cultural que resonó en los corazones de los presentes.

El director del teatro, el maestro Ramón Rodríguez, destacó la importancia del recinto como un referente cultural en Centro y Latinoamérica. A lo largo de los años, el Teatro Nacional Rubén Darío ha sido catalogado entre los cuatro mejores teatros de América Latina y el primero en acústica, consolidándose así como un símbolo de excelencia artística.

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Rodríguez también enfatizó las significativas inversiones realizadas por el Gobierno del Frente Sandinista en sus dos etapas, asegurando que el teatro no solo sea de primera calidad, sino que esté accesible para todos, sin distinción.

“El Teatro alberga un programa inclusivo para niños y adultos, permitiendo que alrededor de 40 mil personas asistan a ensayos generales, óperas de Incanto y zarzuelas, lo que lo convierte en un espacio único”, afirmó Rodríguez.

A lo largo de su historia, el Teatro ha sido testigo y anfitrión de renombrados artistas internacionales, como el Ballet Nacional de Cuba y el Teatro Bolshói, así como de reconocidas orquestas sinfónicas de Centroamérica y diversas agrupaciones culturales nicaragüenses.

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La Alcaldesa de Managua, Reyna Rueda, también se unió a las celebraciones, expresando que este templo de la cultura ha sido un espacio donde los sueños se han concretado a través de grandes presentaciones, particularmente en la promoción y crecimiento de los artistas nacionales. “A nivel latinoamericano nos han admirado por este templo que tenemos. Este lugar ha recibido a grandes artistas, no solo nicaragüenses”, aseveró.

Rueda concluyó mencionando que celebrar 55 años es sinónimo de esfuerzo, dedicación, cariño y, sobre todo, pasión por parte del pueblo nicaragüense, ya que contar con este teatro es motivo de orgullo nacional.

De esta manera, el Teatro Nacional Rubén Darío se reafirma no sólo como un bastión de la cultura nicaragüense, sino también como un faro de esperanza y creación artística en toda la región.

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