El Teatro Nacional Rubén Darío celebró un emotivo concierto dedicado a los 45 años de la Revolución Popular Sandinista, reuniendo a adultos mayores y jubilados en una velada llena de recuerdos y música revolucionaria.
El director del Teatro Nacional Rubén Darío, Ramón Rodríguez, expresó que este evento es un recorrido por la música que fue un bastión para la lucha revolucionaria de Nicaragua.
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"Estamos a la víspera de nuestro 45 aniversario del Triunfo de la Revolución Popular Sandinista y el Teatro Nacional Rubén Darío todos los años conmemora esta fecha con esta producción que nació en esta institución", expresó el director del Teatro.
"Le hemos llamado Cantos a la Revolución y tenemos este concierto a las 3:00 de la tarde de hoy, a las 7:00 de la noche y mañana también a las 7:00 de la noche. Todos los años celebramos nuestro aniversario con estas canciones militantes, con este canto revolucionario Con artistas que están comprometidos con nuestro proyecto como Camerata Bach, grupo Jazz T, Erika Seyjas, Marvin Moreno, Randall Reyes y otros compañeros que ya han estado durante más de 10 años en este proyecto con el maestro Lenín Triana", expresó Rodríguez.
José Bernardo Ortega González, conocido bajo el seudónimo de "Comandante Marcos", no se quiso perder este concierto que le trae a la mente muchos recuerdos de aquellos días donde defendió la soberanía del país.
"Es un concierto que levanta el ánimo porque es una música que nos emociona y nos recuerda cuando éramos jóvenes. Hoy satisfactoriamente gobierna nuestro país el Frente Sandinista que es ejemplo para el mundo. Son 45 años y le damos gracias a Dios y a la virgen que salimos a salvo de la montaña, de la cárcel porque lo vivimos todo eso. Le digo a nuestros jóvenes lean la historia, platiquen con nosotros los que un día fuimos jóvenes porque tenemos las marcas en nuestros cuerpos de las torturas de ese poder genocida que derrotamos el 19 de julio de 1979", comentó.
"Cuando escucho estas canciones mi corazón quiere saltar por todos esos compañeros que murieron en mis brazos, en las cárceles, no podíamos cerrar las manos porque nos torturaban a cada rato, no lloramos porque ya no teníamos lágrimas y no decíamos nada porque ya no podíamos hablar y aunque lo dijéramos solo decíamos solo sé que soy militante del Frente Sandinista de Liberación Nacional", culminó el adulto mayor José Bernardo.