Embajadores de Centroamérica y miembros del Grupo Regional de América Latina y el Caribe (GRULAC), denunciaron este martes, ante la Presidencia y Comisión de Asuntos Exteriores de la Asamblea Nacional, el secuestro por más de un mes de más de 400 trabajadores del transporte de carga internacional, en el tranque de Jinotepe (Carazo).

El Presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua, doctor Gustavo Porras, detalló que para expresar esta denuncia, asistieron a esta reunión embajadores de Honduras, Panamá, El Salvador y Guatemala, así como Bolivia, Venezuela y Cuba, como miembros del GRULAC.

“El tema que han venido a exponer es importantísimo para los nicaragüenses, como es el caso de la situación de los derechos humanos y la situación humanitaria de más de 400 hermanos centroamericanos que son transportistas, y están retenidos desde hace más de un mes en la zona de Jinotepe (Carazo)”, detalló.

Graves violaciones a sus derechos humanos

Indicó que durante esta reunión, los embajadores han expresado la preocupación por la situación de sus connacionales, relacionado a una serie de violaciones a sus derechos humanos.

“Nosotros, como nicaragüenses, tanto el Gobierno Nacional, como la Asamblea, y los diferentes organismos preocupados por los derechos humanos, lo hemos expresado en diferentes instancias”, refirió.

Porras lamentó esta situación, e indicó que se trata de un secuestro a hermanos transportistas que simple y sencillamente andan haciendo su trabajo, y han sido retenidos por hacer su trabajo.

“No vamos a parar de solicitar que se pronuncien las diferentes instancias de derechos humanos, instancias internacionales, a la CIDH, a los propios participantes en el Diálogo y particularmente a los mediadores en el diálogo, como es la Conferencia Episcopal”, dijo.

“Lo que más interesa son las vidas humanas”

El parlamentario nicaragüense, manifestó que lo que más interesa, como se ha demostrado en estos días, es las condiciones y las vidas humanas.

“Pedimos que levantemos las voces, que levantemos el corazón y solicitemos a todos estos organismos que los hermanos transportistas puedan ser liberados con sus furgones, con sus medios de trabajo. Ha habido un consenso de todos los amigos embajadores, y eso es lo que estamos transmitiendo”, reiteró.

En representación de los miembros del GRULAC y el cuerpo diplomático centroamericano, el embajador de la República de El Salvador en Nicaragua, Carlos Ascencio Jirón.

“Quisiera expresar a nombre de todos los compañeros embajadores y embajadoras, nuestra solidaridad con la hermana República de Nicaragua por esta situación social muy particular que vive”, expresó.

Se les agotaron las medicinas y alimentos

En torno a esta coyuntura, y por razones propias de la movilidad de las familias centroamericanas, explicó que el problema fundamental es la existencia de un poco más de 400 transportistas que han quedado atrapados, varados, en el tranque de Jinotepe.

“Hay transportistas de Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, incluido de Nicaragua, están allí por más de un mes. Se les agotaron los recursos logísticos que normalmente ellos llevan en estos viajes, ya sea de dinero para su alimentación o medicamentos”, agregó.

Explicó que hay connacionales centroamericanos que padecen enfermedades, y tienen medicamentos recetados por sus facultativos, y se les han agotado. Además, indicó que pasan hambre, y tienen dificultades para su aseo personal.

“Es una situación dramática. A esto hay que agregar la zozobra por la que han estado permanentemente sometidos a un hostigamiento, a amenazas que se les quemarán sus unidades, y la mercadería. Han pinchado las llantas de los camiones, han cortado los cables de los sistemas hidráulicos”, expuso.

Son víctimas de hostigamiento y amenazas

En este sentido, el diplomático refirió que la situación que más les preocupa, tanto a los embajadores como al GRULAC, es que el grado de hostigamiento y el nivel de amenazas van llegando a un nivel, donde se ve una inminente una tragedia.

“Por esto hemos acudido a diferentes instancias. A la Nunciatura, para a través de ella llegar a la Conferencia Episcopal, que juega el rol de mediador en la mesa de Diálogo Nacional. Hemos llegado a la Cancillería de Nicaragua, para que, a través de la misma, llegar a la Conferencia Episcopal, y a través de esas instancias a los componentes sociales y políticos del país”, indicó.

Reiteró que es preocupante esta situación lamentable y triste del bloqueo a la movilidad de las personas en general, y en particular a la continuidad del movimiento libre del tránsito regional.

“De los 400 compatriotas, hay personas que son propietarios de los medios de transportes, y van trasladando mercadería de diferente tipo. Hemos orientado a nuestra población que lo prioritario es salvaguardar la vida física; proteger la vida, y es por esa nuestra preocupación, porque es lo que está siendo amenazado en estos momentos”, sostuvo.

Llevan treinta días bajo secuestro y extorsión

Denunció que, a treinta días de estar bajo secuestro, (los tranquistas) ya les violentaron los marchamos, y les han retirado placas de vehículos; además que han sucedido robos y extorciones.

“Tememos que algo más grave pueda suceder, y por eso estamos acudiendo a las instancias que corresponden”, sostuvo.

Relató que, a través de la Nunciatura y la Cancillería de Nicaragua, fue posible un encuentro con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se expuso esta situación.

“Fue posible organizar y hacer una visita a Jinotepe el viernes 29 de junio; mucha expectativa esperanzadora para nosotros. La vista se realizó, pero lamentablemente los resultados fueron negativos”, dijo.

“Transportistas están en condición de rehenes”

Explicó que cuando llegaron al tranque de Jinotepe (la CIDH, Comisión de Verificación y Seguridad y párrocos en representación de la iglesia), las personas que están ejecutando estos bloqueos, se negaron a levantar los tranques y liberar a los transportistas.

“Dijeron que esos tranques no se levantan, “estos tranques no se van a levantar”, refirió el embajador salvadoreño, quien consideró, en nombre de todos los diplomáticos de la región, que los connacionales “ya no están varados en un bloqueo simple, sino que están en condición de rehenes, están secuestrados ahí”.