Desde horas tempranas de la madrugada de este 12 de diciembre, devotos y familias nicaragüenses se congregaron en la entrada de la Iglesia Monseñor Lezcano en Managua, para celebrar con una serenata, alegría, devoción y fervor a la Virgen de Guadalupe, Patrona de América.
Esta festividad, que une a miles de creyentes es un reflejo del profundo arraigo cultural y religioso que la figura de la Virgen tiene en el corazón de los nicaragüenses.
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En una emotiva serenata con mariachis y filarmónicos que interpretaron temas como "La Guadalupana" y "Las Mañanitas", exaltando la devoción hacia la Virgen y acompañados del estruendo de pólvora, los participantes no solo celebraron su fe, sino también la unidad familiar y comunitaria que este día representa.
Los nicaragüenses se unieron en una muestra de gratitud y respeto, al tiempo que los promesantes, en un gesto significativo, repartieron el brindis en honor a la Patrona. Este acto de compartir es una tradición que fortalece los lazos entre amigos, familiares y vecinos, resaltando el valor de la comunidad en la celebración.
La Virgen de Guadalupe no solo es un símbolo de fe, sino también un ícono de esperanza y amor que inspira a los nicaragüenses a seguir adelante, con la certeza de que su intercesión les brinda fuerza y protección.
Blanca Medrano, devota de la Virgen de Guadalupe, dijo que es una devoción que su madre le heredó, por lo que cada año se levanta de madrugada para llegar a adorar y agradecer a la imagen.
"Agradecemos a toda la comunidad que nos acompaña en este momento tan importante para todos los nicaragüenses", indicó.
Muchos de los presentes son promesantes que agradecen de diferentes formas por los favores recibidos, como el joven Moisés Delgado, habitante del barrio Santa Ana, quien expresó que le paga una promesa a la Guadalupe por interceder y darle la vida desde su nacimiento, hace 20 años.
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"Me cuenta mi mamá que durante el parto tuvo complicaciones para que yo naciera y me estaba ahogando, por lo que su ruego fue a la Virgen de Guadalupe que intercediera ante Dios Nuestro Señor para que nos pudiera salvar y desde entonces yo vengo todos los 12 a entregarle una ofrenda de flores con típico atuendo de San Juan Diego", puntualizó.
Igualmente, Ileana Pineda, portando en sus manos un retrato de la Patrona, manifestó que con devoción agradecen por los favores recibidos, ya que la Virgen es una intercesora ante el Padre Celestial.
"Es un honor estar con ella y traerla todos los años a que escuche sus mañanitas", aseveró.
Así, una vez más, el 12 de diciembre se convirtió en una fecha emblemática donde la tradición, la música y la religión se entrelazaron, recordando a todos el significado de honrar y celebrar a la Virgen de Guadalupe en el corazón de Nicaragua y América.