La compañera Rosario Murillo, vicepresidenta de Nicaragua, destacó este 26 de octubre que estamos en la recta final hacia el fin del 2020, “y dijimos, en el 2020 construimos patria todos juntos, construimos paz todos los días, todos juntos, construimos porvenir todos los días todos juntos, construir, nunca destruir, ese es el contraste y esa es la diferencia”, subrayó.

Añadió que los nicaragüenses “con fe, con valores, con ideales cristianos y solidarios construimos todos los días como artesanos, como orfebres, como obreros, orgullosamente, como trabajadores, todo el pueblo nicaragüense construyendo y construyendo por supuesto reconciliación, concordia, encuentro, amor, amor, amor, ¿Por qué será que hay a quienes les molesta la palabra amor? ¿Será que la palabra amor es como la cruz para los vampiros? ¿Será? A lo mejor”.

Apuntó que el amor es la fuerza que mueve esta patria de todos, esta patria bendita, el amor como bendición, el amor como encuentro, el amor como reconciliación, el amor como fuerza del corazón, el amor, el amor, el amor, que instala el 2021 como el año de las esperanzas victoriosas, esperanza de todo un pueblo que vio interrumpido su rumbo de progreso por unos cuantos.

Esas migajas insignificantes que se atrevieron a interrumpir un camino de concordia, de desarrollo, de justicia y este año 2020 hemos trabajado duro, reuniéndonos, encontrándonos en reconciliación, procurando concordia, procurando encuentro desde el amor, el amor, el amor. Y ahora nos preparamos para cerrar el clavel, abriendo la roza y cerrando el clavel, cerramos este clavel del 2020 en Patria, Paz, Porvenir y llenos de amor”.

Proclamó: “Que la fuerza del amor no moleste a nadie, al contrario que la fuerza del amor nos llene a todos. El amor, el encuentro, la reconciliación, esos son los valores cristianos, son las enseñanzas de Cristo Jesús, y abrimos la rosa: Abriendo la rosa y cerrando el clavel”.

Abrimos la rosa de las esperanzas victoriosas del año 2021, de la mano de Dios nuestro señor y que a nadie moleste la mención de Dios, Dios nuestro señor que guía nuestros pasos, los de todos y que procura que nos vayamos encontrando y reuniendo más y más alrededor de la fuerza de la concordia, del entendimiento, del encuentro, del amor, amor, amor, todo lo que necesitamos para la vida buena”, explicó.

¿Y qué es lo que necesitamos para la vida buena? Vivir como cristianos, vivir la fraternidad, todos los hermanos, dice el Santo Padre, vivir la fraternidad y usar todos en mayúscula y en negrita la palabra AMOR, amor, encuentro reconciliación, palabras de bien, palabras cristianas, sagradas palabras de Dios Nuestro Señor. Amor, encuentro, reconciliación y vivir las esperanzas victoriosas del año venidero. Vivir con todo lo bueno que somos, porque tenemos bien en nuestros corazones, en este pueblo bendito”.

Nicaragua, tierra bendita, siempre bendita, siempre libre, vivimos como gran familia, somos una gran familia y vivimos como familia y como comunidad, qué contraste, que contraste entre quienes derriban, esos cuantitos, esas migajas insignificantes, esos, dirían nuestros ancestros, nuestros padres, nuestros abuelos, los cinco bollos, porque claro, ellos buscan como hacer valer su intento de seguir robándole a Nicaragua, pero no lo lograrán porque no valen nada, no representan nada, son sencillamente rescoldos, chingaste de intentonas de avasallamiento para seguirle robando al pueblo nicaragüense, avasallar, subordinar, de acuerdo a sus amos imperiales, pero esta es una Patria digna, Patria de amor y paz, Patria soberana, Patria Libre, Patria digna y querida, Patria de todos, Patria de amor, de encuentro, de reconciliación, Patria de todos por el bien de todos”, reiteró.

Prosiguió reflexionando la compañera vicepresidenta: “Decimos, que contraste entre la buena esperanza, la buena fe, el buen corazón y el alma desnutrida desalada de quienes apuntan a deshacer, romper, devastar, desolar, demoler, lo construido, lo avanzado, eso no tiene cabida en nuestra Nicaragua”.

Reiteró que hay que procurar el bien y procurar en todo momento el acercamiento, la cercanía, a como dice el Santo Padre, todos hermanos, “procurar en todo momento un espíritu de construcción, de afán de progreso, de prosperidad, de brillo para nuestra Nicaragua bendita, siempre libre. Juntos brillamos todos, como brilla la esperanza victoriosa del año 2021”.

