Muchos detalles de los primeros años de Managua están saliendo a la luz en este 2019 cuando se celebra su bicentenario.
Un llamativo detalle es “El Tinco”, una danza indígena burlesca de la decadencia colonial republicana.
“El Tinco, era una danza indígena de origen colonial, dedicada a San Pedro en sus fiestas de junio, por medio de la cual los indígenas se burlaban de la decadencia colonial‑republicana del hispanoamericano. Indios enmascarados, vistiendo ropa vieja y desaseada, cubiertos con paraguas rotos, sosteniendo una iguana viva, al toque de un pito y un tambor”, relatan los historiadores.
Una de las novedades de la ciudad capital, fue la primera biblioteca ambulante, que circuló por los primeros 20 años, del Siglo XX.
“La primera biblioteca ambulante de Managua, circuló por sus calles en las primeras dos décadas del siglo XX. Su propietario se conoció como ‘el loco Robleto’. Alquilaba los libros variados. Usaba un catálogo de los libros que tenía en su biblioteca y visitaba a sus ‘clientes’ en sus propios hogares".
Siempre en el ámbito de la cultura, Managua contó con el teatro Variedades, uno de los primeros y mejores de la capital.
“El Teatro Variedades fue uno de los primeros y mejores teatros de Managua, según la memoria de don J. Santos Zelaya Cousin. Estaba ubicado donde ahora es la Casa de los Pueblos, y se dividía en tres niveles arquitectónicos: Luneta, palcos y el gallinero o paraíso. Los precios eran más caros en Luneta, menos en palcos y populares en el gallinero. Se vendía licores, cervezas, sándwiches, reposterías, etc”.