Con tapetes multicolores realizados con flores, granos y aserrín, artesanos italianos festejaron hoy la fiesta del Papa, la celebración de los santos patronos de Roma, Pedro y Pablo.
Ya desde la noche del miércoles, los artistas trabajaron en varias imágenes colocadas en la Plaza Pío XII, justo frente a la Plaza de San Pedro, donde Francisco celebró una misa multitudinaria.
Los seis cuadros con diversos motivos, entre ellos la imagen de la Virgen de los Desatanudos (muy venerada en Buenos Aires y favorita de Jorge Mario Bergoglio), captaron la atención de turistas, curiosos y fieles.
Una de las obras fue dedicada a las poblaciones italianas de Amatrice y Norcia, golpeadas hace algunas semanas atrás por un violento terremoto.
Conocida como la "infiorata" ("florecida" en italia), la manifestación histórica llegó a su séptima edición y recoge una antigua usanza, que durante décadas permaneció olvidada.
La primera de estas actividades data del año 1625, cuando el responsable de la Florería Vaticana, Benedetto Drei y su hijo Pietro, quisieron rendir homenaje al Papa Urbano VII con una serie de obras "en forma de mosaico".
El famoso artista y arquitecto Gian Lorenzo Bernini, ideador de la Columnata de San Pedro, siguió la tradición iniciada por Drei, divulgando este arte floral a otras poblaciones de los Castillos Romanos, zona ubicada al sur de la capital italiana.
A partir de Roma, otras fiestas similares se difundieron por toda la Península Itálica mientras, justamente en la capital, la costumbre terminó paradójicamente por desaparecer.