Expresó que, si algo define estos nuevos tiempos, es el contraste entre lo bueno, lo mejor que es nuestra humanidad, como seres humanos falibles, es ciertos porque somos seres humanos, pero humanidad con voluntad y compromiso de justicia y paz, humanidad que se opone a la envidia, a la ambición al odio corrosivo, que carcome.

Dios querrá abrir corazones, seguir abriendo corazones para que no nos sintamos carcomidos, para que no vivamos carcomidos. Todavía esos que quedan ahí, carcomidos por el odio, que abran sus corazones que florezcan, lo bueno es tener esperanza, vivir con esperanza desde el amor, y los valores y los ideales cristianos y solidarios, eso es lo que queremos los nicaragüenses”.

Estamos en nuevos tiempos que nos desafían a todos y queremos vivir en paz, con tranquilidad, con seguridad, con prosperidad, con alegría, vivir en paz, y que no haya ese contraste entre el amor creciente, esperanzado, victorioso y ese odio que todavía albergan algunos mequetrefes, algunas migajas”.

La compañera Rosario Murillo pidió a Dios que abra esos corazones, “que apague sombras, valga el contraste también, espíritus con luz, y que Dios apague esas sombras, porque hay que apagarlas más y más. Esas oscuridades, esas vanidades, esas soberbias inconcebibles en un planeta con tantos retos, con una humanidad, una familia humana retada, desafiada por la enfermedad, por la pandemia y también por la destrucción del mismo planeta que nos alberga a todos, nuestra casa común”.

Reiteró: “Por eso decimos, esperanza victoriosa son las que necesitamos, desde el amor, desde la concordia, desde el encuentro, desde la reconciliación. La valentía histórica que nos define, la nobleza histórica de este pueblo, la grandeza espiritual de nuestro pueblo, es lo que debe reinar en nuestra Nicaragua donde precisamente es Jesús, el Príncipe de la Paz y del cariño, el que reina y reinará por siempre”.

Finalmente, destacó que Dios es nuestra fortaleza, Dios nos guía, Dios es nuestra Luz, que alumbra nuestros pasos.

Somos familias creyentes, devotas, y por eso potentes, y por eso valientes, y por eso firmes, y por eso capaces de unirnos todos con amor, por el bien de todos en esta Nicaragua de avance, de la lucha contra la pobreza, todos queremos vivir en paz y todos queremos más y más unidad, de las familias y comunidades, para fortalecer la paz, el trabajo, la laboriosidad es nuestra, el trabajo, fortalecer las fuentes de trabajo, todas las modalidades de trabajo, fortalecer la educación, la salud, todo lo que necesitamos para crecer culturalmente, económicamente y para que esa interrupción de la paz, ese odio que salió de unos cuantos, y que sin embargo hizo tanto daño a nuestra Patria bendita”.

Nunca vamos a olvidar las manos de los innombrables levantándose para decir que no se quitaran los tranques”, recordó.

Nunca vamos a olvidar cuando se sometía a votación, levantaban las manos, algunos de los que andan por ahí, las migajas impresentables que andan por ahí, queriendo ser candidatos, ungidos, creen ellos, ungidos por los amos imperiales, creen ellos, que cuando levantaban sus manos para seguir encerrando a nuestro pueblo y promoviendo muerte, destrucción y sobre todo atraso de todos los programas que destruyeron, ellos destruyeron Nicaragua, pero vamos adelante, porque somos capaces siempre de transcender y somos capaces siempre de promover paz y bien”.

Y bueno, y pedirle a Dios que esos corazones se arrepientan de lo que le hicieron a este pueblo, a las familias, de lo que hicieron, que se arrepientan y que tengan la valentía de reconocer que Nicaragua entera, lo que quiere es trabajo, seguridad, paz, prosperidad, desde la educación, la salud, todos lo que podemos potenciar y más aún si estamos todos juntos”.

Así es que nosotros, desde la fe y la confianza, que tenemos y que crece en Dios nuestro Señor, proclamamos que Nicaragua es de esperanzas victoriosas y de amor, de entendimiento, de concordia, de encuentro, de reconciliación. Cultura de paz y bien.

Compañeros, compañeras vamos adelante, Nicaragua, tierra bendita, tierra sangrada, pueblo bendito, pueblo sangrado. Nicaragua triunfa y es nuestro el porvenir”, finalizó la compañera Rosario Murillo.

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